Capítulo 23

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ELLA:

Después de literalmente cerrarle la puerta en la cara a Melanie podríamos decir que en nuestro nivel de confianza se derribaron un par de barreras más y no solamente con Alan, en general yo me empezaba a sentir un poco más cómoda cuando estábamos todos juntos. Había pasado alrededor de un mes desde que nos mudamos y me siento mucho mas tranquila estando a su alrededor, nuestras risas son más naturales, hablamos más e incluso bromeamos más.

Hemos salido muy pocas veces puesto que Alan y yo estamos de vacaciones pero mamá y Jorge no paran de trabajar. En mi vida "normal" no suelo salir tanto y en estos días menos, quiero decir, son vacaciones pero no tengo amigos y lo que más me gusta hacer lo puedo hacer dentro de casa así que si no estoy aquí, estoy en nuestra antigüa casa/futuro estudio.

Y en realidad, tampoco tengo mente para otra cosa, Noah no ha vuelto a llamar, eso me deja nerviosa e ideando muchas cosas.

— Adriana ¿Cuándo tienes que ir a dejar los papeles de la escuela? — preguntó mamá.

— No estoy segura, — dije mirándola y ella de alguna manera me reprendió con solo la vista — pero aún no pasa la fecha.

— ¿Te llegaron las calificaciones? — asentí — ¿Y?

— Seguimos odiando a Óscar.

— ¿Quién es Óscar y por qué lo odiamos?

— Es un anciano que me odia por ser más joven y más inteligente que él — dije respondiendo la pregunta de Jorge y al contestar mi mirada fue hasta Alan quién parecía retener una risa en sus labios por lo que dije — Hablo en serio.

— Digamos que es un maestro complicado — corrigió mamá dándome un leve empujón — pero si la odia, y odia más que Adriana ignore tanto su odio.

— Tendrá que esperar a que lo atienda, hay una gran lista de personas que me odian y no me importan — dije entre risas.

— Creo que entiendo — habló Jorge sin quitar la sonrisa de su rostro sin embargo parecía convertirse en una sonrisa nerviosa — ¿Puedo ver tus calificaciones?

Habíamos terminado de comer y estábamos recogiendo la mesa para cuando pregunto eso, prácticamente todos dejamos de hacer lo que sea que estuviéramos haciendo para mirarnos entre nosotros. No había sentimientos negativos, en realidad me sentí bien de ver y escuchar que lo hace de buena manera, eso hizo que una extraña felicidad se posará en mi sistema.

Mis labios se arquearon en una leve sonrisa intentando aligerar el ambiente y asentí.

— ¿Dónde deje mi teléfono?

— Oh no, ya vas a empezar — dijo mamá mientras llevaba su mirada a Jorge y Alan — Todo pierde. Luego se quita los lentes y no sabe dónde los dejo.

— Bueno — habló Alan mientras señalaba a Jorge — Ya son dos en esta casa.

— No los pierdo, solamente no recuerdo dónde los deje — dije sintiendo a tope el sonrojo en mis mejillas.

— Ahí está — dijo mamá señalando una de las barras de la cocina. Lo tome y entré a uno de los tantos archivos que había mandado la escuela al terminar el ciclo escolar, ahí se encontraban mis últimas calificaciones, dí click y le tendí mi celular a Jorge.

Otro tipo de amor.Where stories live. Discover now