Capítulo 53

58 14 0
                                    

ELLA ESPECIAL:

Escuchar el silencio en el que estábamos envueltos hacía mi corazón acelerarse y mis manos temblaban cada vez más esperando una respuesta de su parte pero simplemente no tenía el valor de mirarlo. Sería tremendamente horrible mirarlo después de hablarte dicho lo que hice... Y siendo honesta, también me da miedo ver una reacción en su rostro de desprecio y desagrado. No podría cargar con tanta culpa...

— Adriana... ¿Quieres hacer esto para librarte de él o por qué en verdad lo deseas?

— Hubiera hecho lo que fuese necesario con tal de que tú no lo supieras pero ahora ya no importa nada. Dudé mucho en decirles porque tenía miedo de sus reacciones pero no puedo mentirte más... En verdad deseo esto. Alan y Mauricio son unas personas increíbles y lo único que me está animando a hacer todo esto es el hecho de pensar que no conozco a Alan... No conozco a mi propio hermano y me duele pensar que estuvimos 14 años separados. En el viaje me di cuenta de muchas cosas, él es una gran persona, lo quiero bastante y no lo conozco... No quiero ser una carga en la vida de nadie y también llegué a pensar que tal vez tú no me quieras ver después de esto y lo entiendo, tal vez irme sea lo mejor...

— ¿Pero de que estas hablando? ¡Por dios! Mi amor, cuánto daño te hicieron para que pienses eso — Estaba avergonzada de mi pasado y el hecho de haber escuchado esas palabras, me hicieron quebrarme por dentro, inevitablemente partí en un llanto incontrolable de nuevo y al instante me rodeo con sus brazos— Se cuándo detenerme y el primer día que estuviste en casa, estoy seguro que te acuerdas de aquella plática, no insistí en hacerte ver lo valiente y lo fuerte que eres porque sabía que algo andaba mal. Te conozco, eres mi pequeña, no importa el tiempo que pase tu seguirás siendo mi niña y te voy amar cada día más sin importar qué. Me duele todo lo que viviste, me duele verte de esta manera y creo que me duele más el hecho de que estabas dispuesta a todo por miedo a mi reacción. Necesito que me prometas que jamás vas a volver a hacer algo como eso. Yo estoy para defenderte y protegerte a ti que cualquier bastardo que se acerque a tu vida y me alegra que Alan haya estado en ese momento. Honestamente ahora me da miedo dejarlos solos pero también entiendo lo que dices, Alan y tú tiene una conexión especial y cualquiera se puede dar cuenta de ello. Definitivamente no les voy a negar el hecho de que puedan vivir experiencias juntos como hermanos de la misma manera que Silvia y yo lo hicimos pero también quiero que te quede claro que esta decisión no es porque te quiero alejar de mi vida. Ahora es cuando menos me gustaría dejar de verte diario pero quiero que sepas que te amo. ¿Entiendes? Te amo Adriana, eres hermosa y valiente, lo que digan las personas no importa, importa lo que tú piensas de ti, tus acciones, tu educación, tus ganas de crecer y de siempre ayudar a los demás. Eres una persona increíble. Recuérdalo siempre.

— Tenía mucho miedo — dije entre sollozos aún contra su pecho — Tenía mucho miedo de tu reacción, no quería que te alejaras o que dejaras de quererme.

Sentía mi cabeza palpitar debido al llanto y estrés acomulado. Ahora me sentía segura estando en sus brazos pero tanta presión a hecho que me sienta mal. Sentía mi vista borrosa y tenía una fuerte presión en el pecho. Odio llorar, intento evitarlo a toda costa y debido a que aplazo mis ataques de ansiedad, cuando finalmente empiezo a llorar, no puedo parar.

— Esta bien, estoy aquí y no te dejaré — dijo acariciando mi espalda intentando tranquilizarme pero no podía parar — Lamento todo lo que viviste y entiendo tu miedo pero necesito que confíes en mí. Yo no me voy a alejar.

— ¿Lo prometes? — pregunté con miedo.

— Te lo prometo por mi vida Adriana — en ese momento suspire profundamente grabando sus palabras en mi memoria. El llanto ya no era tan sonoro pero mi cuerpo entero seguía temblando. No puedo creer que esto está pasando, finalmente le dije todo... — Hey, mírame — dijo sutilmente a lo que yo negué aferrándome a su pecho — No estás sola, estoy aquí contigo y necesito que estés bien Adriana — dijo apartándose mientras tomaba mis manos con fuerza, intentando calmar el notorio temblor en ellas — Está bien, ya pasó...

Otro tipo de amor.Where stories live. Discover now