DarkAngels

×Capítulo Dieciocho×

£Rosario's Lunch£

Rubius

Con ansias recorrí los extensos y elegantes pasillos en busca de Vegetta. Necesito saber si ya se comunicó con Auron, él no me cae nada bien pero hoy me tiene que acompañar a una reunión con Mangel. Después de tanto tiempo sin vernos al fin me voy a encontrar con la única persona a la que le tengo confianza.

  Pase por enfrente de algunas habitaciones que prácticamente están vacías pues la enorme mansión tiene espacio de sobra. Baje a la primera planta y me encontré con Fargan hablando por teléfono.

  –¿Has visto a Vegetta? –le pregunté.

  Él me miró con desprecio, habló un poco más por teléfono y colgó mirándome cómo si no le cayera nada bien.

  –Lo vi en su estudio junto con Willy –dijo con una sonrisa maliciosa. Con esa expresión se que me quiso dar algo a entender, me imagino lo qué es y no me agrada nada esa idea en mi cabeza. Sentí una inquietud bastante fuerte.

  Ignoré sus palabras pretenciosas y me encamine hacia el estudio. Me encontré con la puerta cerrada y estaba dispuesto a tocar pero decidí entrar por sorpresa

  Abrí la puerta y me encontré con la imagen de Vegetta sentado en un sillón individual y a Willy sentado en otro sillón de frente, los dos de cara a cara.

  –Rubius –dijo Vegetta al percatarse de mi aparición –. Estaba por llamarte.

  –¿Sucede algo? –dije mirando la escena, supongo que estaban hablando de un tema importante.

  –Sólo estaba recalcando algunos puntos sobre esta situación –contestó Vegetta mirando de reojo a Willy.

  Willy sonrió cuando lo miré, pero traté de ignorarlo.

  –¿Ya te contactaste con Auron? –dije colocándome detrás del sillón en donde Vegetta esta sentado, con calidez rodee su cuello con mis brazos.

  Él tomó mi mano y le dio un pequeño beso.

  –Si, esta esperando afuera –contestó.

  –OK –murmure mirando a Willy, el cuál parece estar muy a gusto con el tema de que voy a dejar la casa por unas horas.

  –¿Te vas a quedar aquí? –le pregunte a Vegetta.

  –No, tengo trabajo que hacer –contestó pero en ningún momento se dispuso a levantarse del sillón y salir del lugar, así que decidí actuar.

  –Pues entonces vamos –dije, lo tome de la mano y lo comencé a guiar hacia la salida, entre más lejos esté de Willy mejor. Vegetta no puso objeción y siguió mis pasos hacia la puerta.
  Por último solo le lancé una mirada amenazante a Willy. Sé que es imposible mantenerlos totalmente alejados por el tema de las amenazas pero al menos puedo mantenerlo al margen...

  –Jamás te imaginé celoso de mi, me gusta –dijo Vegetta interrumpiendo mis pensamientos. Hasta ese momento me di cuenta que nuestras manos siguen unidas mientras caminamos por los pasillos.

  –No sé de qué hablas –dije un poco avergonzado, traté de separar mi mano de la suya pero no me dejó.

  Por dios, me estoy comportando como un novio celoso. No debería de ser así pero no me puedo evitar sentir incómodo cuando Willy esta cerca de él.