DarkAngels

×Capítulo Trece×

£Punto débil£

Luzu

  He tratado de estar lo más alerta posible y el cansancio me esta debilitando. Auron no se ha vuelto a aparecer, desde esa noche en la que me ayudo a escapar no lo he visto desde entonces y eso me preocupa, ahora que sabe mi secreto, él es un Nefilim pero no por eso es más débil que yo.
Lo más fácil sería escapar de la ciudad y eso lo haría sin dudar pero puedo sin antes recuperar mi collar, alguno de esos caídos debió robarlo cuando peleamos. Así que mi plan es recuperar el collar y salir de esta jodida ciudad.

  Me exalte al escuchar mi celular sonar. Lo saqué del bolsillo de mi pantalón y mire la pantalla, el número es desconocido y no me fio nada en contestar, así que lo ignore pero volvió a sonar. Con inseguridad contesté.

  –¿Si?

  –Agente Fargan, del buro de investigaciones de Karmaland –dijo una voz masculina –. ¿Habló con el señor Luzu.B?

  Me quede en silencio pensando mis opciones. La policía de Karmaland también está infestada por ángeles caídos así que ni la ley está limpia de esa Plaga.

  –¿Qué necesita? –dije como respuesta.

  –Se necesita su presencia en el buro, esta relacionado con el asesinato del pasado domingo –dijo el agente.

  El pasado domingo fue cuando ocurrió lo de Auron, entonces hablan del asesinato de la carretera principal. ¿Pero yo que tengo que ver en eso?

  –¿Cual es exactamente el propósito de mi presencia?

  –Me temo que encontramos una relación entre usted y la víctima.

  Mi estómago se revolvió y mi cuerpo perdió fuerzas.

  –En un momento estoy allá –contesté con la voz temblorosa.

  Tomé mi chaqueta y salí de mi casa. Esto es lo que más temo, he pasado muchos años en la tierra y perder a alguien conocido es recurrente pero imposible de olvidar. He perdido a personas que se volvieron importantes para mi durante mi tiempo aquí abajo y me he alejado de ellas ya que mi amistad resulta peligrosa. Si alguien es herido por mi culpa yo simplemente quedaría destrozado.

  Llegue a la gran entrada del buro de investigaciones y entré. En la recepción me recibieron y apareció un hombre de cabello castaño y ojos claros color miel, casi como el color de su cabello.

  –¿Usted es el señor Luzu. B? –dijo. Por su voz me di cuenta de que es el hombre que me llamó.

  Yo asentí con la cabeza.

  –Sigame –dijo, se dio la vuelta y camino por un largo pasillo rodeado de cristales en donde se encuentran agentes de traje trabajando.
  Entramos a una oficina grande con un escritorio y silla color negro, la verdad es que a diferencia de las otras oficinas esta es más elegante.

  –En un momento llega el director, espere aquí –dijo el agente Fargan. La verdad es que él es extraño ya no me fio de nadie, así que no me extrañaría que fuese un ángel caído.

  No dije nada, las palabras no me salen, tengo tanto miedo de que se trate de un ser querido...

  –No toque ni haga nada –dijo Fargan antes de salir de la oficina.

  Restregue mis sudadas manos en mi pantalón y suspire.

  «Tranquilo, dejaste a las personas queridas en tu antigua ciudad. No tienes de que temer, ellos están a salvo: Land, Fernan y Manolo. Están bien» me dije a mi mismo tratando de calmar el desagradable dolor de mi estomago.

  La puerta se abrió y entró un hombre (que supongo que es el director) de traje, cabello negro peinado hacia enfrente y de ojos de un azul un poco inquietante.

  –Muy buenas tardes señor Luzu, soy el director Alex. B del buro de investigaciones de Karmaland –dijo con tono un tono preocupante.

  –Hola, ¿podría decirme el motivo de mi presencia aquí? –dije inquieto.

  Él suspiró y como supuse, no se trataba de algo bueno.
  Junto sus manos y se inclinó hacia adelante.

  –El pasado Domingo se comenzó una investigación de asesinato al encontrar un cuerpo en medio de la carretera principal –comenzó a decir aquel hombre –. No encontramos ninguna pista que nos hablara sobre el asesino... o la víctima. El cuerpo estaba tan irreconocible que tuvimos que tomar muestras de ADN para identificarlo.

  Se calló de repente y me miro con un poco de compasión y lástima.

  –¿Y?

  –Bueno... –su voz tomó un tono más delicado –. Su nombre era Fernan. F, según mis fuentes usted era su única familia.

  Mis corazón se detuvo y las fuerzas de mi cuerpo con él. Mi vista se comenzó a tornar borrosa pero ninguna lágrima salió de mis ojos, solo sentí ese dolor insoportable en el pecho, ese que te invade cuando sientes la pérdida de alguien importante.

  –Lo siento mucho, haremos lo posible para dar con el asesino...

  –¿Como lo hacen con los demás casos? –dije en un arranque de furia e impotencia.

  –Señor Luzu, entiendo su pérdida pero necesito que se tranquilice –dijo.

   Restregue las manos por mi rostro evitando llorar enfrente de aquel hombre. También traté de no explotar ahí dentro, no es bueno soltar años de furia contenida de una sola vez.

  –¿Qué le hicieron? –dije en un susurro.

  –Hay singnos de tortura, lo tuvieron varios días sin los cuidados vitales. Y murió por varias puñaladas en cuerpo.

  Yo solo pude sentir la rabia y el dolor de la perdida. Sea como sea debo encontrar a quien le hizo esto y hacerle pagar.
  Voy a cobrar venganza por él, por mi mejor amigo.