- Que quede claro que si no te sientes cómoda, no tienes por qué hacerlo, ¿sí?- ella asintió y aguardó expectante, disfrutando de las caricias que él le regalaba-. Primero de todo, ¿sabes en qué consiste la postura 69?
- Sí, claro.- contestó con una mueca escéptica-. ¿Por qué lo preg...? Oh...- él sonrió al ver que ella había captado el mensaje-. Ya veo...
- Si no quieres hacerlo...
- N-no, sí quiero.- aseguró algo nerviosa-. Es solo que...- se colocó un mechón detrás de la oreja, bajando la mirada-. No soy muy buena en... Eso...
- Con eso... ¿Te refieres a chuparla?
- ¡Adrien!
- Era a lo que querías decir, ¿no?
- Sí, pero no tenías que ser tan... Guarro.- explicó sonrojada.
- Que yo sepa, estos días no te ha molestado que lo sea.- ella lo miró resignada y sin decir nada-. En fin, entonces... ¿No crees que se te dé bien?- la chica negó tímida y él bufó con pesadez-. A ver si lo adivino, ¿tu ex otra vez?- la falta de respuesta hacía evidente la verdad-. Mari, tienes que olvidar a ese cretino.- sostuvo su barbilla, adhiriendo sus verdes a los azules de ella-. Tú eres... Sexy, apasionada, dulce...- suspiró-. Tienes todo lo necesario para hacer que un hombre pierda completamente la cabeza, y no lo digo por decir, sino mira las dos cajas de condones que ya nos hemos acabado.- la joven emitió una leve carcajada-. Es en serio, tú...- tensó la mandíbula, mostrándose serio-. Eres asombrosa...
La azabache lo estudió detenidamente, inclinándose lo suficiente para besarlo con afecto y deseo. No permitiendo que él la tocara, que extendió sus manos contra la almohada en una actitud dominante.
Seguidamente, ella se separó de sus labios para verlo con picardía.
- Cambio de planes...- lamió su mentón-. Esta vez... Sólo juego yo...
Fue depositando cortos besos por su cuello y torso, trazando un camino en descenso hasta su entrepierna mientras él no le quitaba el ojo de encima.
- ¿Pretendes que me quede quieto mirando?- preguntó en un susurro.
- Seguro que puedes soportarlo...
Adrien estuvo por intervenir. Sin embargo, antes de llegar a pronunciar una sola sílaba, ella lo sorprendió al tomar su miembro e introducírselo en la boca de tal forma que él gruñó sin poder controlarlo.
Instintivamente, el muchacho se aferró con fuerza a las sábanas. Echando la cabeza hacia atrás mientras notaba la lengua de la joven recorrer y succionar su erección.
- Joder...- se relamió, bajando la mirada donde ese par de ojos azules lo contemplaban con lascivia-. A eso le llamo yo reaccionar por sorpresa...- ella rozó el glande con sus labios, humedeciéndolo después con un poco de saliva.
- Eso significa que...- hizo un puchero, masajeando su sexo de arriba a abajo-. ¿No te gusta...?
Esa imagen de falsa inocencia estaba prendiendo en demasía al varón, quien sin pensar alzó las caderas con impaciencia al dejar que aquella preciosidad tomara las riendas de la situación.
- Si no me gustara, ahora mismo mi polla no estaría tan jodidamente dura...- se incorporó levemente, alcanzando con los dedos uno de los mechones de la chica-. Así que deja de decir estupideces y sigue comiendo...
Ella ejerció más presión alrededor de su falo y el muchacho emitió un quejido.
- Las cosas se piden por favor...
- ¿Es una amenaza...?- preguntó con la respiración agitada y ella hizo ademán de volver a apretarlo-. ¡E-está bien, está bien!- intervino apurado, sonriendo divertido por esa faceta agresiva que reflejaba y que tanto lo estaba haciendo enloquecer-. ¿Te importaría seguirme comiendo la polla, por favor?
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🔞.Aᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ. •ᙓᥒᥴᥱɾɾᥲᑯᥲ ᥴoᥒ ຕɩ ᥱᥒᥱຕɩɠo•
FanfictionEn pleno siglo XXI un virus se expande por todo el mundo, provocando que la gente tenga que quedarse en sus casas para protegerse. ¿Quién diría que algo así podría llegar a ocurrir? En el mejor de los casos, uno se encierra con su pareja y/o familia...