Malos hábitos

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Tsuchigomori soltó un suspiro antes de salir de su salón de clases, con sus pasos pesados a través del pasillo lleno de estudiantes.

La bendita campana había hecho su labor de tocar su hermoso timbre en el momento adecuado.

Se frotó el cuello mientras que tiraba su cabeza hacia atrás.

Siempre era un dolor en el trasero tener a Teru Minamoto en su clase.

- ¡Amane!

Se sorprendió al escuchar al menor de los Minamoto gritar.

Realmente, su suerte era pésima.

Y no deseaba involucrarse más con rubios, pero el nombre que había salido de su boca, le era demasiado familiar como para que su curiosidad le ganara.

Le observó por el rabillo de su ojo.

- no lo haré, muchacho- declaró cierto azabache con una falsa sonrisa en su rostro mientras que se alejaba rápidamente de un rubio.

- ¡vamos, Amane!- insistió Kou corriendo tras él.

El mencionado aceleró su paso.

- no quiero- respondió Hanako-kun con una alegre y ruiseña risa, escapando.

- ¡vamos, Amane! ¿Qué se supone que le diga a Tiara si me lo pregunta otra vez?

¿Quién demonios era Tiara?

- dile que ha sido para reforzar la amistad~

- ¡¿c-crees que puedo decirle que un beso refuerza amistades, Amane?!

- claro que lo hace- el chico había sido directo con su respuesta.

[ Moraleja adquirida: el beso refuerza amistades]

Era bueno que los otros estudiantes no habían estado atentos a su conversación.

Tsuchigomori escuchó el largo suspiro del otro exorcista. Miró su reloj y dio otro paso pesado en el pasillo.

Aún si no recordaban su antigua relación, acabaron siendo amigos de vuelta. Era bueno ver al honorable séptimo pasar tiempo con el rubio.

Deseó que Kou Minamoto hubiese estado en aquel entonces,tal vez el verdadero Amane Yugi no habría sentido tanta soledad.

Empezó a caminar hacia ellos, entre la multitud, sacando una mano de su bolsillos.

- ¿¡y qué voy a hacer si Tiara empieza a besar a todo el mundo?!- el grito de Kou era muy dramático.

- estará bien, es bueno esparcir amor en el mundo

- vamos, Amane- suplicó Kou.

El chico suspiró.

- Yashiro se encuentra con ella, tranquilo, no creo que ella intente crear Girls love, ni nada

La niña rubia se había llevado a su maiga consigo.

- ¡no es tan difícil, Amane, ayúdame!- ignoró sus palabras.

- no pienso inventar una triste excusa utilizando a Mamá oso y Risitos de oro

El azabache se volteó para darle una calmada y alentadora sonrisa a Kou, pero se congeló cuando notó que este estaba a punto de alcanzarle.

Pero la mano de otra persona se apoyó sobre su hombro antes de la de su amigo, y el timbre del receso hizo su trabajo.

- necesita pagarme por todas las veces que le he salvado, honorable séptimo

Era un mal hábito suyo el entrometerse en asuntos relacionados al séptimo misterio.

Yashiro sólo quiso algo de Boys LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora