En el mundo de Hey Arnold❤️

♥Se acabó♥

Días después April ya se encontraba recuperada por completo, en el autobús de la ciudad se dirigían Helga y Phoebe a high school, paradas más tarde se subieron Gerald, Arnold y April.

A: ¡Hola, chicas! – sonriendo

Helga: ¡Vaya! ya te ves mucho mejor.

Gerald: Hola bella dama, ¿quisiera compartir el asiento conmigo? – viendo a su novia

A: Ve, ve, ve.

Helga: Siéntate conmigo April.

A: Claro.

Helga: ¿Te vas a quedar parado todo el tiempo escuchando nuestras conversaciones?, ve a buscar un asiento, aléjate.

Arnold: Lo que tu digas Helga. – se sentó dos puestos delante de las chicas.

A: ¿Se puede saber porque lo tratas otra vez mal?, ya habíamos hablado de eso Helga.

Helga: Él se lo busca.

A: Yo no veo que te haga nada, además has estado raro estos días.

Helga: ¿A qué te refieres?

A: Si, durante nuestros encuentros grupales, el te queda viendo mucho tiempo, y tú ni se diga, pero cuando el se da cuenta, lo insultas.

Helga: Creo que aun estás enfermas, ves cosas donde no hay nada.

A: ¿Quizás paso algo el lunes que no vine a clase? – curiosa

Helga: No...no.. pasó nada. – nerviosa

>El collar empezó a brillar. April se dio cuenta.

A: Si, pasó algo, por eso está así tu corazón. Dime que pasó.

Helga: ¡Criminal! ¿Cómo sabes eso?

A: Intuición femenina.

Helga: Yo también soy mujer April y jamás he tenido ese poder.

A: Tu tienes muchos más que yo no. Ahora dime, ¿Qué paso?

Helga: Luego te cuento, ahora, solo quiero pedirte un consejo.

A: ¿Consejo?, dime.

Helga: Bueno, Joe.... Me invitó a salir.

A: ¿AHHHHH?

>Arnold y los demás la alzaron a ver.

Helga: Has silencio.

A: Lo siento, no me lo esperaba.

Helga: ¿Qué dices? ¿debo aceptar?

A: No lo sé Helga, esa es una decisión que tú debes tomar.

Helga: ¡Rayos!, Phoebe piensa lo mismo.

A: Ya vez, yo no puedo decidir por ti.

Helga: Pero tu eres la de los poderes mágicos, siempre sabes que hacer.

A: ¿Poderes mágicos? ¿Sabes quién soy?

Helga: ¿Ah? ¿De qué estás hablando?

A: De mis poderes.

Helga: Yo me refería a tu apodo de princesa encantada. ¿De qué rayos hablas tu?

A: De lo mismo Helga. – nerviosa

Helga: Enserio creo que te afectó la gripe.

A: Lo siento. – sonriendo

Helga: Mejor ayúdame a tomar una decisión.