extra II - el reencuentro

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holaaa, estuve leyendo mi propio fanfic, y adivinen qué, hasta yo me enojé con el final, y después de casi cinco años, cuando probablemente todos ya lo olvidaron, decidí re abrir la herida y traer el final que se merecía, así que aquí lo tienen: cómo harry y louis se reconciliaron.

El reencuentro

Quiero lo que me corresponde, lo que late ahí dentro de tu pecho. Quiero amarte de nuevo.

La universidad era completamente diferente a cualquier cosa que Louis se hubiese imaginado nunca antes, el aire que se respiraba se sentía distinto, el césped de cada rincón del lugar era completamente verde y el rocío del agua parecía darle el toque especial al decorar cada una de las plantas del lugar. Ahí era gigantesco, y el chico de ojos azules se sentía mínimo e insignificante al verse rodeado de tanta gente talentosa.

Aquella universidad de artes era un sueño sin duda. Cada quien hacía lo suyo y nadie era juzgado por ninguna persona en lo absoluto, se veían diferentes estudiantes en los pasillos del lugar, realizando performances completamente improvisados, algunos como parte de proyectos de sus materias, y algunos otros como manera voluntaria. Gente bailaba, pintaba al exterior, cantaba, realizaba fotografías, grababan escenas de cinematografía para sus tareas; era un sueño para cualquiera que fuese un auténtico fan del arte.

Louis caminaba con tranquilidad hacia su edificio, que era el segundo de la larga fila de construcciones prolongadas. Revisaba su horario sin preocupación alguna y al mismo tiempo lo analizaba. Estaba relajado y emocionado al mismo tiempo de encontrarse finalmente ahí. Era consciente de que en cualquier momento podría toparse con su preciado chico de rizos, y eso le alborotaba el corazón sin duda alguna. Harry. Era la razón principal por la que se había animado completamente a realizar una carrera artística en otro país.

Un nuevo inicio, una nueva oportunidad para reparar los errores que había cometido. Él era consciente del daño que había causado en el chico de piel porcelana y no había cosa de la que más pudiese estar arrepentido. Harry después de todo había sido una persona completamente bondadosa con él, y él simplemente se había dejado llevar por sus instintos y confundir las fechas para lograr que todo coincida con aquella estúpida apuesta.

Pero Harry nunca fue eso, porque desde el primer momento en que lo vió, su corazón le perteneció totalmente.

Mientras continuaba su camino a lo largo de los pasillos del lugar, dirigiéndose a su habitación, notó que por alguna razón desconocida le habían puesto en la clase de danza avanzada. Dicha materia estaba marcada con un par de asteriscos que más abajo aclaraban que eso significaba que había acabado ahí por recomendación de la escuela de la que procedía, y asistir a la clase era un extra, o sea, opcional. —Juilliard... -susurró para sí mismo, pues fue la única persona en la que pudo pensar.

Sin embargo el oji-azul no quería ir, no si tenía que hacerlo solo. Las últimas veces que había tenido la oportunidad de bailar, habían sido todas con Harry, puesto que desde que Juilliard los declaró como complementos perfectos, jamás se les fue permitido que se separasen, Harry compartía con Louis todo lo que había aprendido a lo largo del tiempo, y Louis no dudaba ni un segundo en tomar todos esos conocimientos y aprovecharlos al máximo. Sabía que, a pesar de que su verdadera y más grande pasión era la pintura; la danza, por otra parte, se estaba convirtiendo en parte esencial de su vida, y sentía que gracias a ella podía encontrar su verdadero interior.

Estaba triste, de pensar que quizás no tendría oportunidad de volver a encontrarse en el salón de danza de la vieja Royals Academy con su verdadero complemento. Ese doble par de zapatillas rojas que solían iluminar el espacio. Y aunque durante mucho tiempo Louis se negó a ser digno de portar ese color de zapatillas mientras bailaba, cuando lo hacía, el lugar brillaba.

the red shoes • larry stylinsonWhere stories live. Discover now