the red shoes • larry stylinson

capítulo V

"Aunque me canse de mis suposiciones, eres de mis desvelos favoritos. Eres los mil y un sentimientos en las palabras de cada una de mis líneas. Eres el nombre que grita mi garganta y corta mi respiración. Eres lo que más quiero, e irónicamente, lo que más temo. Eres, sin duda, el mejor riesgo que he tomado". DM.

—Pero no lo entiendo, ¿por qué Zayn besaría a Harry?

Liam y Louis se habían reunido el lunes después de clases para, supuestamente, hacer la tarea juntos. El castaño había acabado completamente los deberes y el oji-azul comía la cuarta rebanada de pizza que habían ordenado. Ahora, Payne, que estaba sentado en el pequeño sillón que tenía colocado en una esquina de su habitación, completaba el cubo de Rubik con toda la tranquilidad del mundo.

—No lo sé, Liam. Ellos estaban ahí besuqueándose y luego salí del lugar.

Bufó fastidiado.

—Pero, de cualquier manera, ¿por qué le das tanta importancia? Styles no es más que tu apuesta, ¿no es así?

—¡No! —gritó espantado. —Quiero decir, sí. No. No lo sé.

—Dios; Louis, últimamente no sabes nada.

Liam rodó los ojos demasiado aburrido del tema. Aunque por dentro también quisiera saber las razones por las que Zayn se interesaría en Harry y no en él.

—¿Tú crees que se conocían desde antes?

—¡Louis! —le aventó el cubo. —¡Llevas con el mismo estúpido tema desde que la pizza llegó y eso tiene casi dos horas!

—¡Quiero saber!

—Pregúntale entonces. ¿Cuál es el jodido problema con Styles? ¡Es una apuesta! Deja de tomarte las cosas tan en serio.

—Estás celoso. —respondió Louis exasperado.

Tomó la cajetilla de cigarros que llevaba en la mochila y encendió uno. Liam estaba acostumbrado a que fumara donde se le diera la gana, incluso lo había hecho en los baños de la academia un par de veces, así que jamás le renegaba sobre dónde debía hacerlo y dónde no.

—¿Qué dices?

—Estás celoso.

Una sonrisa burlesca se formó en sus labios y al mismo tiempo dejó escapar todo el humo que llevaba retenido.

—Estás celoso porque Zayn te gusta. Y él gusta de Harry.

—Idiota. —dijo levantándose por una rebanada de comida.

Louis rio, porque no había negado nada.

—¿Cómo estuvo el taller hoy, bailarina?

—Falté. Ahora admite que estás celoso.

Liam arqueó una ceja sin prestar atención a la última oración.

—¿Cómo que faltaste? ¿Dónde estuviste metido durante todas esas horas?

Louis rodó los ojos.

—Durmiendo en la comodidad de mi cama. ¿Sabes? Escapar por la puerta principal es más fácil de lo que parece. Sólo basta decir que olvidaste algo en el auto y ya estás fuera. No vuelves jamás.

—Estarás en problemas por eso.

Louis apagó el cigarro y se levantó para tirar la colilla en el basurero. Cuando se volvió hacia su mejor amigo, tomó asiento junto a él y subió las piernas al sillón, cruzándolas. Volteó a verlo con una sonrisa y luego dijo. —Oh Liam, no podría estar metido en más problemas de los que tengo ya.