𝕲𝖗𝖞𝖋𝖋𝖎𝖓𝖉𝖔𝖗 { 𝕳𝖔𝖕𝖊𝕶𝖔𝖔𝖐 }

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JungKook volvió a suspirar cuando todos regresaron a atender a sus propios asuntos y no tardó demasiado en levantarse de la mesa, tras volver a asesinar a JiMin con la mirada. No había cenado nada, pero el hambre no parecía querer llegar a él y simplemente necesitaba salir de una vez del sofoco que le producía estar junto a tanta gente.

-¡No deberías tomarte todo tan a pecho, hombre! - escuchó qué le gritaba JiMin, cuando ya estaba a punto de salir por las puertas del Gran Comedor.

Rodó los ojos y se abrió paso hacia los inmensos pasillos del castillo. Gryffindor tenía que ser, volvió a pensar. Y, siendo la gota que ya colmaba el vaso, él era un Slytherin. Totalmente incompatibles, por desgracia para sus sentimientos.

« 🦁🐍 »

La noche ya se cernía sobre las gruesas paredes de piedra, y aunque sabía que hacía horas que debería estar en su sala común, seguía dando vueltas por todo el castillo. Para aquel momento ya estaba en lo que probablemente era el séptimo piso, tan alejado de las mazmorras que estaba seguro de que le llevaría bastante tiempo volver a bajar. Sus instintos lo habían guiado hasta ese lugar, lo sabía bien, y estaba casi seguro de que rondaba cerca de la entrada de la sala común de Gryffindor. Por lo que a él respectaba, esta estaba en una torre del séptimo piso, y lo sabía porque por casualidad había escuchado a HoSeok decirles algo parecido a unos de sus compañeros.

Dio un largo suspiró y detuvo sus pasos, apoyándose silenciosamente contra la pared pero sin atreverse a descansar la vista ni por un momento, por si se topaba con alguien inesperado. Aunque, si algo caracterizaba bien a JungKook, era su habilidad para ser sigiloso y no dejar rastro tras él, lo cual le beneficiaba mucho en esas noches que no podía dormir y se daba varias caminatas por el colegio. Por eso sabía que debía mantener la guardia, puesto que no era la primera vez que Filch lo encontraba merodeando cuando se relajaba un solo instante. Agradeció que en aquella zona hubiese ventanas que dejaban paso a la luz de la luna, pues en las mazmorras todo era frío y oscuro y necesitaba echar mano de su varita, lo cual lo ponía en desventaja al ser luz artificial. Las precauciones eran extremas siempre que salía de su sala común, y de todas las veces que lo había logrado estaba orgulloso de que tan solo le hubiesen pillado en un par de ocasiones.

Mordió su labio inferior, debatiéndose entre si seguir el camino o volver de una vez a su dormitorio. Ni si quiera sabía por qué diablos había subido esa noche hasta el séptimo piso. ¿Acaso se creía que por arte de magia iba a aparecer Jung y le iba a besar? Eso solo sucedía en las novelas y él no...

-¿Que haces tan lejos de tu casa, serpiente?

Esa voz. Bueno, a penas fue un susurro, pero lo reconoció al instante. Con suma lentitud, su cabeza se volvió hacia Jung HoSeok, quien había cruzado sus brazos y alzaba una ceja en desconcierto al ver allí arriba a un Slytherin. JungKook se maldijo a sí mismo en varios idiomas, pero su orgullo siempre había sido mucho más valioso que todo para él, por lo que se apartó de la pared y adoptó una postura que al menos él consideraba intimidante. Por la reacción de HoSeok, no debía de serlo tanto como creía.

-Yo también podría preguntarte que haces merodeando por los pasillos a estas horas - contestó, aún así, sin amedrentarse.

-Pero yo he preguntado primero. Además, yo estoy cerca de mi sala común, ¿que hace un Slytherin en el séptimo piso? - insistió HoSeok.

-Nada que a ti te importe - bufó JungKook, dándose la vuelta para seguir su camino.

Por supuesto que sabía que, con lo curioso y justo que era HoSeok, no se quedaría de brazos cruzados ante su respuesta. Efectivamente, una mano envolvió su muñeca, aunque aquello no era precisamente lo que se esperaba. Creía que se pondría delante de él para impedirle el paso, así que definitivamente aquel agarre alteró su corazón. Rezó para que el fuerte latido que él había oído no lo hubiese escuchado HoSeok y, a pesar de estar muriendo por dentro, se giró con una sonrisa ladina. Hicieron contacto visual durante unos cuantos segundos, como si repentinamente hubiesen descubierto un mundo nuevo en los ojos contrarios, pero JungKook no creía poder aguantar más el fuerte cosquilleo en su pecho.

-¿Me disculpas? - dijo, señalando la mano de HoSeok, todavía en su muñeca, con la mirada.

-No. Si estás tramando algo, no pienso permitirlo. - dijo HoSeok, tajante, haciendo incluso un poco más fuerte el agarre.

-Gryffindor tenías que ser... - murmuró Jeon, rodando los ojos.

Jung estaba a punto de replicar cuando sus ojos lograron visualizar a un animal acercándose sigilosa y velozmente hacia ellos. Casi se le salió el corazón del pecho cuando reconoció a la Señora Norris, pues eso significaba que Filch estaría a segundos de diferencia de ella. Lo que le faltaba ahora era que lo atrapasen fuera de cama junto a un Slytherin en medio del pasillo, así que sin pensarlo tiró de JungKook y lo guió ágilmente a través de las inmensidades de Hogwarts, doblando esquinas por doquier y recorriendo inacabables pasillos, acabando por llegar a un cuarto que parecía seguro, cerrando la puerta tras de sí.

Sus respiraciones estaban agitadas después de la carrera y JungKook todavía seguía algo conmocionado porque desentendía el motivo por el cual habían acabado en aquel cuartito lleno de polvo y telarañas. Supuso, en cuanto sintió el tirón, que alguien los perseguía y, con eso, supuso también quien debía de ser el persecutor. HoSeok parecía más afectado que él en cuanto a mantener su respiración estable, e inconscientemente puso una mano sobre su espalda como harían dos amigos cualquiera.

-¿Estás bien? - preguntó JungKook, y se dio cuenta de lo que acababa de hacer cuando vio la expresión extrañada del Gryffindor.

Apartó su mano de su espalda como si repentinamente ardiese y se dio la vuelta, para ocultar el tono rojizo que habían adoptado sus mejillas. Cerró los ojos con fuerza y trató de calmarse, odiándose por ser tan vulnerable ante HoSeok. ¿Quién le mandaría a él pillarse por un Gryffindor y ni si quiera saber mantenerse frente a él? Sin embargo, sintió una mano sobre su hombro y abrió los ojos, encontrándose de nuevo con los orbes achocolatados de Jung.

-Lo siento por lo repentino que ha sido todo, vi a la Señora Norris y supe que solo teníamos segundos para reaccionar. Yo estoy bien, ¿tú lo estás?

Aquello sorprendió a JungKook más que cualquier otra cosa. Al parecer, su inesperada preocupación había ablandado el corazón del león, y aunque había apuñalado el orgullo del que tanto presumía, se sintió cálido. El contacto sobre su hombro lo estaba haciendo dudar de ser capaz de seguir resistiéndose a probar esos labios.

-Lo estoy... - susurró JungKook.

El ambiente cambió drásticamente, como si una burbuja se hubiese creado al rededor de ellos. Las respiraciones ahora se hicieron profundas y la mano de HoSeok descendió suavemente por el brazo de JungKook, comprobando que eran verdad los rumores de que era un chico musculoso. Notaron como la tensión subía en cuestión de segundos y sus cuerpos buscaron estar más cerca por inercia. JungKook inclinó su cabeza hacia delante al mismo tiempo que HoSeok, cuando su mano ya estaba en la cintura del Slytherin. Sus labios estaban tan cerca que podían notar el aliento del otro, mientras sus respiraciones se mezclaban y sus ojos se cerraban. Solo debían de quedar centímetros, no, milímetros para que por fin fuese capaz de probar aquellos labios que formaban un corazón cuando se alzaban. A milímetros estaba de lograr lo que tanto había deseado por meses, solo un poco más y...

Un chorro de agua helada golpeó su rostro, y abrió sus ojos asustado por el repentino cambio de ambiente. Le costó un momento comprender donde estaba y lo que acababa de pasar, pero su mirada se oscureció en cuanto encontró al monstruo que había cometido tal atrocidad contra él.

-Creo que soñabas con cierto león... Parecías acalorado, solo intentaba refrescarte - sonrió con inocencia.

-Voy a torturarte sin piedad y solo cuando estés moribundo y suplicando por tu muerte, te concederé el deseo y le daré de comer tus órganos a tu querido perro y a toda tu familia - soltó JungKook, en tono amenazante.

-¡Kook! ¿Has follado mucho con Jung y por eso te pones así?

-Eres hombre muerto, Park JiMin - susurró, antes de levantarse casi de un salto de su cama y comenzar a perseguir a su compañero de cuarto por toda la sala común.

Porque sí, lo había despertado de su sueño con Jung HoSeok, el Gryffindor que había puesto su mundo patas arriba.

One Shots || BTSWhere stories live. Discover now