Al abrir mis ojos, fue por el sonido del teléfono sonar, así que, simplemente estiré mi brazo y atendí.
-¿Hola?- pregunté en un ronco tono de voz, sin mover mi cabeza de la almohada.
-______-sonó la voz de George- ¿Cómo está mi princesa?- preguntó en un tierno tono de voz. No contesté, simplemente, giré mi cabeza encontrándome con el rostro de Niall que se apoyaba en mi espalda desnuda y su brazo que rodeaba mi cintura atrayéndome hacia él.
-Bien- dije con un nudo en la garganta y rió.
-Yo estoy en el aeropuerto, haciendo escala, espero a que salga mi próximo vuelo- dijo suspirando cansado- ¿Estás bien, segura?
-Si- dije sentándome en la cama, saliéndome de los brazos de Niall quien se aferró a la almohada.
-Okay… Debo irme- dijo suspirando cansado- Te amo bonita, disfruta tus vacaciones- dijo y colgó.
-Adiós- dije al teléfono y lo deje a un lado en la mesa de noche y miré a Niall.
-¿Buenos días?- preguntó con una sonrisa y observé su despeinado cabello en el cual enterré mis dedos como si fuese un perro.
-¿Podrías quedarte?- pregunté y suspiró.
-Podría… pero, debo irme- dijo sentándose a mi lado.
-¿Por qué?- pregunté e iba a hablar pero su teléfono sonó. Simplemente contestó de mala gana y al contestar, suspiro.
-Vivian- dijo soltando el aire.
-…………..
-Si, llegaré para el almuerzo…
-………..
-Okay, adiós amor- dijo y colgó.
-Ahora entiendo- dije y me miró apenado.
-De verdad… Lo siento- dijo apenado y yo le di la espalda- pero no puedes decir nada…- dijo rápidamente.
-Odiamos nuestras vidas- dije rápidamente abrazando mis propias piernas- No podemos estar juntos…- dije más tranquila y me miró.
-¿Qué quieres decir con eso?- preguntó sin entender.
-¿Por qué no saltamos juntos?- pregunté soltando una lágrima y lo pensó.
-¿saltar? ¿Hablas de morir?- preguntó asustado- Estás loca…
-Pero…- dije pensándolo- Mirate, odias tu vida, vives bajo obligaciones, ni siquiera puedes decidir por ti mismo y yo, vivo rodeada de gente que me manosea, deseando llegar a casa pero ¿Sabes algo? ¡No tengo casa!- chillé molesta- Y si tu no estás… Me siento sola y perdida.
-No saltaremos de ninguna parte- dijo- Mira… No estaba en ese lugar cuando sucedió… Pero ¿Recuerdas cuando ese tipo te salvo?- preguntó y asentí- Sobreviviste, ahora ¿Recuerdas cuando aquella familia te rescató?- asentí- No naciste para morir tan temprano.
-¿Por qué sigo aquí?- pregunté intentando de no llorar y acarició mi mejilla.
-Tal vez… Porque te necesito- dijo pensándolo y suspiré cansada.
-¿Por qué mi vida dio tantas vueltas?- pregunté cerrando mis ojos y rió.
-Es como si fuese, otra vida… Un sueño que luego volveras a despertar pero… Nunca despiertas- dijo acostándose boca arriba en la cama, mirando el techo, dejando que el acolchado blanco lo tape a la altura de su abdomen, donde, comienza un camino de vellos a la altura de su ombligo bajando.
-¿Usaste protección?- pregunté al verlo tan tranquilo y me miró con sus ojos, sin mover su cabeza.
-¿Qué?- preguntó haciéndose el desentendido y lo fulminé con la mirada automáticamente.