Al entrar, Jimmy me guió a una especie de sótano donde allí, había sillas y pufs. Dentro, había una chica recostada en un puf hablando con el muchacho que bajó del auto quien aún tenía sus gafas de sol pero no su capucha dejando ver un rubio cabello.
También, pude ver que había una chica que llevaba su cabello de color violeta sentada sola, escuchando música abrazando su propio cuerpo.
-¿Qué es este lugar?- pregunté confundida, pues, a todo esto; ¿Dónde mierda está el tipo que salvó mi vida? ¿Por qué no viene a saludarme? ¿O era Jim?
-Es un lugar donde, nos juntamos y Charles nos habla- dijo.
-¿Y?- pregunté.
-Nosotros escuchamos- dijo como si fuese obvio- Toma asiento, en cualquier momento llega- dijo y nos sentamos en unas sillas de madera. Luego de unos minutos, entró un anciano caminando en bastón, con un traje bastante llamativo y una barba afeitada a la altura de su mentón que me daba gracia.
-Buenos días chicos- dijo y todos se acercaron a la ronda- ¿Cómo estamos hoy?- preguntó y miré que el grupo era bastante grande- ¿Quién es la nueva?- preguntó mirándome- vamos linda, levántate y habla.
-No soy buena hablando- dije frívola.
-Vamos, debes de tener nombre- dijo el anciano- Yo soy Charles y digas lo que digas, se queda aquí, nadie puede decirle a nadie.
-Okay- dije levantándome- Mi nombre es ______- dije.
-Apellido- pidió Charles.
-Tengo un apellido pero odio usarlo- dije- Así que seré solo ______- dije y Charles asintió.
-¿Por qué viniste?- preguntó interesado.
-Bueno, resulta que alguien de aquí me dijo que venga- dije mirando a todos pero se veían tan inocentes, nadie me reconoció- Pero al parecer esa persona no está aquí…- dije mirándolos a todos- Así que creo que me iré- dije y Charles negó.
-¿por qué? Acabas de llegar- dijo emocionado- Mira, te diré cómo funciona la cosa aquí- mojó sus labios mientras yo tomaba asiento- Llegamos y uno por uno saludamos, decimos como nos sentimos y si queremos podemos decir algún problema- dijo- Como tu eres nueva- dijo mirándolos a todos- Les pediré el favor de que todos le digan algo a _____ de sus vidas y ella nos dirá de la suya- dijo y todos suspiraron- ¿Quién empieza?- preguntó y Jimmy levantó la mano- Jimmy- dijo y todos rieron en un murmuro.
-Mi nombre es Jim Albert Paterson Price, tengo 17 años, vengo aquí hace medio año y, es el mejor lugar en el que eh estado… Pues, me diagnosticaron sida hace un tiempo y después de eso, muchos dejaron de tratarme de la misma forma, me ven como un ser radioactivo.
-Gracias Jimmy- dijo Charles mientras todos aplaudía- Otro.
-Mi nombre es Ana Rita McSoon Flein- dijo una chica que parecía una completa puta- Tengo 15 años y ya eh tenido sexo con más de seis hombres, es algo que quiero intentar mejorar y cambiar pero no puedo hacerme valer como mujer- dijo y se sentó.
-Yo soy Elliot Will Yeik Fly, 19 años- dijo un chico que tenía un gorro de lana de color gris y un buzo canguro que tapaba sus mangas- Mi único problema es que tengo problemas de ira- dijo- Siempre reacciono de la peor forma ante todo y son cosas que quiero controlar- dijo y todos aplaudieron de la misma forma que lo hicieron con los anteriores.
-Mi nombre es Earlin Rockett- dijo una chica de piel sumanente bronceada con cabellos negros- Tengo 16 años y hace solo un año vivo aquí, vine de africa y la gente me discrimina por mi color de piel- dijo apenada.
-Yo soy Alexandra Jaffertry- dijo la chica del cabello violeta- Sufro de anorexia y bulimia- dijo triste y se sentó.
-Yo soy Karen y bueno, soy lesbiana, es decir, me gustan las chicas y la gente me discrimina por eso, sobre todo mis padres- dijo apenada y se sentó.
-¿Niall? ¿Dirás algo?- preguntó Charles y el chico de los lentes se levantó quitándoselos.
-Soy Niall James Horan Gallagher, 20 años- dijo como si todo le molestase en un frío tono de voz- Y mi problema es tan ridículo que me explotan en mi trabajo, vivo lejos de casa y solo vengo aquí en vacaciones.
-¿Ese es tu grave problema?- pregunté alzando una ceja.
-Estoy solo en mi vida, la gente me quiere por dinero o si lo hace, no sabe por qué es. A veces quiero irme al diablo, nadie puede amarme; simplemente estoy solo y no entiendo claramente lo que sucede- dijo y se sentó.
-Ahora ________- invitó Charles- ¿Tu problema?- preguntó.
-Mi problema soy yo- dije costosamente, pues no quería contarle a esas personas mis problemas pues, en ellos se notan pero en mí ¿Quién se imagina que mi madre quiere prostituirme? ¿O qué mis padres son alcohólicos- Mi problema es que me cuesta hacer amigos- dije y todos me miraron. Pude ver que Jimmy me miró como sabiendo que eso no era lo único.
-Entonces, sigue viniendo con nosotros y sabrás cómo hacerlo ¿O no chicos?- preguntó y todos asintieron. Charles comenzó a hablar mientras yo miraba uno por uno a los chicos, intentando de ver quién fue el que me salvó y por alguna extraña razón, sospechaba de Elliot o del chico famoso.
-¿Puedo hacer una pregunta?- dije interrumpiéndolo y me miró.
-No acostumbramos interrumpir pero… Adelante.
-¿Quién de ustedes conoce a una tal Joselyn?- pregunté y en la comisura de los labios de Elliot se formó una mueca que lo delató.
-¿Qué tiene que ver eso a todo esto?- preguntó Alexandra, la chica del cabello violeta, la que sufre de anorexia.
-Nada- dije nerviosa al ver que metí la pata y Niall junto a Elliot se rieron de mi.
-Engreídos- dijo Jimmy.
-Okay chicos, veo que estamos teniendo problemas- dijo Charles- Así que deberemos acudir a la venda mágica- dijo- ¿Quién está causando el problema?- preguntó con una venda negra en sus manos y Elliot junto con Niall me señalaron- ______ ¿Por qué no compartes con ellos lo que te molesta?- preguntó.
-Uno de ellos dos sabe algo- dije mirándolos y se miraron confundidos- Algo de mi- dije y se me quedaron mirando.
-¿Por qué no continuamos?- preguntó Jimmy y Charles simplemente le hizo caso.
Cuando terminó esa hora, todos nos despedimos y nos levantamos; eso fue en vano. Pues ¿Qué me pensaba? ¿Qué si iba a ir ese chico iba a prestarme atención? Tonta ______, solo por tener un minuto de esperanza.
-Hey, chica nueva- dijo Elliot llamándome y me acerqué a él tímidamente- ¿De qué hablabas en el salón?- preguntó y negué.
-Nada- dije apenada y miré hacia afuera, como llovía. Miré como a todos ellos los venían a buscar en auto o se iban en sus propios autos mientras que yo, debía volverme caminando pero con la duda.
Iba caminando por la calle, intentando de no mojarme con mi capucha cuando un auto se aparcó a mi lado.
-¿Te llevo?- preguntó la voz de un chico por debajo de la ventana que acababa de abrir.
-¿Cómo sé que no eres nadie malo?- pregunté entre la lluvia y rió.
-Porque estuvimos metidos en un mismo lugar por una hora- dijo la voz y sin dudarlo, abrí la puerta y me metí dentro del Ferrari negro.
