Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

8. "Primer día de clases"

Luke nos dejó en la oficina del director y este nos pasó nuestros horarios. Los examinamos con rapidez, pero la primera hora no nos tocaría juntas así que tuvimos despedimos y nos fuimos a nuestras clases.

—Oye —le dije antes de que cada una se fuera a la sala asignada—, no tengas miedo de hablar con otra gente, te sale genial. Cualquier cosa me buscas, pero sé que no me necesitas. —finalicé sonriéndole y haciendo que ella me sonriera de vuelta.

Narra Calum.

Estaba cansado, realmente cansado de ella. Se creía la chica perfecta, la niña que hacía todo bien, la mujercita bonita. No podía soportar ni un minuto más con ellas así que me dirigí al salón de historia y me senté en mi puesto de siempre.

—Creo que hay una chica nueva, en realidad dos.

Fue lo primero que escuché al llegar al salón. Bien, no tenían ni diez minutos aquí y ya eran noticia. No me extrañaba que fuera Aleisha quien lo dijera, ella siempre sabía todos los rumores, aunque no creía que supiera que probablemente las llegaría a conocer, ya que a Luke parece haberles caído muy bien.

—No me importa.

Cuando escuché su voz quedé atrapado, como cada vez que ella hablaba. Holly, la chica siempre me había gustado. Su pelo rojo y sus ojos azules me habían cautivado desde que tenía diez años, pero jamás me había atrevido a invitarla a salir.

Salí del trance cuando los escuché seguir chismeando. Pues claro que le va a importar. A Aleisha porque las chicas son muy lindas, además que Luke se lleva muy bien con ellas, especialmente con Ariana. Y por otra parte a Holly porque son chicas bonitas y delicadas, y ella es todo lo contrario, las odiará, de eso estoy seguro.

—Buenos días, alumnos.

La voz de la profesora hizo que me sentara y decidiera dejar de pensar en eso, los rumores jamás habían sido lo mío. Era momento de olvidar todo lo demás y pudiera disfrutar tranquilo mi clase favorita, sin ninguna chica que pudiera arruinarlo.

—Bueno, tenemos una compañera nueva adelante.

Las probabilidades que el destino me odiara aumentaban a medida que los segundos pasaban. ¿Tan mala suerte tendría? Miré directamente a mi mesa, sin querer ser el chiste de la vida. Por favor que no sea...

—Ella es ______ (Tn) Torres y es una chica de intercambio. Viene de Chile y si mal no recuerdo se está quedando en casa de los Hood.

En ese momento levanté la vista y quería morir, todos mis compañeros se voltearon a verme y comenzaron con sus molestosos ruidos. No sé por qué quise mirarla a ella, no debía ser fácil estar delante de una clase nueva, con un idioma completamente diferente al tuyo, en un país diferente ¡Un continente diferente! Pero ella tenía su mirada fija en la ventana, aunque podía sentir lo incomoda que estaba.

— ¡Basta! —gritó la profesora—. Asiento, por favor, Srta. Torres.

Ella caminó sin siquiera mirarme y no encontró nada mejor que sentarse con Connor. Era el chico que más detestable de todo el instituto y ella tenía que sentarse con él. Estaba seguro de que empezaría a coquetearle y ella caería como tonta, como todas. Esperaba que no me metiera en problemas que no necesitaba.

—Hola, bonita.

Me di vuelta sorprendido de la rapidez del estúpido. Ni siquiera esperaba a que la chica se acomodara y ya empezaba con su asqueroso coqueteo.

—¿Hola? —le respondió ella sin mirarlo a los ojos. La tenía intimidada, hasta había conseguido hacer que se sonrojara.

—No seas tímida, yo soy amistoso. Te ayudaré en todo lo que necesites.