Capítulo XXV: Confesión

24 5 1
                                    

Alguien toca a la puerta en ese momento, Julia se levanta sin siquiera mirar por la ventana, sale de la habitación. ¡Maldición! Realmente estuve tan cerca de decirle todo sobre lo que siento sin detenerme a pensar antes algo. Escucho el ruido que hacen sus zapatos cuando baja la escalera. Pasa un rato y luego la vuelvo a escuchar pero esta vez subiendo en compañía de alguien.

Julia entra primero a su cuarto seguida de su amiga. Se ve muy normal, tiene el cabello negro con las puntas de color rojo, sus ojos son azules, está algo más pálida de lo normal. Viste una camisa a cuadros y rayas de colores rojo, gris y azul, además tiene un chaleco negro y pantalón azul oscuro, usa zapatos no muy altos.

–Este es Ezrael –dice Julia–. El vampiro del que te hablé.

La chica parece un poco nerviosa, todavía debe pensar que los vampiros somos criaturas malvadas, no creo que por unos cuantos días en los que su amiga le ha asegurado que no soy malo, toda su creencia vaya a cambiar. Me levanto rápidamente, tan rápido que ella se hace para atrás, pero luego con firmeza levanta su mano. Creo que finalmente se ha decidido a obedecer a sus impulsos como Julia dijo.

–Mucho gusto –dice la chica–. Soy Olivia Isabel.

–Julia me dijo que necesitas ayuda para un proyecto. Espero poder darte la información que requieres –le digo a la chica.

Dado que lo que Julia pedía era solamente información sobre cosas como historia y leyendas, no creo que esa clase de cosas le interesen demasiado a esta chica, simplemente parece del tipo que necesita mejores calificaciones.

–Olivia es muy lista, pero su hermana siempre parece estar por encima de ella, su familia quiere que las dos tengan excelentes calificaciones, así que Olivia pensó que podría conseguir más puntos con un proyecto de historia –me cuenta Julia mientras la chica de cabello negro comienza a sacar su videograbadora.

–Yo editaré más tarde y quitaré todo lo que no sea necesario –dice Olivia–. Puedes hablar todo lo que sepas, Ezra.

No me agrada demasiado que me llame de esa manera, sin embargo la dejo hacerlo. Ni vine a pelear, y aunque Julia me ha demostrado mayor educación a la esperada, la otra tampoco me ha hecho algo como para despreciarla. Acepto lo que Olivia dice y me concentro en escuchar las preguntas de la chica. Parece que al igual que Julia tiene interés en la historia, pero más específicamente en los vampiros y todas aquellas cosas que ocurrieron antes que apareciéramos ante el mundo.

–¿Desde cuándo existen los vampiros? ¿Tienes idea? –me pregunta.

–Dicen que tienen milenios en la tierra, antes de que se crearan las primeras religiones, los vampiros ya existían, pero claro que eso no debería sorprender demasiado, el hecho de que se mencionaran a partir del siglo XVII no quiere decir que no hubiera vampiros anteriormente.

–Aparecieron en esos tiempos nombrados en la literatura –interrumpe Julia.

Ella sin duda entiende un poco más de estas cosas que su amiga, para mi sorpresa dado que la historia en la que se mostraba interesada era la historia humana.

–Sí, los vampiros han existido desde hace miles de años, nuestros primeros padres son vampiros que sobrepasarían los cien mil años si supiéramos qué fue de ellos –confieso.

–¿Es decir que no saben quiénes son sus padres? –pregunta Olivia sorprendida.

–No tenemos mucha información sobre nuestro propio origen, así que no es de sorprender que no sepamos de ellos. Debieron ser unas criaturas en sus tiempos fascinantes porque nos dejaron grandes conocimientos sobre la humanidad. Durante aquellos primeros años del vampiro, cuando nuestra existencia debía quedar escondida, ni siquiera éramos tratados como la literatura nos mostraba.

La Hija de Drácula/Una Verdadera HerederaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora