Eso no lo alegró, lo único que él quería era recibir un abrazo de sus padres o al menos leer un "Te queremos" en aquella tarjeta. Esa noche para cubrir el sufrimiento que llevaba dentro del cuerpo decidió salir a divertirse y se convirtió en una de las noches que más marcaron la vida de Harry Styles. Celebraba su cumpleaños con desconocidos mientras la música sonaba aturdiendo sus oídos, él había decidido pagar la cuenta de todos los que se encontraban en la discoteca sin remordimiento alguno, sabía que a su padre le importaría una mierda el dinero que gastara. La estaba pasando de lo mejor, conoció a un chico, su nombre era Nick, era divertido y lo hacía sentir como si lo conociera de mucho tiempo. Cuando sintió que su cuerpo no podía más, trató de irse a casa y antes de que pudiera salir del lugar Nick le dijo que él tenía algo que lo haría prenderse más y disfrutar de más tiempo de la fiesta. Harry dudó por unos minutos, pero después recordó que no importaba lo que le ocurriera, que igual a nadie le afectaría. Nick lo llevó a los sanitarios de la discoteca y sacó una bolsa con cocaína, no era la primera vez que Harry veía esa sustancia, sin embargo nunca la había probado, al ser una droga sintética estaba consciente de que eso podía provocarle mucho daño y al principio de negó. Volvieron los pensamientos que le decían que a nadie le importaba una mierda su salud y en un arranque de adrenalina combinada con la rabia que sentía por la indiferencia de sus padres inhaló una gran cantidad de cocaína, a partir de esa noche se vio en la necesidad de hacerlo seguido.

Actualmente era la única droga sintética que Harry había consumido.

La cocaína es un polvo blanco muy fino que se obtiene de las hojas de la planta "coca" y se mezcla con otras sustancias. El efecto de la cocaína inhalada produce euforia caracterizadas por locuacidad y aumento de la sociabilidad, aceleración mental, hiperactividad y deseo sexual intenso, pero después de toda esa euforia vivida te lleva a una resaca y depresión absoluta.

La primera vez que inhaló la cocaína no sólo fue la primera vez que consumió drogas sintéticas, sino que también fue la noche que tuvo su primera experiencia sexual con un hombre, Nick, el amigo que no tenía ni dos horas de conocerlo y que después de eso no volvió a ver. Le gustó, le había parecido fascinante pero no lo suficiente para considerarse completamente homosexual. Su sexualidad no era algo que le preocupara, para él eso era igual en todos los sentidos, sexo con una mujer o sexo con un hombre.

Comenzó a variar sus conquistas, ahora no solo buscaba mujeres, sino que también hombres. Le gustaba el sexo, era una forma de no sentirse solo, le gustaba la manera en la que algunas personas lo tocaban haciéndolo sentir que lo querían, aunque no fuera ningún tipo de amor, a él le gustaba sentirlo así, cerrar los ojos e imaginar que lo tocaban con cariño.

Un tiempo de su vida vivió en Florencia, Italia, con su padre. El hombre le enseñó lo que tenía que saber sobre la mafia, comenzó a sentir que eso era lo que él quería para su vida, ser un mafioso como su padre, vivir las experiencias que su padre vivía, tener los enemigos que su padre tenía. Después de unos meses dejó de ser el simple hijo de un mafioso para convertirse en uno de ellos.

Él era el que se encargaba de cerrar los tratos con los comerciantes de menor edad, así era más fácil conseguir un buen negocio. A Harry le encantaba hacer eso, sentir el poder, jugar a ser Dios, se dio cuenta que si el decidía que alguien tenía que morir, moría ese mismo día con una sola orden a sus hombres.

Después llegó a Cowell, él planeaba seguir con su rutina de siempre, sexo para no sentirse solo, evitar hablar con personas, llevar su vida de siempre. Pero todo ese plan se había ido a la mierda en el momento que Louis llegó a su vida.

Desde el primer momento en que lo vio pudo saber que ese joven tenía algo diferente a los demás, era, tal vez, el sólo hecho de que fuera tímido únicamente con él mientras que con todas las demás personas fuera un gran hijo de puta. Eso le gustaba a Harry, le gustaba sentir que era especial para Louis.

Cowell Academy. (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now