V. Entre estas cuatro paredes

5.2K 817 148
                                    

They say "all good boys go to heaven"
But bad boys bring heaven to you
It's automatic
It's just what they do

Heaven, Julia Michaels

Me gustan tus besos, Kacchan.

Creo que te lo he dicho mil veces.

Representan una parte de ti que sólo me pertenece a mí. La delicadeza con la que rozas mis labios el primer o segundo beso, la desesperación con que tus labios buscan los míos pasando el quinto. No creo que la gente me crea si les digo que eres gentil.

Te detienes con en la curva de mi cuello, tus labios apenas me rozan, dejándome saber que están ahí.

—¿Puedo? —preguntas.

—Mmm.

—Eso no es una respuesta.

—Sí.

Muerdes.

Yo entierro mis dedos en tu hombro.

—Kacchan...

Si hacemos mucho ruido probablemente Iida va a quejarse de nuevo y va a amenazarnos. No te importa en lo más mínimo, ¿verdad? Te da igual que Kirishima te suplique que busquemos otro lugar para fajar. Sonríes de medio lado y me vez ponerme rojo cada vez que alguien nos descubre o cada que alguien dice que nos busquemos un cuarto más alejado de los oídos de los demás.

Las paredes son delgadas, pero no pueden oírlo todo.

No pueden oír todas las cosas que murmuras en mi oído, cuando ni siquiera el aire que nos rodea puede oírlas.

—¿Mmm?

—Otra vez... Hazlo, otra vez.

—Si te ven las marcas no es mi problema —dices. Tan cerca cómo estamos no necesitas subir el tono de tu voz.

—Kacchan, por favor...

En realidad no tenemos ni idea de lo que estamos haciendo. Toda la piel que no me recorres con los dedos me la recorres con los labios. He perdido la cuenta de todas las veces que has besado todas las cicatrices de mis dedos, una y otra vez, hasta hacerme cosquillas. Todas las veces que has recorrido mi brazo entero, mi rostro, mi cuello, mi clavícula.

Te he dicho mil veces que no me harás daño con tus manos. Cada vez frunces el ceño sin responder y vuelves a la carga con tus labios.

—Tienes la paciencia de un niño de cinco años —espetas.

Pero me clavas los dientes de todos modos. Al principio no te atrevías. ¿Recuerdas? No me importa que la gente vea los chupetones, Kacchan, en serio. Son tuyos. ¿Por qué habría de importarme?

Además, nadie tiene por qué saber lo que ocurre tras las puertas cerradas de nuestras habitaciones.

No le he contado a nadie que gimes cuando mis labios atrapan el lóbulo de tu oreja y mis dientes lo rozan. La primera vez que ocurrió recuerdo tus mejillas rojas, que intentaste ocultar detrás de una almohada y la manera en la que intentaste tirarme de la cama hasta que te juré que nunca jamás le diría a nadie acerca de eso.

Lo juro, Kacchan. Lo que ocurre entre nuestras sábanas en nuestro asunto.

Nadie más tiene que saber.

Mis manos buscan tu cintura. ¿Te he dicho que me gusta tu cintura? Probablemente, mil veces. Ya me has dicho que no me callo sobre todas las cosas que me gustan de ti. ¿Cómo podría? Eres Kacchan.

Mis dedos te suben la playera sólo lo necesario para sentir tu piel.

Sentirte me intoxica.

La mitad del tiempo no sé lo que estoy haciendo. Eres mi primer amor, Kacchan. Supongo que lo sabes. Sé que también soy tu primer amor. Es la cosa de pasar toda la vida orbitando de cerca. Sabemos todo del otro.

Kacchan [Katsudeku/Dekukatsu] Where stories live. Discover now