Capítulo 23

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Singapur

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Singapur

Circuito Callejero de Marina Bay, Singapur


Después de haber salido en la segunda posición el piloto, todas las escuderías se estaban preparando para la siguiente carrera que sería en Singapur, y mientras Fiorella estaba de nuevo en Milán, a miles de kilómetros se encontraban Ernesto y Luka ultimando los detalles del motor, hasta que el padre de la joven quiso saber lo que había pasado.

―¿Vas a decirme lo que pasó? Ella no quiso hablarme.

―Cree que salgo con mi exnovia, o eso interpretó cuando vio que esta se me tiró encima para darme un beso.

―¿Y entonces?

―Ay Ernesto, ¿de verdad crees que salgo con Albertina? ―preguntó exasperado―. Esa mujer me hizo la vida imposible, Fiorella es la única que quiero y me molesta que tu hija no me crea. Soy mejor gracias a ella, no haría nada como lo que ella vio para perjudicar la relación que tenía con ella, pero lamentablemente la otra mujer es una arpía.

―Vas a tener que enmendar el error porque mi hija todavía piensa que la estabas engañando desde que la viste la primera vez en Francia.

―Está loca sieso cree ―dijo abriendo más los ojos y sorprendiéndose.

―Lo sé, pero ya sabes cómo es Fiorella y cómo va su cabeza en pensar cosas imposibles también.

―No tienes idea de cómo la conozco, desde que la vi la primera vez dentro del pit y que me enfrentó con esa vocecita que supe el carácter y la personalidad que tenía, por algo me llamó la atención y me duele que haya pasado esto entre nosotros ―se lamentó.

―Lo entiendo, y ya se lo expliqué a Fiore, pero es muy difícil de convencer.

―Lo sé también. Tendré que hacerle entender que nada pasó ni pasa entre ella y yo,que esa mujer solo apareció para separarnos.

―Sí pero ahora concéntrate en la carrera, por favor Luka, estás en una buena posición, no decaigas, por favor ―emitió con insistencia.

―Lo haré Ernesto, no te preocupes, aunque esté molesto sé que debo enfocarme en las carreras.

―Lo bien que haces, eso te mantendrá entretenido en no pensar.

―Pero después, ¿qué? Vuelvo al hotel y pienso.

―Obviamente que sí pero por lo menos durante el día duermes y otro poco te la pasas entre los pits y el circuito.

―Sí, y ahora será mejor que terminemos de acordar y ver todo esto.

―Perfecto.

El jefe de ingeniería y él se dedicaron a ultimar detalles y un par de cosas más antes de la carrera de aquel día.

Noches de Tormenta ©Where stories live. Discover now