~BUTTERFLY~ 🦋 [BTS]

Cap 22: "Malentendidos"

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—Eun y yo trabajamos en la misma empresa de modelaje, acaba de ingresar, con ella y otras dos chicas más haremos la sesión de fotos que ya te conté —informé mientras comíamos.

Era un almuerzo incómodo, ninguno de los dos quería hablar y solo yo hablaba y hablaba como un loro parlanchín.

—Okey, suficiente ¿quieren hablar? Me estresa que los dos estén totalmente serios cuando realmente no son así.

Estaba cansada de esta situación pero nadie hablaba.

—De acuerdo ¿Por qué no haces como si no lo conocieras y le hablas como una personal normal? Porque eso es lo que es, una persona común y corriente como tú y yo, y tú deja de verla como un problema porque no lo es, ella también estaría arriesgando su futura carrera si lo que sucede aquí sale frente a las cámaras.

Ya estaba molesta.

—Nunca más vuelvo a traer alguien a mi casa —masculle mientras comía.

—Perdón... tienes razón, es una persona normal como nosotras, es solo que, sabes que yo admiro su carrera y estoy nerviosa por ello, pero estás en lo cierto. Jimin, disculpa antes que todo eres un humano y sé que también debes estar preocupado por esta situación pero créeme que no divulgaré nada al respecto —se digno en hablar Eun.

—Discúlpame tú Eun-Yeong, ambos estuvimos actuando de mala forma, inícienos de nuevo, hubo un mal entendido entre nosotros y sería mejor olvidar este incidente.

Ambos sonrieron y se dieron la mano en forma de amistad, por fin pude sentirme tranquila. El almuerzo incómodo dejó de serlo después de aquella aclaración ya que los tres hablábamos animadamente y hacíamos una que otra broma.

—Jimin ¿té encuentras bien? Pregunto porque desde que te vi en la heladería te note algo cansado —comenté preocupada.

—Son los ensayos, me estuve exigiendo demasiado y creo que aquí están las consecuencias —respondió con una pequeña sonrisa.

—¿Por qué no dejas que Sun te haga unos masajes? Tiene unas manos maravillosas —intervino Eun.

—No sabía aquel dato —me observó el pelinegro.

—Yo tampoco sabía sobre eso —reí algo nerviosa.

—Nunca te lo confesé, por eso siempre que estoy estresada te pido masajes —sonrió Eun—, logras relajar mi cuerpo tenso.

—¿Te molestaría si te pido una sesión de masajes? —habló con dulzura Jimin.

—De acuerdo lo haré, pero no prometo un excelente servicio —bromeé.

—Lavaré los trastes y les daré su espacio, ya saben cualquier cosa estoy en el segundo piso —sonrió juguetona.

Mire a Jimin en forma de disculpa por aquella indirecta indecorosa por parte de mi amiga y le hice una seña para que me acompañara a la sala.

Indiqué que se recostará en el sofá cama grande que tenía mientras yo me dirigía al baño de visita para lavarme las manos y así mismo buscar unas velas aromáticas que son de cierta forma relajantes conjunto a dos frascos que contenían aceite de limón y loción de rosas.