24: La cima de mi cielo esta contigo...

Comenzar desde el principio
                                    

- Tú no eres capaz de hacerlo... Tú no puedes amar a nadie – acusé.

Giré lista para irme pero él no me dejo hacerlo.

- Tu eres el amor de mi vida, solo a ti le pertenece mi alma, solo por ti estoy vivo.

Mi cuerpo se heló al escuchar sus palabras, estoy soñando...

Pero sentir sus brazos recorrer mi cuerpo y pegarse a mi espalda... su respiración agitaba mi corazón en cada soplo.

- Solo tú me revives el alma, solo a ti puedo esperar por toda la eternidad – me giré quedando frente a él, y lo miré, observé sus ojos que transmitían un sentimiento demasiado fuerte para contenerlo - solo tú puedes devolverme las ganas de vivir, por favor... sálvame con uno de tus besos.

Y no me hizo falta escuchar más, yo sería completamente y eternamente suya.

Lo besé... un beso corto y dulce, un si para todo lo que él me pidiera.

Sin quitarme los ojos se acercó a mi cuerpo y comenzó a besarme, todo mi cuello se enloquecía por sus besos, era como caricias de pétalos... Suave y húmedas, cada pequeño beso me desquiciaba un poco más. Comenzó a desabrochar mi vestido hasta que logro quitármelo completamente y yo hice lo mismo con él. Sus brazos me encarcelaban... su mirada me enloquecía, veía sus ojos arder en deseo y... amor... puede que me equivoque pero no había otro sentimiento que justificara la forma en que me miraba... Me tomó en brazos y me recostó sobre la cama.

Él me observaba fascinado acariciándome delicadamente con miedo de romperme, podía verlo en sus ojos, ante él yo era la más hermosa y frágil flor... Lo besé con la fuerza de mi corazón, lo sentía arder dentro de mí, solo él lograba eso en mi...solo él me volvía fuego.

Tomé su rostro entre mis manos acariciando suavemente sus labios...

- Yo... yo...nunca he estado con nadie... - confesé- tengo miedo...

Beso mi frente.

- No lo tengas... Yo te cuidaré... si no estás lista puedo esperarte.- miré sus ojos, en ellos veía una mezcla de emociones... eran de café más oscuro de lo normal pero tenía un mirada delicada y llena de ilusión, era como si verme fuera lo mejor que tuviera en su vida... para mi él lo era... y solo eso necesite para arriesgarme.

- Quiero ser completamente tuya, quiero tenerte marcado en mi piel Peter.

Sus ojos me vieron de una forma tan única, tan perforante en mi corazón, sus ojos me transmitieron todo lo que sus labios no podían expresar... Con su mirada me dijo que me amaba y eso era lo único que necesitaba para encontrar la esperanza que pensaba perdida dentro de mí ser.

Y él no necesito más para amarme, para entregarse a mí y yo a él.

Cuando se posó entre mis piernas, listo para unir nuestros cuerpos y quemarnos en un solo deseo... me miró y con una sonrisa declaró.

- La cima de mi cielo está contigo... Ay amor, TE AMO.

Mis lágrimas eran dolorosas, me dolía amarle tanto pero amaba sentirme así de viva y todo es gracias a él.

- Te amo Peter...

Y así nuestros cuerpos se convirtieron en uno solo, se fundieron en la pasión de nuestro amor... simplemente todo dejo de importar, solo éramos él y yo, dos personas destinadas a amarse pero separadas por el destino, al final este siempre une a los amantes de verdad... Y en ese momento supe que estaba locamente enamorada de él, lo amaba con cada soplo de vida que tenía cada día... Era el amor de mi existencia.

JUNTO A TI SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora