Introducción

896 64 0
                                    

Singto's POV

Abrí los ojos y, como siempre, me di cuenta de forma inmediata que seguía siendo de madrugada. La nula luz que ingresaba a través de las cortinas eran una prueba irrefutable de ello. Ladeé un poco mi cabeza para alcanzar a ver los números verde neón que se dibujaban en el reloj encima de la mesita de noche; 5 am.

Por supuesto que sí.

Solté un corto suspiro, pues la persona dormida a mi lado no tenía la culpa de que mi reloj biológico me hiciera despertar todos los días a la misma hora, y no quería despertarlo.

Tomé una de las almohadas extras de la cama y la posé encima de mi rostro, como si alguna luz ingresara a través de mis párpados y me molestara para seguir durmiendo, aunque ninguna luz ingresara de verdad; solo lo hacía por rutina, como casi toda mi vida.

Mi sueño siempre ha sido extraño desde que tengo uso de memoria, si no fuera por la maldita parálisis de sueño que sufría desde que era un infante, tal vez pude haber gozado de noches normales, pero no era así y de alguna forma, ya me había acostumbrado.

Esa noche volví a tener un sueño extraño, pero esos también eran tan normales, que incluso sería una pérdida de tiempo contárselo a mi novio; ya había escuchado suficientes sueños extraños de mi parte y no quería que pensara que de verdad estaba loco; aunque sabía que él no pensaría nada así de mí.

La mañana transcurrió de forma normal. Desperté para tomar una ducha, comer una manzana e ir directamente a la universidad después de haberme despedido de mi novio, por la tarde tenía algo de trabajo, algunas grabaciones de un drama que estaba en emisión y del cual ya se estaban grabando las últimas escenas, era posible que esta misma semana todo terminara y tuviera algo de tiempo para Ohm, después de todo él lo merecía.

Apenas bajé de mi auto para entrar a la zona de grabación, cuando una persona se puso enfrente de mí, tal vez por dentro estaba un poco sorprendido, pero intenté por todos los medios no reflejar ninguna de esas emociones en mi rostro estoico.

—¿Qué haces aquí? —Pregunté de forma brusca, bajando ligeramente la mirada para ver al más bajo frente a mí.

—¿Tienes tiempo? —Preguntó, alzando la mirada e intentando sostenérmela.

—No, no tengo tiempo y si tuviera, no lo tendría para ti. —Respondí e intenté evadirlo para continuar con mi camino.

Sabía que cualquiera que me viera actuando así me despreciaría, me diría mierda o pensaría que soy un típico actor con el ego demasiado inflado para tratar así a las personas, pero la verdad de mi actuar iba más allá de eso; odiaba tratar mal a la gente, aunque tuviera la mala fama de ser serio e introvertido, de poca palabra y demasiado inteligente para que cualquier persona se atreviera a hablarme; no era así.

Solo era una persona normal, pero esta situación, esta persona salía por mucho de lo que yo mismo podría permitir.

—Singto, solo habla un minuto conmigo, Dios.

Aquí iba de nuevo.

De nuevo lloraría, de nuevo se arrodillaría, de nuevo me rogaría y me diría palabras que me harían sentir la peor escoria para hacerme cumplir con sus caprichos. A veces no sabía si lo trataba de esa forma para salvarme a mí mismo o para salvarlo a él, pero cuando lo veía, solo pensaba que él necesitaba más la ayuda que yo.

—¿Qué quieres esta vez?

Yang dejó de llorar y de inmediato se levantó del suelo donde justo antes había estado, me miró con ojos ilusionados, esos mismos ojos que limpió de forma inmediata con las mangas de su camisa.

—Acompáñame a un lugar, por favor. Ya sé, ya sé que no tienes absolutamente nada qué hacer conmigo, ya sé que fuiste claro respecto a nuestra relación cuando terminamos, ya sé todo eso, pero esta vez te lo pido como Yang, como el amigo que alguna vez fuimos. —Me miraba suplicante, mientras tomaba mi diestra entre sus manos.— Solo tienes que ir, presentarte ante unos amigos y pasar un par de días conmigo, por favor, no tenemos que hacer nada, solo acompáñame...

Por supuesto que me quería negar, por supuesto que quería decirle que no podía, pero, aunque mi cabeza dijera "por supuesto que no", mis labios dijeron un suave "bien".

Sabía que lo mejor era negarme, pero bastante había lastimado a Yang en el pasado como para ignorarlo y tratarlo de forma cruel ahora, Yang ya tenía suficiente con su escoria de novio actual.

Tenía que darle una buenaexcusa a Ohm para desaparecerme los cuatro días que Yang y yo pactamos quepasaría con él y con sus amigos.

Sun & MoonlightWhere stories live. Discover now