Capitulo 25

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—¿Así qué creen que pueden vencerme?.— Les cuestionó el demonio.— Son unos ilusos. Su fin está cerca y ni siquiera lo han percibido. — Se burló.

—¡Ya basta de charlas!.— Exclamó Alan.— Vamos a atacarte con todas nuestras fuerzas.

—Sigo escuchando mucha palabrería y nada de acción ¿Que esperan para atacarme?. — Les retó aquel malvado ser.

—¡Dragón Supremo!. — Atacó Alan.

—¡Tsunami!.— Siguió Valentino(Guardián Zafiro).

—¡Dragón de Aire!.— Dijo Diamante.

—¡Ataque de las hechiceras!. — Gritaron Hecate y Circe.

Todos los ataques se combinaron y se dirigieron hacía aquel ser, quién intentó detenerlos.

—¡Vamos todos, no bajen la guardia!. — Gritó Alan, animando a los demás a seguir atacando.

—No... Van... A vencerme.— El demonio había conjurado un escudo, pero este estaba a punto de ceder.

—¡Con fuerza, usen todo su poder!.— Siguió animando Alan.

—¡Malditos... Agghhh!.— Los poderes de todos los ahí presentes, rompieron el es uso del demonio, logrando que el ataque fuese directo a él haciéndolo caer a el suelo.— No me han vencido... Yo ganaré... Se los juro que me vengar...

Esa fueron las ultimas palabras de aquel demonio, antes de ser reducido a nada.
Todos bajaron la guardia para descansar.

—No puedo creer lo fácil que fue. — Dijo Alan.— Al parecer ese demonio era bastante débil aún. En fin, estoy feliz de haberlo derrotado, ahora sí obtendré mi deseo.

—No sé por qué, pero creo que hay algo extraño en todo esto.— Comentó Dodge.

—Vamos Dodge, deja de ser un aguafiestas. Ya vencimos al demonio y eso es lo que importa.— Dijo Alan con bastante altanería.

—No deberías tomarte esto a la ligera. Creo que esto es una trampa. Definitivamente fue bastante fácil.

—Tienes razón Dodge. Esta pelea aun no termina. Puedo sentir la presencia de aquel demonio. — Advirtió Diamante. — Vi el futuro... Y está no es la última batalla. — Diamante tenía un semblante de susto.— Por favor Guardián, haz caso a Dodge y no te tomes esto a la ligera.— Aconsejó

—¿Por qué no investigamos dónde se esconde? Digo, así podemos destruirlo de una vez.— Habló Valentino.

—Nosotras podemos guiarlos a su guarida. Sabemos dónde es.— Se unieron Hecate y Circe.

—Y a todo esto ¿Ustedes por qué nos ayudan? ¿No se supone que ustedes dos querían destruimos? ¿Por qué deberíamos confiar en ustedes brujas?.— Cuestionó Alan.

—Tienes razón. Igual no nos importa hacer alianza con ustedes. Tenemos nuestros propios motivos para querer acabar con ese demonio. A nosotras también nos conviene verlo muerto o sí no, él nos matará a nosotras.— Agregó Hecate.

—Por eso ofrecíamos nuestras ayuda, pero sí no quieren, no se preocupen. Pueden ir a buscarlos ustedes mismos. Nosotras no vamos a rogarles.— Reclamó Circe.

—Aunque cueste creerlo, ellas están diciendo la verdad.— Intervino Diamante. — Vamos Guardián, debemos confiar en ellas. Sé que sus vidas peligran y por eso nos ayudaremos mutuamente.

—No confió del todo en ellas. Pero está bien, les daré una oportunidad. Por cierto, el chico de morado que se quede. No quiero que venga a estorbarnos.— Se quejó Alan refiriéndose a Valentino.

—¡Creeme que puedo hacer un buen trabajo! Jamás me imaginé que en Guardián sería un patán. — Valentino lucía decepcionado.

—Alan, deberías controlarte.— Le susurró Dodge.

—¿Por qué? No necesitamos un estorbo.

—Él es a quién yo elegí para tomar la piedra del zafiro y vas a respetarlo, te guste o no ¿Entendido?.— Reclamó Dodge.

—Si, si, si, lo que tu digas. Solamente que no estorbe. — Alan y Valentino se miraron con recelo, sin saber la verdadera identidad uno del otro.

—Bien, no hay que perder tiempo y vayamos allá.— Añadió Diamante. — Llevenos a la guarida del demonio.— Le pidió Diamante a las brujas.

—Vamos a crear un porta y espero que todos pasen rápido. — Advirtió Hecate.— Apareceremos de inmediato en su cueva. Espero que todos estén alerta ante cualquier cosa.

—Ese demonio puede convertirse en lo que sea y tiene poderes horribles. Así que si no quieren morir, deben seguir nuestras instrucciones. — Añadió Circe.

—Está bien, vamos.

Las brujas usaron su poder para abrir un portal, en cuál llevaría a todos hasta el escondite de aquel horrible ser.



En otro lado...

—Sé que no los engañé sobre mi muerte. Pero esto me ha dado tiempo para idear un gran plan. Primero, necesito saber la identidad del guardián. Es la única pieza que necesito para armar todo esto. Una vez que sepa quién es en verdad, la conquista del universo será tan fácil que ya la saboreo. — Rió el demonio.— Ustedes dos me van a ayudar.— Dijo el demonio, hablándole a dos cuervos que tenía en sus manos.— Ustedes dos, serán mis ojos y podrán revelarme los secretos del guardián. Uno de ustedes, vigilará al tal Valentino quién ahora debe estar en su  mansión. Y el otro, vigilará al Guardián, quien intuyo, vendrá a buscarme a la cueva. Quiero que lo sigas hasta ver dónde vive y por fin saber quién es él.
Mi plan está en marcha y ni siquiera Diamante lo verá venir. En cuánto a esas brujas traidoras, las destruiré apenas concluya la primer fase del plan.— Él demonio hizo retumbar aquella cueva.

Tiempos difíciles se acercaban...

Continuará...

Light Years (BL)Where stories live. Discover now