Voy Por Ti

280 19 0
                                    

A la mañana siguiente me desperté aturdida, tardé en reconocer el sitio en el que me encontraba.
Violeta había entrado en la casa, tapada con gafas de sol y una capucha. Cargaba con algunas bolsas.

-He traído comida. Ha sido un riesgo, pero no vamos a morir de hambre tampoco- dijo, dejando las bolsas en la mesa.

Tan pronto como tomé conciencia, un agujero negro se apoderó de mi pecho. Estaba vacía sin Castiel. Asustada sin saber que podría haber sido de el. Hubiese dado mi vida por haber sabido si estaba bien.

-Laineria- escuché decir a Violeta. La miré y me estaba tendiendo un sanwich envasado.- Si no hacemos nada tarde o temprano nos matarán, ¿Lo sabes verdad?-

Acepté el sándwich y recordé las horas que llevaba con el estomago vacío. Empecé a comer como si nunca lo hubiese hecho. Cuando terminé, pensé en lo que me había dicho Violeta. Quizás fue el hambre saciada, pero me sentía llena de energía y tenía razón, simplemente no podía quedarme quieta llorando ni un minuto más.

-Laineria, es demasiado arriesgado salir a la calle con nuestro aspecto de siempre. Todo el mundo sabe nuestras caras- me dijo Violeta, tras declararle mis intenciones de ir a por Castiel.

Violeta abrió el armario, y sacó un enorme cesto de él. Lo cargo y lo abrió delante mia. Comenzó a sacar pelucas y ropa de distintos estilos.

-¿De donde has sacado todo esto? - le pregunté exaltada.

-Verás... Tuve que hacer muchos encargos extraños para Amber, y en muchas ocasiones necesitaba hacerme pasar por otra persona.- Dijo Violeta, sombría.

En honor a Castiel, y al color de la venganza, escogí una peluca roja y larga. Violeta me ayudó a maquillarme, como no estaba acostumbra a verme tan maquillada, ni yo me reconocía en el espejo. Para colmo, Violeta me eligió un vestido de encaje blanco, lo nunca visto en mi.

Violeta eligió una peluca negra y corta, con un vestido negro también. Nos pusimos tacones y con decisión salimos a la calle. Parecíamos dos personas completamente distintas.

Llevabamos medio camino en silencio, tensas por la idea de ser descubiertas, acompañadas tan solo por el ruido de nuestros tacones.

-Lai- me dijo Violeta, disimuladamente. La miré- Quiero que sepas que no me entrometeré entre Castiel y tu. Si... Llevo años enamorada de el pero por eso mismo... Nunca lo había visto sonreír como lo hace contigo. Se que le haces feliz, y yo solo quiero lo mejor para el. -

Aquellas palabras me hicieron sentir a Violeta más cercana que nunca, de pronto volvía a no sentirme sola en esto.

-Gracias Violeta, lo aprecio mucho, pero esta conversación puede esperar. Primero centremonos... En salir de aquí los tres con vida...-

Y allí nos encontrábamos, Violeta y yo paradas delante de lo que solía ser mi casa. Sentíamos miedo, pero a la vez sentía nuestros almas resonar determinación, con un objetivo con nombre y apellido: Castiel.

Una sorpresa pelirrojaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ