Capítulo 15

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Jungkook mordió su lengua y mantuvo los músculos de su rostro bajo control mientras Jimin pasaba las hojas de su álbum de fotos de los últimos años, esperando que esto ayudara a su memoria. Jungkook se ponía feliz-aunque controlado- cuando veía una foto y podía recordar las circunstancias, luego un poco abatido cuando no podía.

—Está bien, ¡es un muy buen avance Jungkook!— Jimin dijo felizmente mientras cojeaba las páginas, sus ojos llenos de emoción. Estaban sentados en la cama juntos, había una pequeña separación entre ambos y tenían que inclinarse de manera incómoda para poder ver el álbum.

Las siguientes fotos eran de ellos dos.

Jungkook no podía negarlo.

Se veía como un hombre enamorado se vería.

En muchas de ellas, él ni siquiera miraba a la cámara, si no que mirada a Jimin con esa expresión de enfermo de amor, su boca en una ligera sonrisa y sus brazos alrededor de su cintura. Jimin estaba sonriendo tanto que sus ojos desaparecían en dos lunas, boca abierta en una sonrisa. Parecía que Jungkook gustaba de llegar por detrás de Jimin y apoyar su barbilla en su hombro.

Jungkook fue golpeado por una ola de nostalgia.

Me veo tan contento.

Sus amigos tenían razón -no había ningún error. El estaba enamorado. Malditamente atontado. Las fotos eran suficiente para demostrarlo.

—Lo siento -p-probablemente no quiere ver estas cosas...— Jimin iba a cambiar la página pero Jungkook le detuvo.

—Está bien. Yo... ésto ayuda.—

Las mejillas de Jimin se pusieron rojas y mordió su pulgar mientras volvía su mirada a las fotos.

—Pareciamos felices.— Jungkook dijo, su garganta sintiéndose restringida de pronto. Esperó que no estuviera por llorar.

—Si, lo eramos.—

Lo eramos.

Jungkook odiaba la tristeza en la voz de Jimin, y la conclusión que hubo en sus palabras. Como si hubieran terminado. Pero no, Jungkook volvería eventualmente, él tenía que hacerlo.

Jimin cambió de página despacio y fueron bombardeados por más fotos de ellos, acurrucados en el sofá, en un tren a Busan, en la playa con algunos amigos. Jungkook se encontró dolido, deseando tener de vuelta la vida que una vez tuvo, la que había construido con Jimin. La situación era cruel e injusta, él aún tenía todo, sólo que ya no encajaba.

Jimin estaba mordiendo su labio y sus ojos estaban cristalizados.

Jungkook sabía que estaba intentando no llorar.

Dios, odiaba ver a Jimin llorar. Le hacía sentir algo profundo, como cuando su perro de la infancia falleció por vejez, o cuando su abuelo tuvo un tumor (había sido benigno, por suerte). Levanto su mano y la llevo a la espalda de Jimin, acariciandola de arriba abajo de una manera que esperó, fuera reconfortante.

Jimin parpadeó mirándolo, sus labios separados por estar sorprendido, y Jungkook no podía parar sus pensamientos, la urgencia de presionar su boca contra la de Jimin estaba consumiendo sus deseos.

¿Que está pasando ahora?

Jimin dijo algo que no fue registrado por Jungkook, quien simplemente cedió ante la tentación. Entrecerró sus ojos y-

Lo beso.

Mierda.

No fuen nada como Jungkook imagino que sería. No fue raro ni incómodo, de hecho, sus labios encajaban perfectamente con los de Jimin, quien se derritió contra él, su boca se movía contra la suya suavemente. Su mano viajo al cabello de Jungkook, enredandose con las hebras de la nuca de éste, un tirón al que estaba acostumbrado. Los labios de Jimin estaban algo agrietados, pero se sentían bien y sabían como a vainilla y chocolate. Jungkook juró que escuchó fuegos artificiales, o tal vez estos venían de dentro de su cuerpo, chispas paseándose por su piel hasta sus dedos, los cuales estaban enterrados en la cintura de Jimin.

Estoy besando a Park Jimin.

A él, de toda la gente.

Tan pronto como Jungkook se dio cuenta, a penas tuvo tiempo de registrarlo en su cabeza porque Jimin ya se había separado, con su respiración agitada y pupilas dilatadas, separándose más de él, creando así una distancia más grande entre ellos.

—¿P-por qué fue eso?— Jimin tartamudeó acusador con mirada suplicante.

Jungkook ni siquiera sabía porque lo había hecho. —¿Por qué quise?—

—¿Quisiste? ¿Qué?— Jimin se bajó de la cama y pasó sus manos por su cabello, como siempre lo hacía cuando estaba estresado.

—Jimin- —

—¡Tu no puedes simplemente hacer eso! No puedes simplemente -jugar con mis sentimientos como- mierda, Jungkook...— Jimin mordió fuertemente su labio y miró para otro lado, su cuerpo estaba tenso y sus ojos tenían algo más rompecorazones que solo lágrimas.

Esas palabras golpearon a Jungkook más fuerte de lo que pensó. No penso que pudiera sentirse tan afectado, al menos molesto e insultado, pero algo desgarró su pecho y estrujó su corazón y sintió como si su estómago estuviera en su garganta. ¿Jugar con sus sentimientos? Ya había escuchado eso antes -lo odió entonces y lo odiaba ahora.

—Oye, lo siento, no se que paso conmigo, pero te veías tan triste y...— se detuvo porque vio como la expresión de Jimin se volvía amarga, algo conlo que estaba familiarizado.

Cuando Jimin habló su voz fue baja y temblorosa.
—¿Así que sentiste pena por mí? ¿Es por lo del otro día? No necesito tu lástima Jungkook.— llevo su mano a su frente y se apoyo en sus rodillas y Jungkook casi se levantó para tomarlo y sólo... sólo sostenerlo. —¿Es esto lo que se necesita? ¿Yo ser débil y tú sintiéndote culpable y compasivo por mi? ¿Es esto lo que se necesita para que me ames?

No... digas eso.

Jungkook exhaló y era raro el que entendiera a lo que Jimin se refería, como si en ese preciso momento el conocimiento hubiera vuelto. No era como en los dramas -el tiempo no se alentaba ni las emociones venían con él - no estaba un segundo y ahora estaba ahí, había regresado injustamente rápido. Así era como la vida era.

Jungkook sintió sus hombros hundirse, las palabras de Jimin eran pesadas. El momento de sus sentimientos crecientes con el tema de la enfermedad de Jimin y las intenciones de Jungkook siempre salían de alguna forma mal, particularmente para alguien como Jimin quien dudaba lo suficiente de él, había establecido su relación en términos difíciles. Había querido aguantar y esperar, en caso de que Jimin malinterpretara las cosas -cosa que hizo- pero era doloroso ver que la persona que adoraba, se odiara. Jungkook no soportaba el que Jimin no viera lo asombroso que era. Como no se daba cuenta de sus peculiaridades, sus supuestos defectos, eran realmente sólo hermosas características que lo hacían ser él. Jungkook estaba enamorado con todo lo que era Park Jimin.

No era el remordimiento ni lástima, nunca lo había sido. Los sentimientos de Jungkook habian estado ahí, sólo que su coraje había sido lento y la enfermedad rápida. Pero de pronto no se sentía como que ese detalle importara, o importara demasiado para volver a mencionarlo. Jimin lo sabía en el fondo, debería de saberlo. El Jungkook del presente/futuro se habría asegurado de eso.

Y el Jungkook de diecisiete años estaba harto del pasado.

—¿Eso aún importa, Jimin?

La respiracion de Jimin se detuvo y miró silencio a Jungkook como si no hubiera escuchado lo que dijo.

—¿Importa como y porque me enamoré de ti? Lo que es importante es que me enamoré y yo- — su voz se cortó y su corazón latía más rápido, sus palabras salieron antes de que pudiera detenerse. —Yo aún lo estoy.—

Oh. Bueno... Joder.

Jungkook juró que su sangre se heló. Se sintió completamente expuesto. Su mente estaba intentando encontrar una excusa como al menos es lo que todos dicen, sabes pero su mandíbula estaba cerrada y terminó sin palabras luego de ver el ceño de Jimin suavizarse.

Finalmente miró a sus pies, sorbiendo por su nariz levemente. —Sonaste... Sonaste como él.—

Mi Jungkook.

Y el nunca había sonado tan aliviado de decir esas palabras.

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El siguiente capítulo explica un poco más el porqué Jimin es así y porque todos hablan con pinzas del tema. Aunque supongo que ya muchos se imaginan de que va esto.

Falling for you again || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora