Capítulo 4

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Jungkook llevó otra taza de café a sus labios y casi tomó todo de un trago. El odiaba el café cuando tenía diecisiete, así que hizo una mueca cuando Jimin automáticamente se la dio por la mañana. —Créeme.— fue lo que Jimin dijo con una pequeña sonrisa y Jungkook tomó un pequeño sorbo antes de darse cuenta que era la cosa más asombrosa jamás. Ahora sabía porque todo el mundo está tan obsesionado con éste.

—Eres algo como un adicto al café.— Jimin rió cuando Jungkook camino hasta la cafetera para servirse otro.

—Wow, esa cosa es buena.— Jungkook lamió sus labios.

Jimin rió, sus ojos volviéndose en esas medias lunas y hoyuelos formándose en sus mejillas y Jungkook estuvo momentáneamente atontado porque jimin siempre tuvo esa hermosa sonrisa, Jungkook había visto a varias de las personas más calmadas tartamudear cuando Jimin sonreía así, pero después de cinco años y seguía siendo la misma sonrisa.

—Entonces, ¿cómo... uh... nos volvimos pareja?— Jungkook comenzó cuando Jimin estaba colocando los trastes sucios en la lavavajillas. Había estado pensando sobre eso por una hora más o menos, luego de que Jimin había cambiado sus vendajes y se aseguró de que él se sintiera bien. Esperaba que algo regresara, lo que fuera, pero todo en lo que podía pensar era en ese vil maestro de historia que tenía y ganar en el carnaval de deportes de la escuela y como sus padres seguían molestando para que aspirara su cuarto. Problemas de un chico de diecisiete. No sintió nada romántico por Jimin cuando despertó.

Jimin rascó su codo y sonrió levemente. —Tu me invitaste a salir.—

—¿Yo?—

Oh lindo Jeon, jodidamente lindo

La sonrisa de Jimin desapareció y se volvió al lavabo. —Si.—

—¿Que edad tenía?— porque Jungkook estaba seguro que no lo había hecho recientemente. (Jungkook sigue pensando como si tuviera 17)

—Bueno, hemos estado juntos por casi 3 años, no puedes hacer las cuentas?— Jimin rió entre dientes y había un tono burlón en su voz.

Jungkook sintió molestia crecer. Le irritaba bastante que Jimin se burlara de él. Bien, no era el chico más listo y Jimin siempre fue el mejor estudiante en todo en la preparatoria. A veces Jungkook sentía como sie estuviera compitiendo con Jimin todo el tiempo, y que siempre tenía que mostrar que era bueno en todo. —Bueno, diablos, simplemente no puedo creer que pasara. Usted y yo...—

Mierda. El Jungkook de diecisiete no tiene filtro.

Jimin lo miró asombrado, el insulto fue como una bofetada en la cara. —Sólo estaba jugando.— Jimin dijo, su voz cada vez más baja, y luego se encogió como si se estuviera regañando a si mismo por pensar que Jungkook reaccionaría de otra forma. —Acababas de cumplir diecinueve.—

Apuesto que el Jungkook del presente/futuro me quiere matar ahora mismo.

—Ah, ya veo.— Jungkook murmuró, avergonzado. Terminó de hacer su café y regresó a las sillas del desayunado. —Se sorprendió cuando lo invité a salir?—

Jimin peinó su cabello hacia atrás antes de lavar sus manos, su mirada fija en la espuma que el agua se llevaba. Estaba claro que no quería hablar de esto, no con el Jungkook adolescente, al menos. —Mm.—

¿Qué significaba eso? Jungkook golpeó con su pie la encimera de la cocina con el ceño fruncido. Esto apesta. Todo esto de perder tus recuerdos solo pasa en los dramas, no en la vida real. Y ¿por qué él? Jungkook llevo la caliente bebida a sus labios y le dió un largo trago.

—Tengo que ir a trabajar.— Jimin dijo y su preocupación estaba en sus ojos. Jimin tenía ojos sinceros –nunca podía mentirte con esos ojos, Jungkook lo había notado. —Pero mi número está en el refrigerador, así que llámame si necesitas algo. Namjoon vendrá en una hora para hablarte sobre los cargos y todo. Ya me encargué de los daños de tu carro.—

—Bien.— Jungkook frotó la parte de atrás de su cuello. —Gracias.—

—¿Vas a presentar cargos?— Jimin preguntó curioso y Jungkook no pudo leer el tono en su voz y le molestó, porque sintió que el debía hacerlo.

—Bueno, supongo que será acusado por manejar ebrio.— Jungkook habló e hizo su cabeza hacia atrás para pensar. —Hablaré con Namjoon y quien sea mi abogado. Con las cuotas médicas y las de la reparación del auto y todo, probablemente.— Y mi maldita memoria, no nos olvidemos de eso.

Jimin asintió antes de añadir por lo bajo. —Es solo un niño. Sólo tiene dieciocho.—

Jungkook levantó una ceja. —¿Y?—

—Y...— Jimin suspiró. —Sólo... ve con calma.—

Jungkook tomo otro trago de café. Un sentimiento amargo se formó dentro de él, porque ¿Por qué Jimun tenía que ser tan malditamente bueno con todos? El chico estaba bebiendo irresponsablemente y manejó así, y talvez Jungkook ni siquiera recordaba el accidente, pero ¿de quién fue la culpa?

Jimin miró al reloj de pared y rápidamente metió su celular a su bolsillo antes de acercarse a Jungkook como su fuera a hacer algo, y luego se separó con una expresión culpable.

—¿Qué?— Jungkook preguntó, desconfiado.

—Nada, es sólo que, usualmente te doy un beso de despedida.— Jimin murmuró, sus mejillas tiñendose de rosa. —Te ves tan normal ahora mismo. Como mi Jungkook.—

Jungkook se sintió como un intruso cuando Jimin dijo "mi Jungkook" en probablemente el más cariñoso y afectuoso tono que alguna vez usó; era como si él, de diecisiete años, no fuera bienvenido. Somos la misma persona, quiso decir pero su quijada de trabó en su lugar. ¿Y por qué se estaba encabronando tanto por eso? Pero el no quería besar a Jimin, de ninguna manera. Ni siquiera podía pensar en hacerlo.

—Mire, yo... yo no creo que me sienta cómodo con eso...—

—Está bien. Era solamente un hábito.— Jimin dijo con una pequeña risa, rostro rojo, y optó por despedirse moviendo su mano de manera titubeante.

Jungkook apretó su agarre a la taza, sintiéndose mal y responsable por el cambio de humor en Jimin. —En verdad no quiero que todo sea tan extraño entre nosotros, pero para mí nosotros somos...— Sólo amigos, era lo que iba a decir.

—Tu me odias.— Jimin lo interrumpió e irritación se notó en su voz, sin contenerse más. Apretó sus labios cansado. —Yo también tengo esos recuerdos, sabes.—

Jungkook hizo una mueca en su interior. Eso dolía.

—No lo odio.— Jungkook protestó pero pensó en ese último mes (que en realidad fue el último mes hace cinco años), cuando le había gritado a Jimin para que parara de alardear y presumir, o mofarse de él por encabezar el espectáculo de artes y ni siquiera decir felicidades o el otro día cuando lo empujó por estar tan cerca nuevamente.

Jimin pasó una mano por su cabello y Jungkook de repente pensó que debía tomar a Jimin en brazos y decir algo, pero el sentimiento fue pasajero y se fue antes de que pudiera aferrarse a él. —Tengo que trabajar.— Jimin dijo de nuevo y se volvió para seguir caminando.

Jungkook miró al espacio vacío suspirando. No sabía siquiera que carrera había estudiado Jimin –Seokjin no le había dicho. Probablemente no cruzó por la mente de Seokjin que Jungkook olvidaría lo que Jimin hizo. ¿Eran en verdad una grandiosa pareja? ¿Él y Jimin? Él nunca consideró en dicha compatibilidad .

—Estás coladísimo por él.—

Si usted lo dice, hyung.

♡♡♡♡♡♡

Aprovecho para decir que si ven en alguna parte de la historia hay una parte escrita entre paréntesis, en itálica y subrayada, es simplemente una nota que pongo para que se entienda mejor lo que estoy traduciendo.

Falling for you again || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora