Alma Mía •[[PanJose]]•

Escapismo

Ya había pasado un mes desde aquella vez que José y Panchito se habían "reconciliado". Las visitas nocturnas de Panchito a la habitación de José se habían vuelto más frecuentes, el loro tomando la mano de gallo por debajo de la mesa mientras comían y ahora cada que tenían tiempo de escaparse ambas aves se iban a aquel prado de flores donde se declararon su amor por primera vez a pasar tiempo juntos haciendo miles de cosas.

Todo parecí un cuento de hadas, más para José que sentía que al fin lo que tanto había anhelado se volvía realidad.  
O al menos eso las primeras dos semanas, el loro estaba feliz pero un sentimiento de desconfianza lo invadía y más cada vez que veía a Eliza con Panchito, ambos "prometidos" pasaban más tiempo juntos y siempre era por preparativos de la boda. Pero lo peor de todos era que Jose siempre estaba presente, en la elección de colores, en los arreglos florales e incluso en el menú de la boda que fue elegido por José ya que la madre de Panchito se lo había pedido y si había a alguien a quien el loro no podía negarle nada era a la madre de su tan amado gallo.

Hoy era un día parecido, de nuevo a revisar los preparativos de la boda y esta ocasión irían a la toma de medidas para el traje de charro que Panchito utilizaría.
El gallo y el loro se encontraban fuera de la sastrería sentados esperando a que Eliza llegara para poder tener la cita con el sastre.

-¿Qué color de bordado crees que se vería bien? Yo creo que un dorado sería genial pero no lo sé- decía Panchito animado mientras jugaba con su sombrero en sus manos.

-Não estou interessado- contestó Jose totalmente desganado y con las manos cruzadas mirando a otro lado.

-José!- ahora el gallo sonaba molesto- Oye estoy tratando de pasar tiempo contigo e incluirte en esto- refunfuño Panchito mientras miraba al brasileño.

-Oh claro! Lo siento Panchito~ Se te vería genial un traje de charro mientras te casas con una chica y yo quedo como un imbecil ¿¡Estás contento?!- El loro casi grito esto totalmente molesto y le dio la espalda al gallo- Te vas a casar y eso no es fácil para mi...-La voz de José sonaba más que triste.

-Zé lo siento- Panchito suspiro apenado y puso sus manos en lo hombros del de plumas verdad, ante esto el loro se abrazó de inmediato del mexicano y éste correspondió- Quisiera que fueras tú con quien me casara pero ya lo discutimos...

Antes de que Panchito pudiera decir algo más llegó la gallinita, traía un lindo vestido rosado y el cabello amarrado en una coleta cubierta de pequeñas flores blancas. El gallo al verla soltó a José para acercarse a la chica.

-Hola Panchilu!- dijo en una voz dulce y abrazó al gallo para darle un beso el cual fue correspondido.

-Hola Eli~ - contestó Panchito, la gallina volteó y miró que el loro verde que también estaba ahí.

-Hola señor Carioca- la chica hizo una leve reverencia y le sonrió al loro. José estaba seguro de algo y es que en esa chica no había ni un gramo de maldad.

-Olá senhorita Elizabeth- la voz de José sonaba cabizbaja pero aún así besó la mano de la chica, jamás dejaba de ser un caballero.

Las tres aves entraron al local y comenzaron la cita.

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Pedro estaba acomodando algunas cosas en el granero, el gallo de plumas blancas ayuda a su viejo padre a jalar algunos montículos de heno para los caballos.
Después de un rato pararon a tomar un descanso, los gallos estaban sentados y tomando agua cuando Pedro observó a su padre.