Capítulo Treinta y Uno: El diario de Charlotte

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Amber

Marzo 1, 2017

Oakland, California.




Vacío. Esa es la única palabra que tengo para describir el lugar en el que la rubia trabajaba. Todo se siente sin vida, de pronto no encuentro motivo alguno del porque seguir viniendo a este lugar.

Acaricio la silla en la que mi amiga solía sentarse, cayendo en cuenta de que jamás volverá a hacerlo. Sin embargo, dentro de ese mismo dolor, un recuerdo viene a mi mente haciéndome sonreír.

Ella amaba dar vueltas, le encantaba gritar mientras alguno de los chicos o yo lo hacíamos. Lo mejor de ella era su irrelevancia al peligro.

Puedo haber tenido esa cara de ángel, pero por dentro esconde un Adam Jeffrey, osea, su amor por lo extremo. Era una fanática al peligro. Solía contarme, que ese amor le costó muchos moretones y raspones cuando era pequeña, e incluso cuando fue adulta.

Pienso que de ahí pudo nacer su amor por ayudar a los otros.

—Aquí estas— la voz de Kaleb me saca de mis recuerdos, trayéndome de vuelta a la realidad, una en la que mi rubia amiga no está más.

—¿Sucede algo?

—No sé qué le han dicho a Steven, pero esta que no deja sonreír. El entrenador nos ha dado el día libre, al parecer está igual de emocionado— sonrío, la verdad es que también me siento emocionada, aunque me siento un poco más aliviada.

Nos hemos quitado dos grandes pesos de encima, y sin arriesgar nuestro trato con Apple. Al mismo tiempo, no puedo sentir por completo esa felicidad porque he perdido a mi mejor amiga. Estoy segura que si ella lo hubiese sabido estaría aun peor que Steven.

Kayden por otro lado... él es otro caso.

Esta semana no ha sido el mismo. Steven dice que actúa con normalidad, pero que puedes darte cuenta que no su mente está en otro lado. Asegura que ha llegado todos los días con los ojos rojos e hinchados.

Desde lo ocurrido entre nosotros, después de que nos enterásemos de su muerte, no he vuelto a hablar con él. En parte porque estoy enojada y en parte porque me avergüenza. Prácticamente lo culpe de todo, por su muerte y también le desee la muerte a él.

Parte de mi corazón sentía cada una de las palabras que mi boca dijo, la otra parte solamente se dejó llevar por la rabia del momento. Sé que no es culpa de Kayden. La rubia tomo su decisión y no puedo culparlo por lo ocurrido en base a ella.

—Así que tu novio nos invitó a su casa para festejar, no tengo idea porque, pero todos nos hemos apuntado, incluso Kayden quien no ha estado de un muy buen humor... más de lo normal. Todos están buscándote ¿Vas a ir?

—Por supuesto. No me perdería esa celebración por nada del mundo— el jugador de más de dos metros de altura, me observa por largos segundos. Sé que sabe la razón del porque estoy aquí.

El que me mire de esa manera solo provoca que las ganas de llorar vuelvan. Aún tengo muchas lágrimas que sacar.

—Nadie está juzgándote por estar aquí, Amber— se acerca a mí, recargándose en el borde del escritorio—. Para serte sincero, he venido todos los días sin falta, desde que nos dieron la noticia y aun no logro entender como alguien tan bueno pudo irse tan rápido— sonríe con nostalgia—. Charlotte era especial. Era del tipo de mujer que no te encuentras todos los días. Era inteligente, bondadosa, filantrópica, leal y extremadamente bella. Tenía un corazón enorme. El sólo... — su voz se rompe. Tomo su mano, dándole mi mejor sonrisa de apoyo—, la extraño. La extraño mucho, pero extrañarla no la traerá de vuelta. Por lo que solo nos queda aprender a vivir sin ella.

Dentro del Juego (Completa) (#1 Golden State)Where stories live. Discover now