Capítulo Veintinueve: Dolor

619 37 6
                                    




Amber

Febrero 21, 2017

Oakland, California.




Cuando tenía diez años, mi padre me regalo un cachorro. Recuerdo la emoción que sentí cuando lo vi y lo gratificante de las sensaciones que llenaron mi pecho cuando lo estreche entre mis brazos y lo abrace.

Estoy segura que, si los perros pudiesen hablar, mi pequeña mascota se habría quejado, aunque también le hubiese encantado.

La rutina que presente los siguientes días consistía en ir a la escuela y regresar a casa para jugar con Chester.

Era feliz, fue de las etapas más felices de mi vida. no es que fuese una niña sin amigos, porque tenía muchos e incluso algunos de ellos iban a mi casa para jugar con mi mascota, simplemente, la mejor parte del día era cuando ellos se iban y únicamente nos quedábamos él y yo.

Hasta que cierto día, cuando regresaba de la escuela emocionada por jugar, mamá y papá me dieron una de las noticias, que hasta el día de hoy sigue devastando mi corazón.

Chester, mi Chester, mi mejor amigo, había muerto. Papá dejó la puerta del jardín abierta, mi amigo vio una oportunidad y salió corriendo. Justo cuando cruzaba la calle un carro, a velocidad rápida, no tuvo tiempo de frenar y terminó por arrollarlo.

Las lágrimas, los gritos y las constantes suplicas de que fuera mentira jamás, jamás se borraran de mi corazón.

Creí, que nunca antes volvería a sentir un dolor similar, y no me equivoque. Porque perder a Charlotte, no se acerca ni un poco al dolor de perder a Chester.

El dolor es peor. Es agonizante, doloroso, hace arder todo mi cuerpo.

El tan solo recordarla duele, duele porque nunca jamás en la vida voy a volver a escucharla reír, hablar o quejarse. Duele como el infierno porque era mi mejor amiga. Ella no tenía por qué haberse ido. No tuvo por qué acabar de esta manera cuando era una chica tan llena de vida y ganas de ayudar al mundo. Tenía mucho que demostrar y mucho que lograr.

Siento los brazos de Steven alrededor de mi cuerpo, puedo escuchar las palabras que murmura en mi oído y las caricias que da en mi espalda y cabellera, pero eso no sirve. Porque nada va a hacer que Charlotte vuelva. Nada va a traerla de vuelta.

Perder a alguien que se ha convertido en parte importante de tu vida, no hay palabras. No hay sentimiento alguno que pueda describir a ciencia cierta cómo se siente.

Han sido dos días sin poder dormir. Aun uno sé de donde las lágrimas continúan saliendo, pero sé que no voy a detenerme. Siento que la opresión en mi pecho no desaparecerá nunca.

Hace tres días, Charlotte abordo un avión, junto con ocho miembros del equipo quiénes también formarían parte de la clínica en Chicago, después abordaron un vehículo que los llevaría directamente a su destino, sin embargo, eso nunca sucedió.

Jamás llegaron.

Ninguno de ellos llego. Aun no sé cómo sucedió el accidente. Bob, los dueños y la mayoría de los jugadores y personas, estamos reunidos en la cancha del equipo. Veo a todos llorar, algunos confortando a otros, otros siendo confortados.

Drake está sentado en el suelo, con la cabeza entre las piernas, mientras Candace Myers se mantiene sentada a su lado, tomándolo de la mano. Sé que no soy la única afectada por esta noticia.

Dentro del Juego (Completa) (#1 Golden State)Where stories live. Discover now