Capítulo Nueve: Pequeños avances.

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Amber

Noviembre 3, 2016.

Oakland, California.


Cuando tenía cinco años creía que un monstruo se escondía debajo de mi cama. Todas las noches debajo de esta se escuchaba un extraño ruido, como si alguien estuviese rasguñando debajo de esta.

Le dije a mamá, ella le dijo a papá y este me regaño por comportarme como una niña de cinco años. Para este entonces yo acababa de cumplir los cinco.

Recuerdo que una noche me arme de valor para mirar debajo de mi cama y enfrentar a lo que sea que se encontrara haciendo esos molestos y aterrorizantes ruidos.

Grité y caí de la cama cuando el gato de nuestra vecina Jakie, salió y araño mi cara.

Lo único bueno de todo eso fue que los ruidos no se volvieron a escuchar. El maldito animal me había logrado asustar tanto que a lo largo de mi vida ninguna otra cosa lo ha logrado hacer.

Hasta el momento en el que encendí la luz de mi oficina y me encontré a Richard en ella.

El hombre luce como un asesino a serie mientras me mira sentado desde mi silla con un cigarrillo en la mano.

Llevo una mano a mi pecho tratando de controlar el impacto de verlo.

—Richard — exclamo claramente sorprendida —. ¿Qué haces aquí? — su vista se mantiene en mi mientras da una nueva calada a su cigarrillo. No tengo problemas con que las personas fumen, pero odio que ese hombre en particular lo haga y en mi oficina.

—Amber Amber Amber — ahora también odio mi nombre —. De todas las cosas que te dije que no hicieras, vas y haces lo único que creí que había dejado claro: involucrarte con alguien del equipo. Pero no solo eso ¡Vas y lo haces a lo grande! Con el pez gordo ¡Con el capitán del equipo! — ríe, aunque no hay nada de gracia en la forma en la que lo hace. Ni en la manera en la que se levanta y camina hacia mí.

Tengo un mal presentimiento sobre este hombre — ¿No te dije que te alejaras de todos ellos?

—Con todo respeto jefe. Usted no puede decirme que hacer y qué no. Involucrarme sentimentalmente con personas del trabajo no esta prohibido. No viene en el contrato que firme.

—Cuidado como me hablas — de un momento a otro, ya lo tengo tan cerca de mí que puedo oler su habitual colonia mezcla con el humo del cigarro —. ¿Se necesita ser una superestrella para poder coger contigo?

—¿Disculpe?

—No trates de hacerte la virginal conmigo ¿Steven te la mete bien? ¿Su dinero es suficiente para lograr excitarte? ¿Es eso lo que necesito para cogerte? ¿dinero? ¿Esa es tu manera de subir de puesto? Cogiéndote al capitán del equipo — nunca, ni cuando estuve en la universidad, algún chico u hombre me había hablado de esa asquerosa manera. Y eso que me topé con muchos de esos.

Ni si quiera mi padre o Jaden siendo tan machistas se comportaron de esa forma.

Las ganas de vomitar se hacen presente cuando una de sus manos acaricia mi brazo. Me tenso por completo cuando lo guía en dirección a uno de mis pechos.

Si este tipo cree que voy a permitir que me hable y toque de la forma en que quiera, está muy equivocado.

Puede ser mi jefe, pero no por eso tiene el derecho de tratarme de la manera en la que lo está siendo. Puede que todas aquellas tontas de los otros departamentos se dejen tocar y denigrar por este pedazo de mierda, pero no es mi caso.

Dentro del Juego (Completa) (#1 Golden State)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum