Butterfly || Yakusoku no Neverland [Ray x Reader]

Esperanzas.

『[Nombre] Pov』

Una semana había pasado, me sentía cada vez peor por lo que yo misma había provocado, en varias ocasiones Emma y Gilda llegaron preocupadas a preguntarme sobre lo que sucedió, parece que se percataron de la pelea que tuve con Ray ya que en varias ocasiones trataron de juntarnos a ambos y dejarnos a solas, aunque todo terminaba peor.

¿Qué más podía hacer?, no podía llegar y decirles del error que cometí, el error del que me arrepiento. ¿Cómo?, ¿Cómo puedo volver al pasado y corregir mis problemas?, cada vez me quedo más sola, cada vez más pierdo la esperanza de volver a vivir mi vida como antes, como quiero volver a ser esa niña que no le importaba lo que pasaba a su alrededor, siempre sonreía, que siempre tuvo a alguien a su lado que la acompañara a llorar.

Lo peor de todo es que odio fingir una sonrisa, solo muestra lo incapaz que fui, además que odio mentirle a mi familia.

Cada vez que traté de solucionar los problemas los terminé empeorando, ¿Tan inservible soy?, solo creí hacer las cosas correctas, las cosas que podrían ayudarnos. No pude hacer nada y ahora estaba sola en un problema sin fin, por todas esas veces que se tuvieron que sacrificar por mi y mis errores. Nadie es perfecto, y lo sé, pero aún con los errores que se llegan a cometer encuentran la solución, en cambio, yo... yo no pude.

Algo que recuerdo de mi madre es que me enseñó a sonreír, y gracias a los pocos recuerdos que tengo sé cómo es que tengo que actuar, a pesar de ya estar muerta por dentro, lo haré por su memoria.

—[Nombre]— Sentí un pequeño jalón en mi falda.

—Shelly, dime— Me soltó la falda y me agaché a su altura, se notaba nerviosa pero poco después sonrió tranquila.

—Es que queríamos que Norman nos leyera un cuento, pero no está, varios pensamos en que tú nos lo podías leer— Me miró sonriente —¿Puedes?.

—Oh, así que era eso— Asintió, le sonreí —Vayan al patio, ¡Iré por un libro!— Me levanté —¿Alguno en específico?— Negó.

Caminé en dirección a la biblioteca pensando en un libro, por lo general casi siempre leo mis favoritos, pero tal vez los niños se cansen de los mismos cuentos que les leo en las noches, Peter Pan o Alicia en el País de las Maravillas.

Al salir de ahí con historias de la mitología griega escuché con claridad la voz de mamá, esa misma voz que me daba un escalofrío cada vez que la escuchaba, era tranquila, como siempre, pero detrás un tono frío o manipulador. Al acercarme un poco más escuche la voz de Ray, el gritaba, ¿Qué pasa?.

No, recuerda que no te tienes que meter en cosas que nos son tus asuntos.

Antes de que ella cerrara la puerta de la habitación en donde se encontraba hablando con Ray me vio.

—Oh, [Nombre], hasta que te apareces— Escuché un grito, pero no con claridad debido a que cerró la puerta de golpe provocando que me sobresaltara.

Los gritos de Ray iban en aumento, cosa que hizo que mamá frunciera cada vez más su ceño, yo por la lejanía del lugar no escuchaba lo que me quería decir y eso me estaba estresando cada vez más.

—[Nombre], ¿Tienes un momento?. Tenemos varias conversaciones pendientes— Me acerqué a las escaleras.

—Bueno mamá, les prometí a los niños que les iba a leer un cuento, después podemos hablar— Su sonrisa se borró por un momento, los gritos pararon por un momento pero poco después volvieron —Bueno, me voy.

Bajé las escaleras con calma, evitando así las sospechas de mamá sobre mi, pero la pregunta de hace un momento no me deja en paz, ¿Qué pasó entre esos dos?.