Te extraño.

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[Nombre] Pov』

Después de aquella charla tan motivadora no volví a hablar con Ray. Terminamos nuestras cosas en lo que restaba del día.

Caminando por el pasillo de nuevo me topé con el azabache, corrí hacia él y le tomé la mano, después volteó a verme y su cara pasó de una seria a una enojada.

—Ray— Mis manos temblaron de nuevo, el ambiente se tensó y lo solté —Ray... ¿Qué te pasó?, ¿Acaso hice algo mal?.

No me miró, solo volvió a caminar con las manos en los bolsillos de su pantalón, lo volví a detener.

—Ray...

Me empujó alejándome de él, se me hizo raro, por más enojado que esté nunca me habría hecho eso.

—Aléjate de mí, ¿Acaso no te quedó claro lo que te dije?, ¡No me vuelvas a hablar!— Me acerqué a él y lo intenté tomar de la muñeca pero fue más rápido, a pesar de sus intentos de alejarme de él le tomé la mano entrelazando mis dedos y apretando el agarre, el por otro lado, no correspondió el tacto, miraba nuestras manos —¿Cómo pudiste...?.

Subí la mirada, estaba muy enojado, noté pequeñas lágrimas querer salir de sus ojos, se soltó y de nuevo y caminó, pensé en sus palabras hasta que entendí lo que me quiso decir.

Mi cuerpo tembló y mis piernas me fallaron a pesar de estar parada, terminé en el suelo de golpe, ¿¡Donde está tu honor basura?!, ¿¡Cómo fuiste capaz de engañarlos?!. No quedaba de otra, sabía que había cometido un error, pero aún así, aún tratando de arreglarlo... ya no había vuelta atrás. 

Podía fingir, trataba de creerme capaz de hacerlo, soy tan estúpida, dejé ir varias cosas creyendo que podía controlarlo. Terminé de nuevo en mi cuarto, todo estaba oscuro, y aún con la presencia de los demás durmiendo se sentía el lugar solo, tan frío.

Me senté en mi cama, no quería dormir, no podía. Mi mente viajó a varios lugares y aquel cuarto se comenzó a achicar con cada respiro que daba, me sentía sola y desesperada, el calor de mi cuerpo subió y yo no me sentía cómoda estando ahí. Mi respiración se me hizo difícil de controlar y si seguía ahí terminaría despertando a alguien, lo que menos quería en esos momentos era llamar la atención o que simplemente me vean así.

Me levanté y caminé a donde pudiera, la casa estaba a oscuras, sola y cuando por fin sentí el aire golpear mi cara me relajé. Tomé asiento en el césped, las estrellas brillaban junto a la luna, era una vista agradable, abracé mis piernas y suspiré del cansancio que comencé a sentir, no me importó, tampoco creí quedarme dormida ahí.

—Bien, solo necesitas la luz cuando se está consumiendo— Una suave voz a mi lado me hizo sobresaltar.

—¿Eh?— Miré confundida a mis costados buscando a la dueña de esa voz.

—No estés triste, trata de sonreír— La voz de nuevo se sintió cerca mio.

—No, yo no estoy triste, solo que no tuve un buen día y me cansé.

—Entonces si estás triste— La escuché reír, luego suspiró —Tranquila, sabes que puedes confiar en mí.

—Eh... no lo creo, ni siquiera se quien eres.

—¿Cómo puedes decir eso?, ¡Si nos conocemos desde hace mucho!— Por fin capté a la persona frente a mí, era una mujer de unos.. veintitantos años, tenía una sonrisa tranquila y por el ángulo solo pude ver esa parte de su rostro —Bueno, entonces creo que lo mejor serìa presentarme.

Se sentó a mi lado  y solo la observe.

—Soy Laila, un gusto— De nuevo esa sonrisa, no sabia quien era con solo su nombre, pero, algo en ella me inspiró confianza —¿Crees que puedas contarme lo que te sucedió?.

Butterfly || Yakusoku no Neverland [Ray x Reader]Where stories live. Discover now