¿Matrimonio falso? |¿MF? #1|

Capítulo 9: Jackson, Jimmy... ¿O era Jeremy?

Jay

Ya era sábado. ¿Qué significaba eso? Bueno, sonaría extraño, pero por alguna inexplicable razón de verdad quería ir de compras. 

Y no era porque quisiera ir específicamente a comprar ropa y demás cosas; era porque por fin podría llevar a cabo la fase dos. Kim quería que lo hiciéramos hoy sábado, así que aquí me encontraba, organizándome para salir. Le había dicho que la fase dos era cambio extremo, pero no le había explicado en sí lo que implicaba todo. La verdad era que me encontraba emocionado porque, vamos, todo esto lo estaba haciendo para mi boda.

Mi boda. Mi matrimonio falso.

Todo parecía tan irreal; sin embargo, era algo que necesitaba hacer.

El martes la había pasado mejor de lo que pensaba con Kim; no imaginé que reiría tanto estando con ella, aunque la situación en la que estábamos era más que todo seria. Cuando llegamos a su casa, Matt ni siquiera se mostró sorprendido o algo parecido al vernos llegar juntos, así que por ese lado estuve más tranquilo. Después, él y yo nos pusimos a jugar en la Xbox, y Kim seguramente se marchó a su habitación. Ella detestaba estar presente cuando jugábamos porque nosotros lo único en lo que pensábamos era en el juego, así que era ignorada. No me gustaba ignorarla, pero diablos, yo amaba jugar a la Xbox. Más tarde, en algún momento de la noche, me quedé dormido en el sofá y me levanté temprano luego de que Matt se fuera a trabajar. Hablé con Kim por mensajes de texto durante todo el miércoles e incluso antes de irme a dormir. No sé por qué, pero charlar con ella era tan fácil, hacía de la conversación algo amena, interesante, no aburría. Pasaba todo lo contrario con las chicas a las que había llevado a la cama, ellas solo pensaban en... sexo.

Le dije que pasaría por ella aproximadamente a las dos de la tarde, así que me duché con rapidez y me vestí para tener el tiempo suficiente para hacer lo que tenía planeado. Antes de recogerla a su casa, debía ir al hotel de mi papá a hablar con ese tal Jacob o Jeremy. No podía recordar cómo se llamaba con exactitud. O no quería recordarlo.

Mamá también me acompañaría, pero me dijo que ella misma me recogería porque no se fiaba de mí, y más manejando un auto. Era bastante desconfiada a pesar de que tenía la licencia de conducir hace mucho.

Estaba agarrando las llaves de mi apartamento cuando escuché la bocina del auto. Bajé las escaleras rápidamente y divisé el auto aparcado en frente del edificio. Entré a él mientras saludaba a mamá. Ella me sonrió.

—Hola cariño —dijo.

—Hola —respondí—. ¿Cómo va todo?

—Va bien... supongo. —Hizo una mueca. Para ella aún era difícil la muerte de papá, aunque no lo demostraba a simple vista. La única vez que lloró fue en el entierro, pero si mirabas sus ojos, si mirabas con atención ambos ojos cafés, se podía ver claramente que el dolor seguía allí. Palpable. Y verla de esa forma me hacía sentir impotente.

Se puede decir que yo lo superé de mejor manera. Papá y yo no teníamos una muy buena relación, pero, a pesar de eso, sé con certeza que él me quería así como yo lo quiero a él.

Siempre he pensado que él quería transformarme; quería convertirme en algo que yo no era, en su prototipo de hijo perfecto. Esa era la base de las múltiples discusiones que tuvimos; sin embargo, yo no deseaba hacer lo que él quería porque habría sido hipócrita de mi parte y no me sentiría... feliz, eso era. Anhelaba con todas mis fuerzas que él entendiera que no me sentía cómodo con lo que me pedía, mas no se daba cuenta de ello. Todo su plan era tan sórdido que me enfurecía.