23

1.7K 232 55
                                    

Jongho.

–Buenas noches.–dijimos al unísono con mi novio entrando a nuestra habitación.

Después de decidir que haremos mañana cada quien fue a su habitación correspondiente a hacer lo que querían. Me lancé a la cama, seguido de Yunho, quien en cuanto tocó el colchón abrazó mi cintura, acercando un poco más nuestros cuerpos.

Los momentos entre nosotros son cómodos para mi, hasta puedo decir tierno y cálidos. No es necesario que tengamos que besarnos cada rato o tener sexo todo el tiempo, con un simple abrazo, gesto o palabras nos sentimos cómodos con él otro.

Me siento en la cama con las piernas cruzadas bajo la atenta mirada de Yunho, parecía curioso por lo que estaba haciendo, ya que me separé de él sin decir una palabra.

–Te dije que si dormías a mi lado, te contaría el porque me drogaba.– este se sentó al instante y me abrazó.

–Si no quieres está bien, es tu decisión si me quieres contar.

–Es que yo quiero contartelo.–me separé para verlo a los ojos– Quiero que sepas todo de mi, como yo sé todo de ti, aunque fuera por órdenes de Wooyoung y eso...

Asintió comprendiendo todo al instante, sé que no me juzgará. No me gusta recordar mi pasado a veces siento que se puede repetir la misma historia o que suceda algo similar. Pero yo sé que Yunho no es igual a todas las personas de mi pasado.

–Yo estuve con un chico a los dieciséis, él me metió a esta obsesión de droga. Yo en ese tiempo pensaba, que si hacía lo que él quería, me amará por siempre. Toda mi vida supe que drogarse estaba mal, aunque la curiosidad siempre me llamaba. Y en mi casa tampoco me decían mucho. Mi padre un alcohólico maltratador, y mi madre una prostituta barata, que siempre llevaba hombres a casa cuando papá no estaba. Escuchar esa cama chocar contra la pared, los gemidos y gritos de mi madre en los que pedía que la partieran en dos, me atormentaban todas las noches. Vez que podían me insultaban o me degradaban por cualquier cosa, "que inútil eres", "marica", "pareces un puerco", "¿por qué te tuve?".

Tu eres lo más hermoso que he visto en mi vida, y que te digan cosas así, yo solo quiero golpearlos.–sonreí, ¿en serio puedo merecer a alguien así?. Siento que mis ojos se ponen húmedos, pero no lloraré.

Por eso cuando el chico me dijo que era lindo, no pude evitar pensar que podría ser amado por alguien, me ilusioné. En nuestra segunda cita tuvimos relaciones y cuando sentí ese polvo entrar por mi nariz, pude sentirme libre. Libre de cualquier sentimiento y de todo pensamiento, no me importaba la gente o lo que pudieran decir de mí, todo gracias a él.–sentí como la primera lagrima caía y un sabor amargo se sembraba en mi paladar–Fuí una apuesta, hyung, le ofrecieron dinero si conquistaba al gordo del barrio. Me sentí tan estupido, no debí creer que en serio podría llegar a ser amado, por eso yo...

Yunho me abrazó con fuerza. Podía escuchar sus sollozos y sentir sus lagrimas empapar mi hombro. ¿Cómo puedes ablandar mí corazón tan fácilmente?.

–No es necesario que sigas, lo siento.–hizo más fuerte nuestro abrazo.

–¿Por qué te disculpas?–pregunté tratando de sonreír, ya no era capaz de parar mis lagrimas.

–Por no haber llegado antes a tu vida.

¿Como puedes ser así? Hiciste que volviera a creer que pueda importarle a alguien, que perdía tener su amor, y ahora si te pierdo, no sé que haré con mi vida.

–Yunho, te amo.–se separó de golpe viéndome con sus ojos hinchados, ¿fuí muy rápido?–Sé que son muy importantes esas palabras...

No me dejó terminar, juntándo nuestros labios en un beso tierno y lento. Estos besos, son los que me hacen feliz. No, los besos no, si no quien me los da, la persona quien me da estos besos me hace feliz.

Los Elegidos {Ateez}Where stories live. Discover now