Capítulo 30 "Angelito bueno, angelito malo" (Donghae)

3.9K 290 20
                                    

Capítulo 30 "Angelito bueno, angelito malo” (Donghae)

En pocos minutos nos habíamos desnudado del todo. La ropa nos molestaba, al menos a mí. Tan solo quería tocar su piel, notar el roce de su cuerpo contra el mío. Además, sentía tanto calor… Estaba muy excitado. Además, Hyuk parecía otro. Era como si se hubiese deshecho de lo que le mantenía atado y avergonzado. Cosa que me encantaba.

Su boca estaba situada justo en la zona de mi cuerpo correcta. Volviéndome loco por completo mientras yo luchaba por no gemir demasiado fuerte.

Alcé mi pierna derecha, colocando mi pie sobre su espalda, sin que él dejase de lamer mi miembro y elevé mi cadera por el puro placer que se iba apoderando de cada milímetro de mi piel. La mano derecha de Hyuk asía mi cadera y con la izquierda sujetaba la base de mi sexo para ayudarse. Era una locura. Era el mejor sexo oral de mi vida.

Pero si continuaba así, me haría durar poco, y quería llegar hasta el final, así que tiré de su pelo suavemente para que se apartase y se le escapó un hilo de saliva al hacerlo. Por Dios bendito… Sonreí de pura felicidad, dejando mi cabeza recostada sobre el colchón y Eunhyuk se colocó justo encima de mi cuerpo.

Lo miré y él me besó con mucha pasión al tiempo que empezaba a restregar su entrepierna contra la mía. Notar su pene duro contra el mío fue increíble. Sin duda, aquel no parecía mi chico. ¿Qué se había tomado? Estaba que explotaba de lo cachondo que iba. Me gustaba. Así que le devolví los besos, moviendo también mi cadera para crear esa fricción tan placentera.

Lentamente dejé su boca para poder dedicarme a su cuello y no pude evitar hacerle un chupetón. Succioné con fuerza y jadeó, apretándome contra él. Deslicé mi lengua por su nuez hacia su mentón y la introduje en su boca otra vez.

-No puedo más… -me avisó.

-Hazlo ya.-le di permiso.

Yo tampoco aguantaba más. Quería que sucediese, quería que me hiciera el amor. El miedo se había disipado. Por ello, alargué la mano hacia la mesita y cogí el lubricante, pasándoselo a Hyuk, que deprisa llevó la boquilla a mi trasero y apretó, introduciendo el gel frío en mi interior. Me estremecí y mi cuerpo se anticipó a lo que iba a suceder, excitándome más si cabe.

-Hazlo…-rogué.

-Voy…

-Despacio.

-Tranquilo…- me dio un pico y me dejó girarme y ponerme a cuatro patas.

Tras esto, se puso el preservativo y sujetándose a mi cadera con una mano, se ayudó a penetrarme con la otra y yo me sentí… Extraño. Era algo totalmente nuevo para mí, pero no me desagradó. Por fin, por fin después de tanto tiempo guardando mis sentimientos y mis deseos, sucedía y no solo en mi mente. Estaba con mi Hyuk en la cama, a miles de quilómetros de casa, donde nada ni nadie nos podía interrumpir ni juzgar. Siendo libres, libres de expresar lo que sentíamos el uno por el otro.

Con suavidad, empezó a embestir sin tregua, entrando y saliendo de mi interior, al tiempo que me masturbaba, lo que lo hacía mucho más agradable y placentero. ¿Dolía? Un poco, sí, pero me daba igual. ¿Qué importaba un poco de dolor comparado con estar junto a la persona que se ama? Era el mejor momento de mi vida. El más bonito. Tan solo se nos escuchaba a nosotros dos, jadeando, gimiendo al compás del vaivén de su cadera, que chocaba cada vez con más brusquedad contra mi cuerpo.

This love is killing me (Eunhae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora