FUTURE DAYS WITH THE FLASH | LIBRO 3

10 - A Promise

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Fue bastante agradable no estar agobiado por las fuerzas del mal que se abren camino para destruir la realidad que conocías. La ciudad no tenía una nueva ola de meta-humanos o de robos. No había un Reverse Flash o un Zoom, sólo simples misiones fáciles que te permitían estar en casa para la cena. Pero ya sabes lo que dicen; nada bueno dura para siempre.

"Apenas has tocado tu comida", señalé a Barry.

Estábamos sentados en una mesa de un restaurante de lujo que Frankie había estado frecuentando durante semanas, en el Lower West Side de la ciudad. El restaurante era un dulce lugar italiano con luces parpadeantes y música suave que fluía por los altavoces. Habíamos hecho reservas hace semanas y ahora parecía que Barry no estaba tan interesado. "¿Se trata de Julian Albert, otra vez? ¿O el caso en el que estamos trabajando?"

En mi ausencia ayer, Caitlin había descubierto que las cáscaras que se encontraban en la ciudad no contenían materia oscura, sino elementos de la Fuerza de la Velocidad. El hombre vinculado a ellos era Edward Clariss, alguien que Barry ya conocía aparentemente.

La cabeza de Barry apareció con la mención de su compañero de trabajo, un hombre británico que no era muy aficionado a los meta-humanos. Había estado en la ciudad durante un año y desde entonces, Barry no paraba de decir que no le gustaba Julian.

"¿Cómo conoces a Julian?"

Pestañeé ante la pregunta, viendo cómo sus ojos brillaban con algo que no pude precisar. Barry había estado actuando de forma extraña todo el día y no pude entender por qué.

"Lo has mencionado todos los días durante el último año, Barry."

"Lo siento", confesó dejando que sus hombros subieran y bajaran. Bajé el tenedor, mi apetito se fue con el giro de la conversación. Pude ver que estaba luchando con algo y tal vez este no era el mejor lugar para tener cualquier conversación que estuviera a punto de suceder. "No quiero arruinar la cena, no cuando estabas tan emocionada..."

Lo miré y en ese momento supe que algo estaba nublando sus pensamientos. Era la misma mirada que me había dado cuando confesó que era Flash después de que yo juntara las piezas. Estaba escondiendo algo que le estaba comiendo vivo.

"Frankie te habló de este lugar, no de mí. Fue idea tuya. ¿No te acuerdas?"

"En realidad, no."

Las palabras me tiraron del corazón así que, incliné la cabeza a un lado, con los ojos bien abiertos. Barry Allen se sentó frente a mí, intentando con todas sus fuerzas decir la verdad. Nunca había sido muy bueno guardando secretos, pero parecía que éste se estaba apoderando de sus emociones.

"Barry, ¿qué está pasando?" Susurré mientras una camarera pasaba, dándonos una sonrisa a los dos.

Se inclinó hacia adelante, su mano tomando la mía. "Va a parecer una locura..."

"Somos meta-humanos", añadí con una risa tranquila. "Tú viajas en el tiempo y yo me vuelvo invisible. Hay diferentes mundos ahí fuera y gorilas telepáticos y otras versiones de nosotros mismos, la locura no empieza a cubrir nuestra vida."

Barry dejó salir un aliento tembloroso, sus ojos cayendo a nuestras manos enlazadas. "Viajé en el tiempo esa noche en el porche cuando dije que necesitaba tiempo para entender las cosas. Volví a la noche en que mi madre fue asesinada... impedí que sucediera."

Ya se estaba formando un ceño fruncido en mi frente, "Pero tu madre sigue muerta, Barry".

"Lo está ahora", continuó. "Pero durante unos meses no lo estaba porque yo había creado esta nueva línea de tiempo y viví allí por un corto tiempo. Pero empecé a olvidar los recuerdos y necesitaba arreglar las cosas, así que volví y reescribí los eventos con mi madre."