Sin duda ellos no eran la clase de personas que él desease ver, y sinceramente; tal vez él no quería ver a nadie. Sólo dejar que una roca le cayese para pasar a la clandestinidad y trabajar desde las sombras en busca de un bien común. – "Hokage-sama" – dijo el chico intentando hacer una reverencia; pues tendría que fingir respetar a la autoridad si quería tener una oportunidad de salirse con la suya.

"Obito, ¿Estás bien, te duele algo?" – su atención se fijó en la figura femenina de cabello rojo que se acercó a él para examinarlo, pero esta vez no con una faceta indiferente, sino mostrando la mayor empatía posible por ella; indudablemente, todos los presentes habían visto el sello en su brazo y esperaba que su conversación con Minato lo haya salvado de esa explicación. – "No, estoy bien; no me duele nada"

Miró a Mikoto, ella nunca lo trató mal y al verla no pudo evitar analizar su apariencia, pudiendo notar sus facciones, más específico: sus ojos y su cabello negro, que se le hicieron muy conocidos – 'Entonces Sasuke sacó su apariencia de ella...' – "Obito, ¿Es verdad que tú hiciste estos sellos?"

"Si, yo los hice; se lo había dicho ayer a Minato-sensei". – hizo una pausa para esperar a que alguien decidiese hacer otra pregunta.

"¿Qué fue lo que pasó?, al llegar a la ubicación de tu casa, lo único que encontramos fueron una casa en llamas y un cráter con un cadáver sin piernas; que aparentemente usó un jutsu de sellado que arrastraba lo que había a su alrededor, y tú estabas más cerca de lo recomendable" – eso último lo dijo con sospecha el líder del clan.

Eso significaba que los demás ninjas habían sido alcanzados por la técnica, así que ellos creían que sólo una persona lo atacó – "Yo lo maté" – las miradas de los presentes se centraron en él – "Él entró a mi casa buscándome, se enfrentó a mi abuela; yo la llevé al hospital y me enfrenté a él." – Ellos parecían preocupados por el hecho de decir que él era el objetivo, pero también mostraron un poco de tristeza por lo de su abuela, lo cual le daba una oportunidad para cambiar el tema – "Por cierto, ¿qué pasó con mi abuela?, ¿Dónde está?"

Los cinco se mantuvieron en silencio unos segundos. Sabían que esto sería difícil de explicar y podría quebrarlo mentalmente; pero también serviría para saber si obtuvo o no el sharingan y como una explicación de cómo pudo derrotar a al genio Hatake Kakashi y a un shinobi de aparente rango jounin. – "¿Puedes caminar?" – Esta vez el que habló fue su maestro; a lo que el menor asintió poniéndose de pie.

El trayecto fue silencioso, nadie dijo una sola palabra, pero por el lenguaje corporal sabía que ellos ocultaban algo, y que aquello probablemente fuese algo malo; además de que Kushina y Mikoto se acercaron a él, no sabría decir si sus intenciones serían evitar que escapase o como medida de precaución, pero parecieron querer darle apoyo o cariño pero él descartó tales pensamientos.

Se detuvieron en la misma habitación donde Obito había tenido su última charla con su abuela, y cuando este estuvo a punto de abrir la puerta fue detenido por Minato que lo tomó del hombro haciéndolo girar para verlo a los ojos – "Obito" – el tono en su voz reflejaba preocupación, y un poco de tristeza – "pase lo que pase; estaremos aquí para apoyarte" – Kushina se acercó para imitar la acción. La situación le pareció curiosa a Obito; aquellos que tenían el mismo apellido que él parecían mostrar menor interés en su bienestar que la pareja que había frente a él, y aunque lo agradecía, era algo que sentía no merecer y a la vez le preocupaba, significaba que su abuela... tragó saliva; sabía que podría significar y lo único que faltaba era que él lo confirmara al abrir la puerta.

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