Dudas

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Dedicado a todos aquellos que siguen aquí, a pesar de mi extrema tardanza.

Estuve pensando en que lo mejor sería mantener la narración en tercera persona en vez de alternar a la primera.

Además de eventualmente, corregir errores de ortografía CUANDO termine la historia.

Y si, sé que han pasado años; no, no estaba muerto.

Sino muy ocupado.

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En algún lugar.

Si la situación no era lo suficientemente extraña, ahora era irreal.

No pudo explicar porqué se sentía tan cansado, después de todo solo había usado el sharingan para poner a Gai bajo un ligero genjutsu; pero instantáneamente al hacerlo, se sintió somnoliento.

Por eso al cerrar los ojos, esperaba que nada extraño – más de lo usual – ocurriera.


Otra vez estaba equivocado.

Al poco tiempo de caer en letargo, se encontró en un lugar inesperado; completamente en blanco sin aparente límite en cualquier dirección, incluso arriba. Al mirar al suelo, contempló su reflejo. Uno que no esperaba volver a ver.

Un adulto con dos ojos rojos inusuales con la mitad de su torso de un color blanco antinatural así como con profundas cicatrices en el lado derecho de su rostro causadas hace mucho tiempo.

"Imposible" – Dijo Obito para proceder a mirar sus manos y notar la ausencia de células de Hashirama así como al tocar su rostro y notar una piel impoluta. – '¿Qué es esto?, ¿algún tipo de genjutsu?' – pensó antes de activar su sharingan intentando evitar cualquier intrusión a su mente; sin embargo sus esfuerzos fueron vanos, puesto que nada cambió.

'Esto definitivamente no es un genjutsu, al menos no uno ordinario' – se dijo así mismo antes de empezar a caminar por el aparente vacío sin rumbo en específico.

Mientras avanzaba se percató que su reflejo empezó a cambiar, al principio se veía como él se veía en sus últimos momentos de vida; con el cabello blanco. Pasó también por la apariencia de Tobi con la que se mantuvo de incognito durante mucho tiempo, hasta el punto donde Guruguru estivo unido a él cuando salió de la cueva. Lo que lo tomó por sorpresa, fue ver que llegado cierto punto: su reflejo desapareció.

No sabría decir si eso era algo bueno o algo malo.

Pensó en seguir avanzando hacia la nada, sin embargo; se paralizó al percibir que algo lo llamaba en otra dirección, algo poderoso.

Entonces lo vio.

La figura de un hombre por encima de otros; cuyo reflejo era inexistente en el suelo, sobre el cual flotaba sin mostrar un mínimo esfuerzo. Sus duras facciones y su mirada parecían juzgarlo más allá de lo visible, denotando su enorme poder al poseer esferas negras que se mantenían levitando debajo de él, junto a un bastón que Obito reconoció al instante. Incluso antes de mirarlo a los ojos; supo que este encuentro sería relevante hasta el fin de sus días.

Suponiendo que este no fuera el momento donde sus días acababan.

El Rikudo sennin lo observaba. No sabría decir si sus intenciones hacia él eran hostiles o si simplemente su presencia no le era grata al sabio, puesto que su semblante no cambió a pesar de establecer contacto visual. El Uchiha sabía muy bien que no había nada que pudiera hacer si la figura frente a él decidía eliminarlo de una vez por todas, después de todo; la diferencia de poder entre los dos era sumamente abismal y cualquier intento por defenderse sería completamente inútil, probablemente incluso el kamui, a comparación del primer y auténtico Rinnegan.

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⏰ Last updated: Apr 18, 2023 ⏰

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