023|Visiones.

47 10 5
                                    

Iñaki

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Iñaki

Me había quedado muy preocupado pues lo que había visto unos minutos antes no era algo  que se podía dejar de lado.

Elizabeth no le estaba contando la verdad de las cosas a Askary. 

No le dijo que el accidente, su sed de sangre lo había causado el contenido de aquel frasco que le enviaron aquel día. 

Al tener este don puedo orientar a los vampiros y personas de que no sigan cometiendo los errores ya pasados, está en ellos hacer caso o sufrir las consecuencias de sus actos. Muchos me preguntaron por qué no decía lo que veía; no tenía caso hacerlo, ya era el pasado  solo me quedaba aconsejar.

Caminé hasta uno de los pequeños sofás que tenía en la sala de estar cuando recordé  porque no me establecía. Era gracias a mi don que no podía tener una vida tranquila. tenía que estar huyendo constantemente al saber las atrocidades que son capaz de cometer algunos vampiros, soy uno de los pocos vampiros con esta “maldición” que aún existe, los más malvados se enteraron de nosotros y los extinguieron.

Mi categoría  es más buscada por el hecho de que sabemos quién hizo tal cosa, donde, como y cuando, a diferencia de los demás vampiros que  poseen dones mentales, por ejemplo:  vampiros que leen la mente se guardan ese pequeño dato para su beneficio, en mi caso algo me impulsa a dar un indicio de lo que ocurrió.

Mañana partiría de Italia por el bien de todos, su creador estaba cerca y era uno de los más despiadados que podía  existir.

El mundo vampiro tiene el una sola regla " Permanecer en las sombras" para así salvaguardarnos, pero él era ese vampiro rebelde y sediento de venganza que no le importaba hacerse notar con tal de que todos sufrieran.

La primera vez que me topé con él fue en España, cuando apenas estaba comenzando la guerra fría.

Por suerte nunca supo quién era.

Fue la masacre más escalofriante que cualquiera podría  ver, eso humanos no tenían la culpa de lo que había pasado antes.

Di vuelta al sentir como el olor del bosque cambiaba,  de principio era fresco y dulce pero de pronto se convirtió en olor a sangre amarga, el olor que el desprendía al estar en un lugar era el olor a muerte.

No podía dejar solo  a Askary pero para su desgracia no era mi creador, no era mi creación y no era mi lucha. Podrá sonar muy egoísta de mi parte pero… no puedo dejar que sepan de mí y aparte el sabía en lo que se estaba metiendo al crearla.

El libro de historia en el que me he convertido me ha ayudado a comprender que no podemos seguir aferrándonos al pasado, que debemos avanzar de una vez por todas, pero no todos piensan eso, prefieren seguir dañando su alma con el recuerdos de lo que puedo haber hecho en tal situación haciendo que llegue a tal grado de frustración y  lo intente una y otra vez sin importar lo que puede pasar.

El odio también es un detonante de todas las tragedias de la humanidad. Estuve muchas veces cerca de esas personas tratando de persuadirlas basándome en las cosas que había visto antes, pero siempre eran en vano.

Elizabeth me recordaba tanto a la creación de quien me había enamorado hace cientos de años… era tan carismática y frágil, y lo peor de todo; confiada, ella creía que todo lo malo tiene un lado bueno y viceversa pero se equivocó, trate de ayudarla, estuve a su lado cada maldito segundo de su existencia, sabia todo lo que había hecho, hasta intente convencerla de poder huir de una vez por todas pero ese vampiro pudo más que yo  gracias a sus poderes.
Poderes que desgraciadamente acabaron con la vida de ella, de mi único y gran amor.

Tomé la pequeña maleta de manos que había preparado la noche anterior la cual poseía pocas cosas, libros, folletos cosas solo para decir que llevaba  algo, antes de salir vislumbre en mi encimera un libro que hace años no leía y que siempre guarda...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tomé la pequeña maleta de manos que había preparado la noche anterior la cual poseía pocas cosas, libros, folletos cosas solo para decir que llevaba  algo, antes de salir vislumbre en mi encimera un libro que hace años no leía y que siempre guardaba con mucho recelo, un libro de empastado negro que a la vista daba la impresión de ser un sobre, en sus esquinas tenía  algunas decoraciones, en el medio, se notaba las iniciales "L III",  lo tomé en mis manos y verifique que todo estuviera bien con él. Había olvidado que la noche anterior lo había sacado para llevármelo, en  el habían miles de secretos que no podían ser descubiertos por vampiros mal intencionados.

Volví a abrir la maleta y lo metí, salir de aquel lugar que había sido mi lugar favorito en este país. Caminé hasta llegar al aeropuerto, aunque corrí un gran tramo para no levantar sospechas o miradas extrañas de los locales.

Aborde el avión y mientras esperaba que despegara vi todo lo que había pasado la noche anterior.

Fue error de ambos, ninguno contó completamente la verdad, si hubieran sido sinceros esto no estuviera pasando.

Pensé unos segundos,minutos... justo antes de que la azafata diera la voz de que ya estaban por cerrar el avión me levante.

—Un minuto por favor— ella  alzó la mirada y frunció  el ceño —, debo bajar de inmediato.

—Disculpe señor pero no es posible.

—Debo bajar, olvidé uno de mis equipajes.

sonrió de manera compasiva

—Tranquilo señor, confirmaremos con el aeropuerto y ellos se lo harán llegar a destino.

—No entiende—hice un silencio y comencé a usar mi otro don, el de hipnotismo—, Usted va a hacer lo que diga...

Con mirada perdida la chica asintió.

—Dirás que no podemos partir aún porque nos faltan más bocadillos—sonreí al decir aquella tonta excusa, no tenía otra cosa que ordenarle, necesitaba bajar de una vez por todas.

Tomó el radio y le notifico a los pasajeros que aun no podíamos despegar, las personas estaban muy confundidas pero ya no era mi problema, bajé rápidamente de aquel avión y corrí hasta llegar a la casa de Askary.

Podía percibir  un ambiente muy hostil, quien me había abierto la puerta había sido Leila, ella no me preocupaba tanto como mi amigo que al verme no pudo mas que guardar silencio.

Me acerqué a él, estaba tenso y  era obvio.
A partir de ahora todas las cosas ocultas saldrían a la luz.
Su pasado, su presente y su futuro.

En su interior solo habitaba una bomba que  con el mínimo roce podía  explotar arrastrando todo a su paso, sin importar nada ni nadie.

Siento lástima por la chica, pero todo esto apenas está comenzando.

†††††††††††††††††††††††††††††††††††

¡Mataron!
1/4

Oscuridad Total ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora