Extra 7. La maldición de la piedra

317 6 4
                                    

Cuidense chicos, a lavarse las manos. Con la cuarentena creo que será rápido para traer las correcciones y más partes de las historias para entretenerme un rato. 

Tengo banners para esta historia. Las verán mientras voy corrigiendo la historia. 

Zazil Ha

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Zazil Ha

Después de terminar los libros, decidió buscar a John para meditar todo. Lo había dejado abandonado desde el día que tomó el primer libro. No eran los más entretenidos pero si quería saber más de Nicholas, tenía que leerlo quisiera o no. Fui a su cuarto pero no encontré a nadie. Había una nota en la mesa.

John se había ido.

John Bartolomeo Read

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

John Bartolomeo Read

Desde que fuimos al lugar donde nací, Zazi parece estar demasiado atenta con los libros que encontró en esa casa que un día fue mi hogar. Intentaba estar con ella, pero siempre me ignoraba. No sabía como llamar su atención. Si lo hacía, tal vez se enojaría por no dejarla concentrar. De una u otra, empecé a combatir para perder el tiempo. No había nadie que pudiera ganarme. Era demasiado aburrido si no podía hacer que alguien me ganará. De una manera sigilosa, tuve que alejarme para pasar el rato.

Dejando una nota en su cuarto, se fue. Pero una compañía estaba cerca de mi. El pequeño mono se acercó a mi cuello. Se enredó. Al parecer sabía que me iría y tomó fuerza en mis hombro para mantener el equilibrio del pequeño bote.

— Pequeño Jack vamos a un lado donde pueda entender un poco más este lugar. Ir en barco me gusta, no sé qué cosas hice antes para durar tanto tiempo sin ver la tierra. Ahora eso no importa, al menos que lo recuerde. Espero. ¿No estaré haciendo una locura, verdad?

El peludo mono me miraba. Ojalá pudiera hablar. Tal vez me tendría un consejo. No me detuvo para nada. Tal vez lo hacía antes. Espero que sí, si no, no pasa nada a que me regañen.

— Pequeño Jack reza porque se queden unos días en este lugar. Igual si no están, los esperaré en Tortuga. Es fácil llegar ahí. Espero.

Sin más reme hasta encontrar tierra firme. No estábamos lejos de ella. Tal vez era el destino que íbamos. Este lugar me era conocido. ¿Realmente esto es una casualidad? Sentía lo mismo que cuando estuve en esa isla que nació Nicolás Flamel.

Piratas del Caribe: La Hija del MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora