PARTE I. CAPÍTULO XII. La pronta partida de París

Start from the beginning
                                    

- También en eso tienes razón. Por eso será indispensable actuar al unísono.

- ¿Se refiere a dar los dos golpes al mismo tiempo?

- Exacto.

- Se puede hacer, pero necesito un hombre adicional y el único que considero suficientemente confiable está fuera de París.

- ¿Qué significa eso de ser suficientemente confiable y cuál sería su encomienda?

- Es disciplinado, ágil, frío y magnífico con la ballesta. Su misión será eliminar al obispo con un tiro de ballesta cuando salga de la iglesia de Nuestra Señora a donde seguramente seguirá acudiendo a diario.

- ¿Y cómo será recuperada la pintura?

- Yo junto con mis dos ayudantes le arrebataremos la pintura a don Iñigo.

- ¿Cuánto tiempo requieres para integrar al tirador a tu grupo?

- Solo tengo que ir por él, cabalgaré toda la noche para regresar mañana al alba.

- Tráelo y si su facha me satisface quedará contratado. ¿Cuánto más necesitas?

- Un tanto igual al convenido.

El embozado personaje lanzó al espía un pequeño bolso de piel que con el seco sonido que produjo al ser atrapado reveló estar repleto de monedas.

- Si no acepto a tu recomendado tendrás que buscar otro sin modificar el precio. Ahora vete.

- Buenas noches su señoría.

Con la misma premura con la que entró, el sicario abandonó la casa.

Nosotros hicimos lo mismo y nos dirigimos a un solitario callejón en el que Xóchitl hizo que recuperamos nuestra visibilidad.

Nos convertimos así en una joven pareja que caminaba en búsqueda de un buen lugar para observar el espectáculo de la puesta del sol desde la Ile de la Cité.

Yo me sentía frustrado por estar limitado en mis capacidades y lo primero que se me ocurrió fue reclamar a Xóchitl por dosificarme la información que ella obtenía con facilidad.

- ¿Por qué no me alertaste antes de este complot?

- Porque no había tomado forma y no significaba un peligro.

- El que lo digas no me reconforta. ¿Se te olvidó que en la misión anterior yo fui ejecutado en un tris y en tus narices?

- No, claro que no, pero en aquella ocasión ya habías terminado tu misión y solo aprovechamos las circunstancias para que hicieras una salida espectacular.

- ¿Aprovechamos?, nunca lo discutimos, tú optaste por lo que consideraste la mejor solución.

- ¿Y no lo fue?

- La verdad no lo sé.

- Entonces no aleguemos. Ahora es diferente, la misión no ha terminado y tenemos que hacer lo necesario para frustrar lo que estos delincuentes están planeando.

- Sí, de acuerdo, tienes razón....

Cruzamos un puente y caminamos sobre la otra ribera del Sena, avanzamos distraídamente hasta dejar atrás el humilde caserío ribereño y nos internamos en un barrio de improvisadas casuchas.

Súbitamente una gavilla de harapientos comenzó a seguirnos, decidimos entonces regresar sobre nuestros pasos y cuando lo hicimos se abrieron en abanico en franco desafío, les dimos la espalda y corrimos como gamos. Nos ocultarnos tras una carreta abandonada en donde nos hicimos invisibles para caminar entre ellos con rumbo a la isla de París.

RECUERDOS TRASCENDENTALESWhere stories live. Discover now