SCARS

Capítulo 30

Capítulo dedicado a todas y cada una de las personas que lee esta historia. Gracias.

El almuerzo en Joe's fue tranquilo pero de alguna manera no dejaba de pensar que ahí fue el primer lugar en el que Will, Daxton y yo hablamos detalladamente sobre las apuestas por primera vez. Ese día se veía muy lejano e irreal, yo solo quería hacer el proyecto y desvincularme de esos chicos lo más rápido posible pero aquí me encontraba unas semanas después: almorzando con uno de ellos, quien era actualmente mi novio, y su más que adorable hermana menor.

Aún estaba sorprendida porque Will aceptara ir al baile conmigo -aunque tenía mis sospechas de que solo lo había dicho para que no fuera junto a Brandon- y no podía dejar de pensar en el vestido que había visto y tanto le gustaba a Will. Tenía que regresar rápido a casa para recoger mi tarjeta de crédito e ir a la tienda si es que pretendía comprarlo. No había visto otro igual y dudaba que lo tuvieran.

-¿Quieres ir a casa? -preguntó Sydney mientras salíamos de Joe's.

-Me encantaría pero tengo que regresar a casa, debo hacer un par de cosas -comenté. Me hubiera gustado ir pero tenía que buscar ese vestido cuanto antes.

-¿Cosas que hacer? -Will me frunció el entrecejo mientras subíamos al auto.

-Sí -más que una afirmación sonó a una pregunta-. Además, no creo que a su tía le agrade mi visita.

-Tía Margaret está en un hotel -dijo Sydney-. Puedes venir a casa cuando quieras.

-¿En un hotel? -Pregunté mientras me ponía el cinturón de seguridad-. ¿Por qué?

-Ella no es bienvenida en nuestra casa después de lo que sucedió ayer -dijo Will mientras encendía el motor para luego comenzar a conducir.

-Will, si fue por lo que sucedió conmigo, olvídalo. No quisiera que tu tía se la pase en un hotel alejada de ustedes por mi culpa -me sentía tremenda, no quería que eso sucediera.

-Obviamente fue por ti, no permitiré que nadie te trate como mierda -dijo serio-, ya tienes demasiado con estar conmigo.

-Sí, pobre de ti, Anna. Brooklyn es de lo peor -se burló Sydney.

No sabía si sentirme bien o mal por lo que acababa de contar Will. Por un lado me sentía feliz porque él quisiera protegerme pero por otro lado no era mi intención que alejara a su tía de ellos. Seguramente ahora ella me odiaba más de lo que parecía hacerlo y estaba convencida de que Emily le contaría basura sobre mí. ¿Acaso Emily aún seguía en la casa de los Holworth? Esperaba que no. Tan solo pensarlo me estremecía.

Will estacionó frente a la entrada de mi casa y lo miré. Tenía ganas de besarlo pero aún creía que no era apropiado hacerlo frente a su familia ya que no sabía cómo se sentiría con ello.

-Luego de que termines de hacer tus cosas, ¿vendrás a casa? -preguntó Sydney.

-Sydney, deja de asfixiarla -se quejó Will.

-Está bien -le sonreí, la verdad es que ella me caía muy bien y me comenzaba a gustar compartir tiempo con ella.

-Entonces, nos vemos más tarde -sonrió ella.

-Claro... adiós -dije y abrí la puerta del auto, me sentía demasiado incómoda al no saber qué hacer con exactitud respecto a Will.

Cerré la puerta del auto y comencé a caminar hacia casa pero al escuchar el golpe de la puerta del auto cerrándose una vez más me detuve y volteé.

-¡Joder, Annaleigh! ¿Qué está mal conmigo? -Will caminaba hacia mí. Se veía demasiado molesto.

-¿Qué?