Capítulo 51

55.2K 3.7K 1.2K
                                    



Annaleigh POV.

Frío, fue lo primero en lo que pensé antes de abrir mis párpados y luego, todo el mundo volvió a venirse abajo a medida que las imágenes de lo sucedido, antes de que cayera en la inconsciencia, aparecían en mi cabeza.

Will, ¿dónde estás? Pregunté en mi mente como si él fuera capaz de escucharme y responderme. Pero me encontraba completamente sola, él no estaba conmigo. Una habitación oscura y fría, con paredes llenas de moho y un apestoso olor a humedad era todo lo que podía notar a mí alrededor. Estaba sentada contra una de las paredes, con los pies y manos atados firmemente, con una cuerda, sobre mi regazo. Noté sangre en mis muñecas por donde pasaba la cuerda, me había lastimado. Intente mover mis muñecas pero sólo logré aumentar el dolor. Un dolor que pasó a ser insignificante cuando mi vista se clavó en el anillo que Will me había obsequiado hacía tan sólo un par de horas... ¿Acaso se encontraba bien? ¿Le habían permitido que alguien lo curara? ¿Habían sido capaces de dejarlo ahí, solo, para que se desangrara? No. Will tenía que estar bien. De otro modo, ¿para qué me hubieran... secuestrado? La palabra sonaba completamente escalofriante. Seguramente nadie vive pensando en que algo como esto pueda sucederle en algún momento de su vida, mucho menos piensa en qué hacer ante una situación así... Y eso era exactamente lo que me pasaba, no tenía ni idea de qué hacer.

Me sentía desesperada y agobiada, pero ni siquiera tenía fuerzas para llorar y, ¿gritar? Estaba segura de que no serviría de nada, solo gastaría la poca energía que tenía. Aunque quizá no fuera tan malo. Si Will había... no quería vivir para saberlo. Quizá quedar inconsciente fuera lo mejor que me podía suceder. Dormir y no volver a despertar nunca más. La imagen de Will desplomándose en el suelo no dejaba de repetirse en mi mente una y otra vez, como si hasta mi consciencia tuviera ganas de jugar un juego sucio conmigo.

El terror me invadió cuando la puerta se abrió dejando a la vista la sombra de un hombre fornido. Mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad y tardé un momento en ver con claridad a aquella silueta que comenzaba a caminar hacia mí... era el hombre rubio que había irrumpido en el departamento de Will. El hombre que había hecho que me golpeara y que me había provocado la inconsciencia.

-Finalmente te has despertado, Bella Durmiente -espetó mientras se acercaba más a mí.

Las palabras saliendo de aquél hombre repugnante me provocaron náuseas. ¿Quién era y por qué hacía todo esto? Estaba segura de que no era Charles porque Will lo habría reconocido y lo habría nombrado para que pudiera darme cuenta, sin embargo no lo hizo. Probablemente era un tipo cualquiera al que Charles le pagaba para que hiciera el trabajo sucio por él, pero algo me decía que no era tan sólo un hombre cualquiera, sino alguien a quien no le importaba hacerle daño a un par de adolescentes por dinero, alguien cruel, que seguramente ya había hecho eso antes y, por la manera en la que actuaba, no le molestaba volver a hacerlo. Además, ¿quién en su sano juicio torturaría a dos chicos de esta manera? No creía que fuéramos víctimas, Will y yo habíamos desafiado conscientemente a Charles al ir a Dark Game, pero de eso a un secuestro había un abismo que separaba la estupidez de un par de adolescentes de una enfermedad mental.

El hombre clavó sus ojos en los míos y le sostuve la mirada, desafiándolo, aunque sabía que jamás podría contra él, pero necesitaba hacerlo, tenía que aparentar estar en una pieza aunque realmente estuviera en mil pedazos, de otra manera me aplastaría tan fácil como a un mosquito y, si aún había una pequeña esperanza de que Will estuviera con vida, tenía que permanecer fuerte.

Me armé de valor y tragué el gran nudo que se había armado en mi garganta antes de hablar.

-¿Dónde está Will?

SCARS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora