SCARS

25

«Vivimos a través de cicatrices este momento, pero me he hecho la mente que ya no nos podemos dejar atrás.»

Scars – James Bay.

Me quedé un momento inmóvil sorprendida ante las palabras que habían salido de la boca de Will. ¿Acababa de decir que me quería? ¿Había oído bien?

Obviamente no había nada que quisiera oír en ese momento más que eso, pero realmente no me lo esperaba. No luego de todo lo que había sucedido. Era como si estuviéramos siendo perseguidos por el tiempo y debiéramos decir las cosas que pensábamos antes de que nos alcanzara.

—¿Quién eres tú y qué has hecho con mi Will? —pregunté antes de que él se sintiera incómodo por haberlo dicho y no tener una rápida respuesta. Él rió y alejó su rostro del mío.

—¿Tu Will? —preguntó divertido mientras clavaba su mirada en el lago.

—¿Acaso eres de alguien más? —reí.

—Anna... —el tono de su voz ya no era gracioso, sino que era serio. Volteé a mirarlo y vi su ceño fruncido con demasiado disgusto.

—¿Si? —estaba confundida. Los estados de ánimo de Will parecían ser una especie de montaña rusa a la cual todavía no lograba acostumbrarme.

—Quiero contártelo todo antes de que te ilusiones conmigo. No soy una buena persona. Aún estás a tiempo de alejarte de mí, prometo que buscaré a alguien que sea capaz de protegerte y me mantendré al tanto mediante Daxton... —dijo aún sin mirarme. Comenzaba a preocuparme.

—No creo que haya nada lo suficientemente importante como para que logre alejarme de ti, Will.

—Mis padres están muertos, Annaleigh —su voz firme pero apenas audible.

Mi corazón dio un vuelco al escucharlo. Sentí pena, enojo y a la vez un montón de piezas del rompecabezas que era Will Holworth comenzaron a encajar.

Pena por la muerte de sus padres, enojo por que él pensara que yo me alejaría de él solo por ello, y ahora comenzaba a entender por qué era como era y porqué hacia lo que hacía.

Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras observaba su inmutable rostro. Sentía una gran tristeza que jamás antes había sentido, incluso peor que la que había sentido cuando mi madre me contó por qué mi padre se había ido de casa.

—Siento tu pérdida, realmente lo siento —logré articular—. Pero no me alejaré de ti por eso.

En realidad, el que me lo hubiera contado me hacía tener ganas de permanecer junto a él. El fuerte e intimidante Will ahora me parecía tan vulnerable.

—Los maté, Annaleigh —dijo con furia—. Yo los maté.

Me asusté al oír sus palabras. ¿Will había matado a sus padres? Me entraron ganas de huir de su lado, pero mi cuerpo no respondía. Eran más emociones de las que podía controlar.

Will volteó y su mirada se clavó en mi rostro, seguramente mi expresión mostraba una gran consternación.

—No los asesiné, quiero decir, no propósito —le costaba decir cada palabra—. Ellos me pidieron que fuera a por mi hermana y yo me negué... —se quedó en silencio un momento y volvió la vista al lago—. Entonces, yo debería haber muerto en el accidente y no ellos.

El miedo desapareció por completo y volví a sentir pena y tristeza.

Will se culpaba a sí mismo por la muere de sus padres. Seguramente no había peor remordimiento en el mundo. No podía ponerme en su lugar, pero tan solo pensarlo era horrible. Creer que eres el causante de la muerte de tus padres no debía de ser para nada agradable, incluso si le ocurriera algo a Ben sería una tortura, sin importar que me hubiera abandonado.