14. No juegues conmigo

82 16 9
                                    

Es casi de noche cuando la familia de Yeosang se marcha y nosotros terminamos de recoger y limpiar.

Desde que ha dicho eso, que no le importaría que fuésemos novios, no puedo dejar de pensar en ello, incapaz de mantenerlo más sin decir, sin preguntarle y saber porque lo ha dicho y más frente a su familia.

— Yeosang —coloco la última copa limpia en su sitio —¿por qué le has dicho eso a tus padres?

— Porque lo pienso y siento de verdad —niego nada más me mira —se que somos amigos y que estás con tu novio pero siento cosas..

— ¿Sientes cosas? —asiente con total confianza —no puedes hacer eso Yeosang. Me rechazaste dejándome como tu amigo sin importarte mis sentimientos. ¿Qué te hace pensar que ahora voy a dejarlo todo por ti?

— Dime una cosa Seonghwa —se acerca demasiado a mi —¿esos sentimientos que tenias por mi y me los mostraste de forma tan valiente siguen existiendo?

¿Siguen existiendo? Por supuesto. Pero ahora tengo novio, alguien a quien le importo y me quiere de verdad sin jugar conmigo o con mis sentimientos.

Antes siquiera de poder responder, dispuesto a ello por supuesto, ya tengo los labios de Yeosang sobre los míos, moviéndose llevando todo el control.

Debería separarme. Quiero hacerlo no por mi mismo sino por respeto a Yunho. Pero soy incapaz, más cuando mis manos acarician su cuello, mis dedos se pierden entre sus mechones, siguiendo mis pies cada uno de sus pasos.

Cerrando los ojos, atreviéndome a traspasar la barrera que son sus labios con mi lengua de forma consentida, uniéndola a la suya, caemos sobre su cama, mi cuerpo quedando sobre el suyo, acogido entre sus piernas, siendo ahora ese sueño que tuve como una imaginación estando despierto más que real.

Mirándole por un momento, viendo como me mira, rozo nuestros labios, uniéndolos una vez más dispuesto a no detenerme en ningún momento ya, siendo mis sentimientos por Yeosang los que tienen el mando sobre mi.

Sus manos, atrevidas, suben por mi espalda llevándose consigo mi camiseta.

Cada roce de nuestros labios, de sus labios y los míos moviéndose casi a la par, el recuerdo de Yunho, su sonrisa, sus encantos, sus labios y los míos unidos con ternura y no con hambre como ahora me está pasando con Yeosang, me sacan de este trance en el que me encuentro envuelto, obligándole a mi cerebro a dejar de mandar sobre mi, a detenerse, justamente haciendo eso, apartándome aunque esto pueda ser un sueño hecho realidad para mi.

— Lo siento pero no puedo —me pongo en pie.

— ¿Por qué no puedes si estás enamorado de mi? —me pongo bien mi ropa —Seonghwa me gustas. Deja a tu novio y dame una oportunidad.

Deteniéndome antes de dar un paso más le miro a los ojos, negando despacio ante su petición.

— No voy a dejar a Yunho por ti Yeosang —miro mi móvil, el cual recibe una llamada ahora de mi novio —Yunho me quiere y yo le quiero y él no me rechaza como has hecho tu sin importarte mis sentimientos.

— A mi si me importan tus sentimientos Seonghwa —me aparto cuando se acerca —por favor. Puedo hacerte feliz.

— Yeosang la única relación que existirá entre tu y yo es la de la amistad —me dirijo hacia la puerta deteniéndome —me da igual si le quieres decir a tus padres lo que ya les dijiste, si les quieres mentir. Pero te voy a pedir que si seguimos siendo amigos como no que no juegues conmigo ni con mis sentimientos.

Mirando una vez más mi móvil, recibiendo una nueva llamada de Yunho salgo tanto de la habitación como de la casa, respondiendo la llamada antes de que esta finalice.


Cubriendo bien mi cuerpo, abrazándome al de Yunho que duerme profundamente no puedo dejar de pensar en lo que hace ya muchas horas ha pasado, en esos besos que no debieron de pasar casi a mayores, de esas palabras, esa petición que he rechazado porque no puedo simplemente dejarme vencer por quien me ha hecho daño, por quien jugo con mis sentimientos sin ningún remordimiento.

Cubriéndonos algo mejor con la sábana, sin importarme el calor que haga, me abrazo mejor a su cuerpo, dejando un pequeño beso en sus labios, cerrando los ojos, pudiendo dormirme finalmente.


Estirándome aún adormilado siento por un momento la ausencia de Yunho a mi lado, sonriendo con mis ojos en proceso de abrirse aún a medio camino de despertar, viéndole frente a mi sentado y la bandeja que sostiene y coloca perfectamente y con cuidado entre los dos.

— Huele de maravilla —miro ambas raciones —que durmamos juntos es raro porque no llevamos tanto saliendo juntos pero me encanta y más si me despierto todos los días viendo tu preciosa sonrisa.

— Y con mis desayunos —sonrío, acercándome a sus labios —que estoy encantado de prepararte siempre que me permitas dormir contigo. Ayer te eché de menos. ¿Qué tal lo pasaste en el cumpleaños de tu amigo?

No tengo secretos con Yunho ni los he tenido desde que nos conocemos, pero no puedo decirle lo que paso ayer aunque me fuese sin seguir con lo que Yeosang inicio.

— Fue algo tranquilo con su familia —cojo mi vaso con zumo —nada del otro mundo para ser una fiesta de cumpleaños aunque se alargase bastante hasta que sus padres y demás se fueron.

— ¿Hoy tienes que trabajar? —asiente, soltando su vaso —debería ir a la academia pero si quieres nos vemos a la hora de comer antes de que tenga que ir a trabajar también.

Su respuesta es, después de apartar la bandeja quedándose el desayuno en un segundo plano, un beso, cálido, lento, con su cuerpo sobre el mio.

Yunho siempre es delicado, tierno, dulce y me gusta que lo sea al igual que cada momento que pasamos juntos, cada beso, cada caricia pero existe una pequeña diferencia y es que Yunho, aunque le quiera, no despierta en mi esas emociones, ese sentimiento, esa presión en mi interior que se siente como un hormigueo, un revoloteo que hace latir a mi corazón con fuerza.

Puedo decir que le quiero, puedo pedirle a Yeosang que no juegue conmigo pero, sinceramente, no se que pedirme a mi mismo ni que hacer realmente.

FriendzoneWhere stories live. Discover now