|•TWO•|

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—. Si lo tocas.—Comenzó a decir Megan trastabillando al levantarse viendo que aquella Can no había quedado satisfecha luego de volver mierda a todo aquel que por delante se le cruzaba. Y por lo mismo, ahora iba por el único que quedaba consiente.—Muchas consecuencias habrán despues. Eso... tenlo por seguro.— pero Megan no la dejaria dañarlo aún más de lo que ya estaba.

La loba dió un paso atrás ante las palabras de la fémina y gruñó atinando con atacarla a ella en su ira. Más cuando se dispuso a abalanzarse a Dae, la misma hundió sus manos en el pelaje del pecho azabache del animal abriendo su manos al llegar a la zona donde podía recibirse claramente el palpitar de su órgano de más vital importancia. Dicha acción fue seguida por un suave empujar en la zona y un alarido se escapó del ocico de la Loba la cual retrocedió rápidamente para evitar algo peor.

- Quiero que saques a JiMin de aquí.- Ordenó severamente.- Ahora.-

El joven Omega de cabellos avellana observaba desconcertado la situación, tirado en el suelo gravemente herido en un costado del brazo izquierdo. Perdía mucha sangre, demasiada a decir verdad; a ese paso, moriría antes de que su cuerpo siquiera ceyara unos centímetros aquella zona abierta en su piel.

No podía evitar temblar, su cuerpo perdía calor y si a eso le agregamos cuan inmensa cantidad de adrenalina se le había disparado y ahora disipado, al luchar con aquél animal inútilmente para defender a un amigo suyo, no le quedaban energías para usarlas tratando de no parecer un perdedor que a simple vista parecía estar por cagarse de miedo al ser el único que no había sido descuartizado en pocas palabras.

Obviamente no temblaba por eso. Pero así se veía y cualquiera podía asumir que era así desde gran perspectiva.

Pero demonios. ¿Que rayos se le había cruzado por la cabeza al meterse en aquella masacre?; Si Park, Jung y Min no habían podido con aquél oscuro animal, ¿Que mierdas pretendía él lograr siendo un Omega cualquiera?; Quizá involuntariamente se había intentado suicidar. Porque eso era lo único que tendría algo de sentido cuando un Omega interfiere en una pelea.

Osea, Si ese animal se había deshecho de esos tres como si de mugre en su hombro que con un Soplo de dispersa en el aire fuesen, y acabado con una multitud de Licántropos impresionantes en un tiempo ridículamente corto, ¿Qué había esperado él lograr lanzándose a Supuestamente evitar que el susodicho lobo azabache asesinara al único de los principales ejecutivos de aquélla discordia terminada en una pelea a lo animal-Literalmente- que le importaba?

Aplausos si su plan era morir como pendejo desangrado por haber tomado una decisión suicida y muy estúpida que ni siquiera pudo llegar a acercarse a lo que por su mente de mierda pasó al creer que podría ser de ayuda para Min.

Min YoonGi apenas si había salido entero.

Era de esperarse de cierta forma pues él no era más que un humano con la capacidad de auto-sanacion que tiene cualquier Licántropo y, un tipo con muy mal temperamento y carácter callado pero jamás apacible. Pero por otra parte, siento YoonGi tan bueno defendiéndose, como mínimo el de cabellos avellana hubiese esperado que quedase consiente, no intacto, sino simplemente... consiente.

Echó su cabeza a un lado puediendo ver las hebras platinadas del pálido chico malherido manchadas de aquel rojo color que detestaba con todo su ser, aún su olor metálico que muchos pasaban por desapercibido era repugnante y odioso para el Omega pues, si su nariz sin ningún esfuerzo a miles de kilómetros de distancia podía detectarlo, estando en el lugar de donde provenía tal aroma, lo asfixiaba.

-¿Cuál es tu nombre?-. Inquirió Megan arrodillándose a su lado en busca del lugar de donde tanta sangre provenía. Miró a un lado, y sus ojos se encontraron con la herida en su brazo, más su expresión de impacto no fue por ella.- Te hice una pregunta.-Reiteró.

[•Shadow•]#M.Y.G✓|Omegaverse|+18| EDITANDODove le storie prendono vita. Scoprilo ora