La vida de un adolescente cambia para siempre, cuando hechos desafortunados atan su vida a un detective con serios problemas de autocontrol.
El detective Min busca justicia para los crímenes que aterrorizan la ciudad, mientras supera una traumáti...
-¡¡Llevenselos!!-ordene después de revisarlos y tomar algunas muestras. Los chicos obedecieron y cerraron las bolsas negras.
-¿Qué hacemos con el chico señor? No ha querido decir una sola palabra- pregunto mi subalterno con una libreta en la mano.
-¿ya lo revisaron? ¿Está herido? Es obvio que no va a querer ni hablar, que lo lleven a un centro médico y reciba asistencia- suspire mirando todo este desastre.
-¡quiero que revisen toda la casa, cada centímetro, sus alrededores! ¡No quiero que dejen pasar ni la más mínima pista!- eleve mi voz para que cada uno de los oficiales escuchara y se pusiera a trabajar.
Estaba realmente agotado, en los últimos tres días había reportado cinco asesinatos a sangre fría con arma blanca, no había tenido tiempo de descansar bien, sin duda este era el más aterrador de todos.
Una pareja de adultos había sido asesinada con ira, cada uno con catorce puñaladas en su cuerpo, su único hijo los había encontrado en la sala de la casa. El crimen era atroz, el sadismo y crueldad que había tenido el asesino o asesinos era repulsiva.
El joven chico se encontraba aturdido y con los ojos desorbitados, no había dicho una sola palabra ni se había movido ni un centímetro. Los paramédicos le atendieron mientras yo me ocupaba de recoger la mayor cantidad de pruebas y encontrarle algo de sentido a este crimen.
Varias horas más tarde terminamos el proceso, llene el papeleo requerido y se lo entregue a mi asistente Jung Kook, necesitaba ponerme a trabajar en el caso rápidamente. Tomé mi teléfono e hice algunas llamadas.
-necesito saber todo, hasta la marca de ropa interior, todo! Está claro? Alguien tenía mucho resentimiento con estos dos- colgué la llamada y di un largo suspiro subiendo a mi camioneta, Jung Kook ya me esperaba mientras organizaba los documentos.
- Necesito que ese chico hable, es el único testigo- comente arrancando y Kook me miro extraño.
-Señor no creo que logre mucho con él, fue demasiado para un chico tan joven debemos darle tiempo- me respondió en un tono suave y algo prevenido:
-tiempo es lo que no tenemos, averigua donde lo tienen y quien lo atiende, quiero a los mejores especialistas con él, de esta forma lograremos que diga algo- ordene y me concentré en la carretera.
Los días fueron aún más agotadores, había logrado resolver tres crímenes, pero solo uno me mataba la cabeza, parecía ser de un fantasma, nadie vio nada, nadie sabía nada. El único testigo era incapaz de pronunciar una sola palabra y las investigaciones de sus vidas arrojaban datos inservibles. No existía un motivo o una razón para querer dañarlos de esta forma, parecían la familia perfecta todo hecho correctamente.
-señor creo que debe dormir un poco, yo le avisare si me comunican algo- sugirió Jung Kook al verme pálido y algo pensativo.
-dormiré cuando muera Jung Kook ahora debemos trabajar- respondí serio.
-señor perdón que insista, pero... debería tomarse un respiro de este caso... es... es decir...tomarlo con más calma o se enfermara-el joven investigador era arriesgado para hablarme tan directamente, lo admiraba, le faltaba experiencia pero era dedicado y osado un buen prospecto para ser mi compañero y posible sucesor.
-Sé a qué te refieres Jung Kook, no te preocupes por eso- mire por la ventana incómodo- no volverá a suceder, se manejar las cosas, está bien?- el chico asintió y suspiró derrotado.
Mi celular chillaba como loco, tenía un millón de documentos en mi escritorio y era imposible encontrarlo, revolqué todo hasta que finalmente lo encontré.
-detective Min YoonGi en qué le puedo ayudar?- mi voz estaba ronca.
-¡detective! soy la psicóloga Lee Hyorin, encargada del caso Park Jimin, especialista en...
-¡ya! ¡Ya! Que es que lo que quiere, dígame rápido no tengo mucho tiempo- interrumpí su extenuante presentación.
-disculpe, es que el joven Park ha pronunciado algunas palabras finalmente, sería prudente que...
-en diez minutos estoy allá- de nuevo la interrumpí y colgué el teléfono.
No tarde mucho en llegar al hospital, había un gran alboroto en la entrada, suspire y me baje del auto, al llegar con dificultad a la portería había un chico revoltoso queriendo entrar a la fuerza discutiendo acaloradamente con los guardas de seguridad, lo ignore por completo y presente mi documento, por lo cual todo el mundo se quedó en silencio.
-detective especial Min YoonGi- me presente con el portero quien sin dudar ni un segundo me permitió la entrada, los cinco pisos del hospital me fueron eternos, sin embargo entre rápidamente a la habitación del chico, detrás mío unas enfermeras alegando que no podía seguir, les mostré mi identificación y le señalé la puerta para que se salieran.
El joven rubio miraba por la ventana sin ninguna expresión en su rostro, sin embargo al detallar su rostro era fino y delicado como el de un ángel, me acerque delicadamente para no asustarlo.
-Park Jimin? Soy el detective Min YoonGi, estoy a cargo del caso de sus padres, entiendo que es un momento incómodo, pero cualquier información que me pueda brindar será de mucha ayuda- comente esperando al menos una mirada pero el chico simplemente me ignoro.
Sentí algo de enojo al punto de querer aventar un zapato a su cara por su falta de respeto, pero me controle, necesitaba estar en calma y manejar las cosas lo mejor posible.
-está bien Jimin, si en algún momento deseas hablar o necesitas algo... te dejare mi tarjeta y puedes llamarme no importa la hora- le deje mi tarjeta en la mesa y me marché decepcionado.
Un sermón de más una hora de la Psicóloga me sacó de mis casillas y mande todo a la mierda largándome del hospital.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
