V E I N T I S I E T E

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Narra Tn

Sin duda la mejor noche de mi vida, necesitaba contarle a Jazz, no con todos los detalles de lo que pasó, pero si lo del detalle del brazalete, lo de su declaración y que la comida que compre solo se desperdicio, en serio no podía con la felicidad que sentía en estos momentos, me sentía la mujer más afortunada del mundo.

Me encontraba en la cocina preparando el desayuno, cuando termine lo puse en una bandeja y me dirigí a la habitación donde estaba él aún dormido, pero me equivoqué, cuando entré estaba completamente despierto, me acerque a la cama y puse el desayuno sobre está.

—Tu desayuno cariño— me senté justo a su lado y puse la bandeja sobre sus piernas.

—Muchas gracias mi vida— me dio un cálido y amoroso beso.

—Fue la mejor noche de mi vida— me mordí el labio inferior, no podía contener las ganas de decírselo, así que lo hice.

—La mía también linda— acarició mi mejilla de una forma tierna.

—Tendré que salir, necesito ver a Jazz— dije posando mi cabeza sobre su hombro.

—Claro, solo no llegues tarde— y sin decir una palabra más, entre a la regadera.

Salí, me vestí y me coloque un poco de maquillaje, tome uno de mis bolsos y metí mis audífonos, un poco de dinero y mi celular, por último regrese a la habitación y me despedí de mi novio, en serio se sentía tan bien decirlo.

—Te veo luego— le di un beso y salí de la habitación —¡Te quedas en tu casa! ¡Te amo!— grite desde la entrada.

Salí del edificio y subí al auto de Kevlex, no tengo auto, así que tuve que tomar el suyo prestado, llame a Jazz y quedamos de vernos en una cafetería cercana. Llegué al lugar y busque una mesa junto a la ventana, me senté y me dispuse a esperar a mi amiga.

Luego de unos minutos llegó, se sentó frente a mi y dijo:

—Vamos, cuéntame todo— puso sus manos sobre la mesa.

—Esta bien— reí —hice lo que me dijiste, lo invite a cenar, después de unos minutos charlando, me pidió que fuera su novia, me obsequio un lindo brazalete— le mostré el brazalete que tenía en mi muñeca —entonces le dije que si, la cena se enfrió por qué no la comimos y ahora somos novios— hice un resumen del resumen.

—Hay algo que no me estás contando Tn— entrecerró sus ojos.

—Claro que no— dije y llamé a uno de los meseros del lugar —eso es todo— me sonroje un poco.

—Mmh, pues no te creo— dijo —¿Podría traerme un batido de fresa y una rebanada grande de pastel de chocolate por favor?— ordenó.

—Claro señorita— anoto en un pequeño cuaderno —¿Desea ordenar algo?— se dirigió hacía mi.

—Lo mismo por favor— sonreí —pues no me creas— respondí a lo que Jazz había dicho.

Y como era de esperarse me hizo contarle todo, literalmente todo, estaba tan avergonzada que no podía siquiera verla a la cara, sentía que está ardía de la vergüenza.

—Sabía que algo así iba a pasar— dijo mientras caminábamos por el parque, después de terminar ese gran pastel decidimos salir a caminar.

—¡Ay! Ya no digas nada que me avergüenzo más— golpeé su hombro.

—Esta bien, oye tengo hambre— masajeó su estómago.

—¡¿Que?!— exclamé —pero si acabas de comer.

—Invitame a comer por favor— vamos, hizo puchero, no podía negarme a eso.

—Esta bien, vamos— comenzamos a caminar hacia el auto.

—Wow, ¿Es su auto?— pregunto viendo el auto con asombró.

—Sep, vamos entra.

Llegamos al edificio y subimos a mi apartamento, busqué las llaves en mi bolso y abrí.

—¡Estoy en casa!— anuncie mi llegada, él me recibió en la cocina y me dio un lindo beso.

—Hey tortolitos— Jazz entraba a la cocina —me dará diabetes.

—Oh, hola Jazz— saludó moviendo su mano.

—Hola— se acercó —¿Que cocinas?— pregunto viendo el horno que estaba encendido.

—Pizza, ¿Gustas?— ofreció.

—Claro, llamaré a Bruce— salió de ahí.

Kevlex me miraba confuso, no entendía el por qué la respuesta de Jazz y que la haya traído a casa.

—Es que viene hambrienta.

—Oh ya veo— se acercó a mi —yo también estoy hambriento— mordió levemente mi cuello.

Comenzamos a besarnos, era un beso cálido y dulce que no recibía hace bastante tiempo, me encantaba el sabor de su boca, me enamoraba cada vez más de él, cada instante y segundo con él era la completa felicidad para mí, simplemente me encantaba estar a su lado.

Después de unos minutos la pizza estuvo lista y llegó Bruce, toda la tarde la pasamos entre risas y juegos, amaba a mis amigos y también lo amaba a él, solo no los cambiaría por nada.

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Muy corto, pero aquí está.
Lamento la demora, espero enormemente que les guste.

Amor Prohibido /Kevlex Y Tú/Kde žijí příběhy. Začni objevovat