D I E C I O C H O

3.3K 227 49
                                    

Capítulo dedicado a PrincesaArcoiris12

Narra Kevlex

Hoy saldría del hospital e iría a mi apartamento a ducharme que este lugar comenzaba a darme asco, después pasaría por Tn a su apartamento ya que le tenía preparada una sorpresa la cual no le gustaría pero eso debió pensarlo antes de irse sin darme explicación alguna, por déjame como un tinto deprimido todos estos años, de que esto tendría consecuencias pero ya sabría cómo solucionarlo después, por ahora quería tener mi venganza, quería desquitar mi enojo y ¿que mejor forma que hacerla pagar por lo que hizo? (Ya sé que soy un idiota y me arrepentiría después pero el plan ya estaba completo) ahora solo faltaba avisarle a Valeria para que me ayudara y ya todo quedaría listo y a la perfección.

—Vale, amor— dije para llamar su atención después de que termine de ponerme la ropa y mamá y papá estaban en la caja.

—¿Si?— dijo volteando de golpe.

—¿Te gustaría dejarle en claro a Tn que solo soy tuyo y de nadie más?.

—Claro— vaya fue más fácil de lo que pensé.

—Bien, espérame en ese hotel en unas tres horas ¿Vale?— le dije entregandole un tarjeta dónde venía el nombre del hotel donde llevaría a cabo mi plan.

—Claro bebé.

—Bien... Nos vemos luego.

Salí de ahí y me dirijí a la parada del bus, ya que mi auto quedó destrozado después del accidente de anoche y la verdad no sé cómo pude seguir vivo, tal vez fue una oportunidad para remediar mis errores y yo estoy a punto de hacer otra tontería, ayer no me gustó para nada que Tn se fuera del hospital, ¡Pero es que yo me quejo sin saber el daño que le hago! yo estoy bastante feliz por qué regreso y regreso por mí y yo no paro de hacer estupideces que solo la perjudican y le hacen mal, ¡Ah pero ahí va el estúpido de Kevlex y hace sus pendejadas! Pero que no podía dejar de hacerlo, soy muy rencoroso con las personas que me hacen daño y Tn vaya que si me hizo mucho, ya pero fue después de todo el daño que yo le cause solo por una apuesta y un par de calenturas pero es que con ella todo era distinto.

Estaba apunto de arrepentirme cuando me marco diciéndome que ropa debería llevar.

En la llamada

—Hola, Kevlex ¿Que ropa debo llevar?

—La que tú gustes preciosa.

—Bueno...

Fin de la llamada.

No quiero hacerlo pero el deseo puede más que cualquier otra cosa, más que mis ganas de dejarla en paz y alejarme un tiempo de ella, más que mis ganas de ya no hacerle daño.

(...)

Pasaron las horas y salí de mi apartamento tocando la puerta del suyo, ni siquiera sabía si aún vivía allí pero nada perdía con intentarlo, toque un par de veces y después de unos segundos salió y se veía tan hermosa, como una fina muñeca que con cualquier toque, por más mínimo que fuera, se rompería.

—Ya estoy lista— dijo haciendo que yo saliera de mis pensamientos volviendo mi vista hacia otro lado.

—Bien vamos— dije mientras íbamos en dirección hacia el ascensor —pero tendremos que ir en autobús, mi auto quedo destrozado después del accidente.

Amor Prohibido /Kevlex Y Tú/Where stories live. Discover now