Amor Prohibido /Kevlex Y Tú/

O C H O

Narra Kevlex

Nos sentamos a comer en su comedor y Diego no paraba de hablar sobre la película que vieron, era una de un robot llamado Bumblebee o algo así, me dió mucho gusto verlo contento, yo nunca los había llevado al cine y qué Tn lo hiciera les dió mucha emoción.

-¿Y Carla, dónde está?- no pude evitar preguntar, en ese momento solo el timbre y Tn se levantó muy rápido a abrir la puerta.

-Ya llegó- dijo Diego comiendo muy alegre su ensalada.

Después de unos minutos entro Carla y Tn entro después, ¿Pero estas dos que traían?

-Te serviré de comer- dijo Tn entrando a la cocina.

-Si, claro- Carla entro después de ella.

Tardaron mucho tiempo ahí dentro que me decidí a entrar y ver de qué hablaban.

-¿Entonces lo has traído?- pregunto Tn.

-Si, aquí esta- le entrego mi celular, con razón esta mañana no lo encontraba -pero antes, te contaré cómo me fue.

-Vale, cuéntame.

-Me beso.

-¡¿Qué?! ¡¿En serio?!- grito ella.

-¡Si! Fue tan hermoso- dijo Carla así como intentando imaginar algo.

-Bueno en la tarde me cuentas más, ahora dame el celular.

-Okay... ¿para que lo quieres?

-Necesito ver unas cosas, ahora volvamos que Diego no tarda en pedir el postre.

-Bien.

Me escondí detrás de la nevera y la jale del brazo acercándola a mí, sentí su aroma a ese perfume de frambuesa que usaba, el aroma que dejó impregnado en mi piel y que jamás me lo volvería a quitar de la cabeza.

-¿Qué haces?- dijo ella removiendose, haciendo que saliéramos de ahí atrás.

-Necesito tenerte cerca- dije abrazándola y aprovechando para sacarle mi celular.

-Pues, yo no quiero estar cerca de ti- dijo y se aparto -quítate.

-Aún no has preparado el postre- dije muy cerca de su oído.

-Ya lo haré- tenía la voz entrecortada.

-Vale, que yo te ayudo.

Nos pusimos manos a la obra y mientras yo lavaba la futura y la picaba ella preparaba la masa y la crema batida, me acerque a ella y tomé un poco de crema untandolá en su nariz.

-Deja de jugar- fue lo único que dijo.

Después de unos minutos saco un molde para tarta y comenzó a poner una masa hecha de galletas y mantequilla.

-Mmmmh- dije con un puchero en mis labios y ella solo sonrió.

Tomo un poco de crema en su dedo y se lo metió a la boca como si estuviera en el mejor de sus orgasmos, gimió de puro placer, no pude evitar mirarla y con esos labios tan carnosos que me llamaban a gritos, la bese.