Hay un momento en el que te preguntas...
¿Estará bien lo que estoy haciendo? ¿Que consecuencias puede traer?
Ella lo pensó, pero aún así quiso arriesgarse.
Muchos hacen locuras por amor a alguien, lo que hizo ella fue cambiar totalmente.
Convertir...
El lugar estaba repleto de gente con una cola larguísima. Daniela no quiso esperar más tiempo, además de que teníamos que salir fuera de la cuidad, dijo que como tenemos las entradas VIP, podíamos entrar primeras y así posicionarnos en primera fila, sin esperar la cola durante horas.
—Aún no han dado la orden de ingreso. Bajemos y entreguemos las entradas. —dice bajando del auto, yo solo la observo yéndose y al verme que aún sigo en el auto regresa. —Niña, bájate. Porque así no podrás ver a Marcus en acción.
Daniela, en verdad está muy emocionada. Y no se esfuerza en ocultarlo. ¿Cómo fue, que nunca me enteré que le gustaba este cantante? Se supone que soy su mejor amiga. Hasta me siento decepcionada de mi misma.
—¡Bee! ¡Vamos! —El apodo que usa es muy tierno y me lo dice cada vez que no estoy aquí, ósea si estoy pero mi mente está en otro lugar.
Aún recuerdo aquella noche de Halloween en el año que nos hicimos amigas, salimos a pedir dulces cuando teníamos seis años.
Maribel nos acompañó y Alfonso nos ayudó con nuestros disfraces el mío fue de una abeja, por eso es Bee. Mientras que Daniela iba de barril de miel con una etiqueta que decía Honey. Sí, desde ese año decidimos ir disfrazadas en parejas.
Nos hemos disfrazado de ketchup y mostaza, de Batman y Robin, de Wazowski y Sullivan, hasta de Mario y Luigi. Entre esos muchos más. Nuestros álbumes de fotos están repletos de muchos recuerdos juntas.
—¡Ya voy, Honey! —La llamo así igual que la etiqueta que llevaba esa noche y solo es cuando ella me llama Bee.
Bajo del auto y me acerco a ella, luego me lleva de la mano en dirección a la entrada.
—¿No te sientes emocionada?
—¿Tú sí?
—Claro que sí. Debí mostrarte el disco, que tiene. Estuvieras igual de emocionada que yo. Créeme.
Solo atino a sonreír, no puedo más con la emoción de mi mejor amiga.
—¡Alto! No pueden pasar. Deben hacer fila, para poder ingresar.
Nos dice un hombre robusto, de gran tamaño, vestido de camisa y pantalón azul marino, con una especie de audífono en su oreja derecha.
—Disculpe, pero tenemos entradas VIP. —dice Dani. —Muéstrales, para que nos dejen pasar.
—Así. —saco rápidamente las entradas y se las entrego al hombre. Él las revisa.
—Una disculpa, pueden ingresar.
—Gracias. —decimos a unísono.
—Que tengan una excelente noche.
Estando dentro, ya había regular gente aquí y contando rápidamente las cabezas, hay como entre unas treinta personas quizás más.
—Jordan, vayamos a sentarnos, tiene que ser un lugar donde podamos observar muy bien a Marcus.
—Sí, sí. Está bien. —voy detrás de ella tomadas de la mano.
—Corrijo, donde tu puedas ver a Marcus. Había olvidado que tu lo has tenido muy cerca.
Me sonrojo un poco, recordando lo que pasó esta tarde, el beso y lo lindo que fue. Marcus causó en mí, lo que ningún chico hasta antes de él ha causado.
—Solo fue coincidencia, que haya entrado a la librería. —digo y pienso que así fue, porque dentro de lo distraída que fui, escuché al hombre moreno que se escondían de las fans.
—Yo no creo en las coincidencias, para mi que el destino se ha encargado de juntarlos.
—No digas, tonterías Dani. —Ella se ríe.
—No lo hago.
(***)
Una hora después de que hemos entrado, ya el local está repleto de gente.
Podría decir que más son chicas que chicos, muchas llevan en sus manos carteles, con frases dedicadas a Marcus.
*I Love Marcus.*
*Marcus te heredo la fortuna que no tengo, pero sé mío.*
*¡Cásate conmigo, te haré hijos preciosos!*
*Guapote tenías que ser.*
*Marcus llévate mi brasier.*
*Te hice un amarre.*
*Eres el mejor.*
Entre esos muchos más, algunos subidos de contexto y otros diciéndole cosas bonitas.
—Como es que no traje carteles para dedicarle a Marcus. —Me habla cerca de la oreja para escucharla, ya que el bullicio era demasiado.
—Y a mi que me dices, ni siquiera se me ocurrió.
De pronto todo el campo se torna oscuro, casi ni puedo ver a mi mejor amiga, las luces en el escenario se encienden poco a poco y alumbran nuevamente el lugar, dejándome ver a Daniela con una sonrisa de oreja a oreja.
En este momento me di cuenta que Marcus se presentaría. Y la emoción recién la empezaba a sentir.
Me di cuenta que yo también quería verlo.
✨
¡Tercer capítulo!
¿Qué tal les pareció este tercero capítulo? ¿Les gustó? Los estaré leyendo.
Besitos a todos. 😘
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