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Jeongyeon

Me levante bastante temprano hoy, quería pasar el mayor tiempo posible en el gimnasio para ver si así la bola de sentimientos y pensamientos extraños, que no me dejaban tranquila, se disipaban un rato. Quise darme una ducha para borrar el rastro de sueño en mi cuerpo y cuando salí tome unos Jogging, una camisa sin mangas, una sudadera y unos Addidas, todos en colores negro y blanco.

Salí de mi cuarto sin hacer mucho ruido, se podría decir que era casi de madrugada y no quería despertar a Nayeon.

Nayeon...

No, Jeongyeon ¡basta!

Agite mi cabeza porque sabía que si seguía así iban a empezar de nuevo esas divagaciones mías que tenían por personaje principal a la ex novia de mi hermana y su tremenda belleza. Fui a la cocina dando largas zancadas y saque de la nevera un termo de agua y nada más, me quedé viendo unos segundos aquella puerta que quedaba en paralela a la puerta de mi cuarto preguntándome que pasaba con la chica que se encontraba detrás de ella.

Algo que no te debe de importar, Jeongyeon.

Hablo mi subconsciente.

Salí de la cocina y del recibidor agarre mis llaves junto con mi cartera para después salir en extremo silencio. Me metí al carro, el cual había sacado hace algunos días, y comencé mi solitario camino al gimnasio ¿tal vez era momento de conseguirme a alguien?

No y No

Una de las razones por la cual no me relaciono con las personas es debido a mi trabajo, es genial por muchas razones pero también tiene sus cosas malas. No sé cómo trabajaría tranquilamente sabiendo que cuando vuelva a este mundo tendré a alguien esperándome, alguien que probablemente pase noches en vela debido a la preocupación de si estoy viva o no, tampoco podría con el peso de saber que algo malo le paso estando yo lejos y no pude hacer nada ni podré ya que mi trabajo no tiene horario de entrada ni de salida, el sólo pensar de que yo llegará a amar a alguien incondicionalmente y tuviera que esperar meses o años para poder verle tan sólo entre 3 a 5 horas, me agotaría y deprimiría de una manera inimaginable.

Se todo esto debido a la experiencia, la experiencia de mi hermana Seungyeon.

A principios de mi "huida" y meterme a mi actual trabajo desgastante, Seungyeon acostumbraba a enviarme cartas, era la mayor pero aún era muy joven, al igual que yo, podía sentir la angustia y la tristeza que ella sentía, incluso hubiese preferido que nunca se enterara en donde me estaba formando, y que se transmitía en cada palabra escrita en aquellos trozos de papel que a leguas le quedaban los rastros de pequeñas lágrimas secas.

Leer esas cartas me partían el corazón, tanto que, me hacían dudar mucho de mi decisión de entrar a la Academia y quería salir corriendo a los brazos de mi hermana para asegurarle que me encontraba bien y no tendría por qué llorar pero, sin embargo, sabía que si yo llegaba a cometer tal acto de debilidad mi mente y estabilidad explotarían y me llevarían a un derrumbe del que no se si saldría.

Porque... ¿con cara que volvería a ella después de lo que hice?

Es por eso que yo evitaba el correo mensual, les pedí a mis mayores que no me entregarán ninguna carta ni correo, Seungyeon se había vuelto lo único que amaba y también lo único que odiaba, pues siempre al verla me recordaría la terrible tragedia que tuvimos que vivir.

Lamente muchos años haberle hecho eso a mi hermana, pues estaba más que consciente que ella no tenía la culpa de lo que pasó.

Pero soy muy buena culpando a los demás.

Seguí conduciendo hasta que me percaté de que algunas lágrimas traicioneras se habían escapado borrándolas casi al instante. Avance unas calles y minutos más para después estacionarme enfrente del gimnasio. Baje con mis cosas y, lamentablemente, esta vez en la recepción no sólo habían 2 personas si no 3.

Ahí estaba ella... ¡¿No se supone que estaba en casa?!

Malditas bromas de mal gusto, Destino de mier-...
















//Ramé// - [2yeon]Where stories live. Discover now